viernes, 1 de junio de 2012

FRAY LUIS JAUME (Breve reseña histórica).



Un día que tuvimos que esperar a un compañero en el coche un largo rato en la larga calle Fra Lluís Jaume de nuestra ciudad, muy cerca de la plaza de toros, se nos ocurrió pensar quien fue ese religioso, que hizo, porqué el Ayuntamiento de Palma le puso una calle. No lo sabíamos, confesamos nuestra ignorancia.  Y dicho y hecho, nada más llegar a casa, nos pusimos a investigar un poquito. Aquí narramos muy brevemente su historia para quien como nosotros tenga interés en conocerla.

Melchor Jaume Vallespir, nació en Sant Joan el 18 de octubre de 1740. Cursó sus primeros estudios en el Convento de Sant Bernardí, de Petra. Veinte años más tarde, en 1760, entró a formar parte de la Orden de los Franciscanos y el 29 de septiembre de 1761 juró su voto solemne. En 1764 fue ordenado presbítero después de cursar sus estudios en el Convento de San Francisco de Palma, donde llegó a dar clases de filosofía desde 1765 al 1770.

Como Fray Junípero Serra (que había partido de este mismo lugar 20 años antes),el padre Jaume se ofreció voluntario para ir de misionero a las Américas. Salió de Palma el 5 de marzo de 1769 con destino al Colegio Apostólico de San Fernando, en México.

En el verano del año de su partida, Fray Junípero Serra acompañado de algunos de sus frailes entre los que se encontraban varios mallorquines como el padre Jaume, formaron parte de la expedición que Don Gaspar de Portolá realizó por la Bahía de San Diego, en la alta California.  Mientras la expedición española iba avanzando por aquellas tierras difíciles e inhóspitas, los frailes iban  evangelizando a los indígenas. Durante la dura marcha a pié, la columna llegó a perder casi el cincuenta por ciento de sus efectivos y mientras Gaspar de Portolá continuó su marcha con sus tropas hacia el Norte, Fray Junípero se estableció en San Diego cobijándose en una simple cabaña que hicieron los propios frailes. De esta forma se fundó la primera Misión de la Alta California.

San Diego era la base de los misioneros que realizan sus funciones evangelizadoras por esta parte del territorio californiano. Los esfuerzos que tuvieron que realizan aquél puñado de frailes para hacerse con los indios, bastante reacios al trabajo agrícola, fue muy ardua. Pero de aquella forma, Fray Junípero comenzó a sembrar la primera semilla de la evangelización, ante la indiferencia de muchos de los nativos que los miraban aún recelosos, hasta que se dieron cuenta que los esfuerzos que realizaban aquellos frailes era para su propio beneficio.  

En poco tiempo el padre Jaume aprendió el idioma de los indígenas y enseguida que pudo escribió un catecismo en su lengua. Pero las autoridades del virreinato de México (aquél territorio pertenecía por aquél entonces a México) cada vez hostigaban más a los frailes y es aquí cuando decide Fray Junípero Serra ir a la capital Mejicana para dialogar con el virrey, dejando la Misión de San Diego a cargo del también mallorquín, Padre Palou.

Debido a la falta de agua, el Padre Palou decide trasladar la Misión unos diez kilómetros en el interior de la zona, emplazamiento que aún conserva en la actualidad la Misión de San Diego. Allí aquellos frailes convirtieron aquellas tierras estériles en un fértil huerto y consiguieron reunir más de trescientas cabezas de ganado para alimentar a los indígenas. El padre Jaume formó grupos de catequistas y una escolanía de cantores de canto gregoriano. Pero los indios, aprovechando la distancia que separaba la Misión del fuerte militar español, la noche del 5 de noviembre de 1775 atacaron la Misión, la saquearon y prendieron fuego a todos los edificios.
Cuentan que el padre Jaume se puso delante de ellos para rogarles que pararan aquella barbarie diciéndoles “Hijos, amar a Dios”. Los indios le despojaron de sus hábitos, le ensartaron a flechazos y luego lo remataron con piedras y garrotes.

Así se convirtió el padre Jaume en el primer mártir de la Alta California. Cuando se enteró de lo acontecido Fray Junípero Serra, exclamó: “Gracias a Dios, ya se regó aquella tierra, ahora sí que se conseguirá la reducción de los “dieguinos” (así llamaban los españoles a los indígenas).

Tuvo razón el padre Serra, porque logró fundar entre él y los frailes que le sucedieron desde San Diego a  Sonora en el norte de San Francisco, muchos de ellos mallorquines, un total de veintiuna Misiones.


El 6 de septiembre de 1786, el Ayuntamiento de Palma proclamó hijo ilustre de la ciudad a Fray Luis Jaume Vallespir. El Ayuntamiento de Sant Joan le proclamó hijo predilecto de la villa en 1975.

Pues ya conocemos una historia más que no sabíamos.

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