martes, 28 de abril de 2015

ES BEC DE FERRUTX.


Es “Bec de Ferrutx” es un penyal de 523 metres que es troba en la Serra de Llevant, damunt de la Colònia de Sant Pere. 


És una excursió fàcil-moderada, de 10,500 quilòmetres, que parteix des de l’Ermita de Betlem, a on hem arribat amb els cotxes, i torna pel mateix lloc. Els que tenen més caminera la poden allargar com vulguin, per exemple, començant des de Betlem, pujant cap a l'ermita fins al Bec, i davallant per la Colònia de Sant Pere a on s’haurà deixat uns dels cotxes. Noltros l'hem fet senzilla.


Una vegada deixats els vehicles a l'aparcament de l’ermita, començam a caminar per la sendera que es troba a l’esquerra cap el cementeri.



És una sendera ben definida que transcorre entre càrritx per un frondós pinar que fa que la caminada sigui molt maca.


Hem passat pel cementeri i per les cases en roïnes de Binialgorfa, mentre anem pujant moderadament.



Arriba un moment que es pot contemplar perfectament el que era l’Alqueria. Les parets de pedra en sec que encara es conserven, et donen una idea de com devia ser aquest lloc en la antiguitat.


Damunt una lloma, encara es conserven també, però mix esbucades, unes casetes d’observació de la Guerra Civil que abasten tota la Badia d’Alcúdia, amb dibuixos de models d’avions militars pintats a les parets.


Noltros hem seguit la nostra ruta guanyant altura i cada vegada tenint millors vistes. 



Ens han donat les 11’-hores i com és tradició, ens hem aturat a berenar.


Reiniciada la marxa, ja poden observar el “Bec de Ferrutx”. Queda enfora encara i un de noltros, que portava una pipida de campionat, ens ha dit que ens esperaria per aquest indret mentre el grup pujava al Bec, tenint en compte que havíem de tornar pel mateix lloc. 




Dos més han volgut acompanyar-ho. La resta hem continuat, ara en una bona davallada fins a la faldilla del penyal,des de on parteix la sendera per pujar fins al cim.


No cal dir que aquesta pujada és la més fotuda, encara que les vistes que s’albiren cap a Betlem, Sa Colònia i la Badia, la van fent cada vegada més interessant. 




Puges i puges fins que arribes a la cresta a on hi ha un penya-segat que impressiona. No cal dir que ses vistes, ara per tots els indrets, són espectaculars.


Només ens queda continuar caminant pel llom del penyal fins al «BEC».



Al cim, primer han arribat els de sempre, i a poc a poc ho han anant fent els fotògrafs, que sempre es van aturant per treure les instantànies corresponents. 




A dalt de tot hi havia una parella alemanya –com no- que estaven gaudint d’aquelles vistes.


Hem vist un muntet de pedres de colors que qualcú anat deixant al cim com a record de la seva pujada.




És curiós, encara que en el lloc a on estan, pensem que un dia amb un torb se n’aniran totes a fer punyetes.


Hem estat una bona estona en el cim, contemplant llocs a on pensem anar aquest estiu: Sa Cànova, Es Caló, Na Clara…

Eren les 13’-hores i hem començat la davallada perquè volíem dinar tots plegats amb els companys que s’han aturat a esperar-nos. Una trucada pel mòbil els ha avisat de les nostres intencions.



El descens s’ha duit a terme sense cap novetat, fins que hem trobat al company constipat i als altres dos estirats a terra descansant. Després, hem continuat la marxa per trobar un lloc adient per poder dinar. Cadascú s’ha tret el pa amb butxaca que portava, i allà hem dinat i recuperat forces per refer el tram que encara ens faltava per arribar a l’ermita.




Una vegada a l’aparcament, un parell que frisaven han partit, mentre els altres hem anat a veure Sa Font de l’Ermita, a on alguns han carregat les seves ampolles d’aquella aigua fresca que brolla sense aturar, mentre altres han tingut manies i no han volgut ni provar-la. Déu vol!

Al poble d’Artà ens hem aturat a fer els cafetets i gins tònics habituals, havent arribat a Palma sense cap novetat a D. Gràcies.

Salut I força!
(Fotografíes: Miquel Barceló , "Trigo", Xim Fuster i meves)


miércoles, 22 de abril de 2015

NA BEL "ROLLET"



Era una niña grande. De ella se cuentan múltiples historias, a cada cual más increíble. Siempre iba vestida con una falda hasta las rodillas, calcetines blancos y la mayoría de veces con zapatos de hombre y un mantón de lana sobre los hombros. Iba peinada de una forma muy característica, como si fuera una especie de "Dama de Elche", con las trenzas recogidas en círculos en los lados de su cabeza.


Dicen que de ahí proviene su apodo, por su pelo,  pero no es cierto; su apodo venia por el nombre del horno familiar de sus padres, los Bauzá-Forteza (el más antiguo del Terreno) que se llamaba  "Es Forn de Can Rollet", por cuyo nombre se les conocía a todos ellos.
En este lugar tenían el estanco
Después del horno, que estaba situado al otro lado de "Sa carretera d'Andratx",  que aunque se llamara  oficialmente calle de Alfonso XIII, para todos era "Sa Carretera", donde ahora hay un bar, los Bauzá pusieron un estanco.

Fue el primero y el único dentro de la barriada del Terreno. Na Bel era una niñita, delgada, extrovertida, de cabellos dorados como hilo de oro. Dice el escritor Luís Fábregas que la conoció con cinco años que, “además de ser una gran nadadora, tenía una mente privilegiada. Sin embargo, debido a una enfermedad, su cuerpo siguió creciendo pero su mente, fue, hasta su muerte, la de una niña”.  La veíamos con las manos entrelazadas, arrodillada encima de una silla encordada y con los codos encima de aquel mostrador con encimera de mármol. Tenía a su alcance la guillotina de cortar la punta a los cigarros "porres" y "peninsulars" labor ésta que le encantaba realizar.


El estanco de Ca'n Rollet contaba con mucha clientela y la mayoría, taberneros y amos de "merenderos" de Cala En Cranc, Sant Agustí, Portals y Son Calíu, solían comprar al por mayor.

Na Bel, de pequeñita, ya destacaba por todo lo contrario a lo que iba a destacar de mayor:  su inteligencia.  Cuando les encargaban una comanda: “300 fillets, 150 d'entrefins, 30 corterons grossos, 100 dels altres, dues caixes de Pay Pay, altres de Bambú”, su hermana Joaneta iba sirviendo y anotando el precio; y aún no había acabado de enumerarlo todo, cuando na Bel, de cabeza, ya lo había sumado y decía la cantidad exacta. Cuando la hermana, que era muy diestra, había sumado la partida, todo el mundo quedaba asombrado de ver como aquella niña no se había equivocado. Era un caso, la inteligencia de aquella niña de cinco o seis años.

Aquí la vemos con el Obispo Rafael Alvarez Larra

Pero, como hemos dicho, tuvo la desgracia de padecer una meningitis que no se la llevó de milagro, a costa de muchos cuidados, aunque ya no volvería a ser la misma. Ella fue creciendo pero su mente se quedó paralizada.


Ya de mayor, estuvo en "Ca Ses Dureta" y aprendió el oficio de planchadora. También demostró tener suma destreza planchando hasta el punto de que, las piezas delicadas de tul y otras telas de seda, le eran entregadas solo a ella. Planchaba “puñetas”, filigranas, bordados, mantones, etc. para Ca'n Bonet, de la calle de San Nicolás, i esas hermosas confecciones sólo Na Bel "rollet" las podía planchar.



Cuentan que una vez se subió en la noria del Ram (la feria). No está claro si ésta se estropeó estando ella arriba o que no le gustó estar a tanta altitud y tener que esperar para bajar. Lo cierto es que se salió de la cesta y se fue descolgando por los hierros de la estructura, hasta llegar al suelo, entre los gritos de los demás viajeros y espectadores que la miraban incrédulos desde abajo.


En la calle San Nicolás, se sentaba en el escalón de la mercería “Panadés” y hacía "devanavar troques" a los transeúntes que pasaban delante de ella, a los que paraba, y tenían que aguantarla mientras ella iba haciendo la madeja... también hacía ganchillo.

Se colaba en todas las bodas y bautizos que se celebraban en la Iglesia de San Nicolás, y se paseaba por dentro de la Iglesia mientras se decía misa.

A veces daba miedo encontrarla si iba sola por la calle pues tenía una mirada extraña que parecía perversa. En uno de sus ojos tenía una “furia de sangre” y eso asustaba a mucha gente.

Mayor, gorda, la mente más para allá que para acá, a veces mirada perdida, hablaba con todo el mundo y no paraba de comunicar que su novio, Jaime I el Conquistador, estaba viajando ya hacia Mallorca para llevarla con él al altar matrimonial.


Rubia oxigenada, maquillada en exceso, oliendo a una mezcla de “Maderas de Oriente” y algún orín incontenido, Bel Rollet no faltaba nunca a su cita diaria con las palomas de la plaza de España que, en pequeños vuelos, abandonaban la corona real de Jaime I para posarse ante las migas de pan que Bel les brindaba con delicadeza. La majestuosa figura ecuestre, espada en mano y mirada perdida también en el horizonte de la figura de Don Jaime, parecía velar por la integridad de su amada doncella tan desprotegida como demente… Nadie sabía  donde vivía y con quién vivía pero todo el mundo la conocía.



Su radio de acción era el centro de Palma, el Borne, la Rambla, Plaza de Cort etc. Para ir de un lugar a otro, utilizaba el tranvía. A ellos se subía colgada del estribo y se bajaba cuando quería en marcha corriendo y dando botes. Nunca pagó billete alguno ni de autobús ni de tranvía –a ningún revisor se le ocurrió nunca exigírselo-.


Si iba por la calle y tenía sed, se acercaba a la mesa de un bar y bebía del vaso de cualquier cliente, sonriéndole y dándole las gracias.



No fallaba ningún domingo en las galas matinales del Teatro Lírico cuando hacían conciertos de música pop los conjuntos locales. Allí iban los “Beta Quartet”, “Los Pop”, “Four Winds and Dito” y “Los Surcos”, entre otros.

Na Bel circulaba arriba y hacia abajo disfrutando del espectáculo y cuando algún conjunto cantaba alguna canción que le había gustado mucho, subía al escenario y repartía besos entre los músicos y les daba caramelos que llevaba en una bolsita colgada del brazo.Si veía algún niño llorando, se le acercaba, y le daba una peseta para comprarse un pirulí.

Hizo siempre lo que quiso, y eso la llevaría a su muerte. Isabel Bauzá, álias "Na Bel Rollet" falleció el 7 de julio de 1973 a los 62 años en el hospital Son Dureta. Unos días antes había sido atropellada por un coche, al intentar cruzar la nueva autovía situada a los pies de la catedral de Palma. Dicen que sus últimas palabras fueron..."Ha sido culpa mía".

Con ella se fue uno de los personajes más curiosos, únicos y excéntricos que vivieron en nuestra ciudad a mediados del siglo XX, junto a “Nicolau Marieta” y “Alfonso el Lotero”.  No recordamos más.





domingo, 19 de abril de 2015

PUIG DES TEIX.




Aquesta setmana hem volgut tornar a fer un cim, el Teix (1063 m.) no érem tot el grup, hi ha destacades baixes degudes a viatges al continent. Així mateix set valents ens hem trobat a Valldemossa amb ganes d’envestir l’emblemàtic puig.

Començam a pujar el camí que en poc temps ens durà a les barreres de la finca pública de son Moragues i tot d’una trobam les runes de la caseta de sa font de Na Ropit, de la que es conta una interessant història,


“Un dia que el rei Sanç anava de cacera s’aturà a la font per a refrescar-se la gola i, advertit que l’amo de la finca era famós per les seves agudeses, després de beure la fresca i finíssima aigua el volgué provar. Assaciada la set tingué una xerrada amb el pagès confiant-li un secret que no podia revelar fins que hagués vist cent vegades el rei.
El rei jugava amb avantatge, sabia cert que no passaria cent vegades més per la font i que el bon home no superaria la prova.
Passat el temps envià uns missatgers a comprovar la fidelitat del seu súbdit valldemossí, amb tota mena d’arguments, precs i amenaces no pogueren aconseguir el secret i provaren de fer-ho oferint diners: deu, vint, cinquanta monedes d’or, inútil, vuitanta, cent...
Cent!
Venguen les monedes, vet ací el secret!
Assabentat el rei, va manar cridar l’home a palau i el va renyar durament, l’home va aguantar amb calma el reial enuig i quan va poder parlar digué:
«Senyor: ni amenaces, ni tortures, ni afalacs m'hagueren arrencat una sola paraula. Encara la mateixa vida haguera donat, per no revelar el secret que em confià. Només si veia cent vegades vostra cara estava autoritzat a fer-ho. Digau-me, senyor, si no és la vostra real imatge la que està en cadascuna d'aquestes cent monedes que em va oferir el vostre enviat. No en vaig voler ni una més. Només les justes per quedar lliure de la promesa que us vaig fer. »
Guanyat una vegada més dom Sanç per l'agudesa del seu vassall, va voler premiar la seva honradesa, no exempta d'una subtil picaresca, i concedir franquícia perpètua a les terres de Son Pancuit”



Traspassada la barrera començam la pujada per les fortes rampes de son Moragues, quina pujada!



Fins a arribar a la font dels Polls hem suat i esbufegat de valent, tanta sort que la meteorologia ens ha ajudat, el dia gris i tapat amb el ventet fresc han fet més suportable l’ascensió per l’ombrívol alzinar que, avui ha vist torbat el seu habitual silenci per l’estrident renou de les màquines de les brigades de l’Ibanat, homes i dones amb motoserres, tractors i capoladores treballen de valent per a netejar el bosc de les branques esqueixades pel temporal de neu d’aquest hivern.


Seguim la pujada, ranxos de carboners, sitges i forns de calç eren, junt amb la llenya i el bestiar, els recursos d’aquest bosc, ja som al refugi, arribam ben cansats i ens aturam a berenar asseguts vora la casa de neu que es conserva prou bé. 



Continuam, encara ens queda un poc més de pujada fins al pla de ses Aritges pel camí de l’Arxiduc, quin gust caminar pla després de la pujada, ens aturam una estona per a recuperar forces abans d’atacar la pujada al cim.


Reprenem la marxa i passam el primer obstacle, un estret pas entre les roques que salvam amb una petita grimpada.



Ara seguim un camí empedrat que ens durà fins a la paret mitgera que separa la finca de son Moragues de la del Teix.


Ha estat en aquest indret quan un membre de l’expedició ha decidit no seguir, li ha comparegut la temible ocella, aquesta maleída au que ens deixa sense força físíca ni mental per a continuar la marxa, ens ha sabut greu, ja que només faltava el darrer graó per assolir el cim però no l’hem pogut convèncer i ha tornat enrere, li hem demanat que ens tengui informats del seu retorn al poble a través del mòbil.


Els sis restants seguim i creuam la paret pel botador, no n’havíem vist mai d’aquesta casta, té a dalt de tot una porta de ferro tancada amb un pany amb advertències de no passar, de vedat de caça, de propietat privada i de bestiar brau en llibertat.



Com que teníem ganes de passar i a més permís de la propietat no ens afecten les restriccions, botam i passam i seguim la marxa.


Deixam enrere el pla de sa Serp (o de Mala Garba debut a les magres collites que s’hi obtenien) i començam el darrer tram cap al cim, ara el camí es va esvaint a poc a poc, hem de seguir les fites, la vegetació ha canviat totalment, ara sols veiem càrritx i coixinets, als penyals ombrívols hi ha heures, del boix i del teix que dóna el nom al puig només en queda el record.



A mesura que anam assolint altura tenim més bones vistes a pesar de la calitja que avui tenim, mirant cap a la mar destaca el puig des Vent (1004 m.) ara ja som al coll (1036 m.) que separa els dos pics del massís, el Teixot i el Teix,

Dalt del Teix tenc una parra
qui té dos mil estalons
i ses rates i es dragons
sa soca li han foradada.
(Cançoner popular)

El darrer esforç i ja som al cim (1064 m.) ens fem unes fotos vora el vèrtex geodèsic, llàstima de la calitja que ens impedeix gaudir totalment de la vista que abasta gran part de la serra, la vila de Bunyola i les properes muntanyes de sa Font (966 m.) sa Rata (898 m.) i na Fàtima (651 m.) fins a Palma i la seva badia preciós!



Glosa a l’arbre que dona nom al puig,

Aspre revell boscà, tot una espina,
esparracat i tos pel vent i el gel,
que escapa sempre més la salvatgina,
que han esqueixat arreu els llamps del cel...
(Guillem Colom)
    
Descansam un poc, ens ho mereixem, contemplam la panoràmica avui difuminada i comentam la ruta, no estam sols, hi ha més gent que ha assolit el cim, canviam impressions i altres rutes però ara hem de tornar, ens toca baixar.


Tornam per la mateixa ruta, cansats com estam, ara castigarem els genolls, parlam amb el company cessant que ens diu que ha arribat a Valldemossa sense novetat i ens esperarà.


Nosaltres baixam d’una tirada fins a la font dels Polls on dinam còmodament als bancs i taules instal·lats per la conselleria, l’alzinar ens regala ara un silenci total romput únicament pel belar de les cabres, el trinar de les caderneres i el cant de les mèrleres, les brigades dels forestals han marxat, s’hi està bé aquí.


El confrare renunciant ens fa saber que s’ha arriat un plat d’espaguetis carbonara i una crema catalana per a excusar la seva feblesa i que esperarà la nostra arribada.


I partim, ens queden les rostes baixades del camí de son Moragues per acabar d’arrodonir la desfeta dels nostres pobres genolls.
Ja al poble ens trobam amb el satisfet company i acabam l’aventura a can Molines tot fotent-nos un gelat d’ametlla i una coca de patata (ell també)
I fins a la propera!   

(Crònica:  "Embat". Fotografíes: Miquel Barceló, "Trigo" i meves).