jueves, 27 de abril de 2017

EL DERECHO DE PERNADA.


Transcurría la Edad Media cuando los nobles podían hacer uso de un el privilegio feudal denominado “ius primae noctis”, o lo que es lo mismo, el derecho o potestad de hacer perder la virginidad en la noche de bodas a la mujer de sus vasallos. En aquella época los vasallos pertenecían al señor como si fueran esclavos.


El “ius primae noctis”, como es de suponer, despertaba un fuerte rechazo entre la plebe sintiéndose humillados y vejados. Aquella fórmula resultaba demasiado fuerte para reivindicar el poder feudal con el peligro que suponía de posibles levantamientos campesinos. No obstante, esa  costumbre se fue perdiendo con el paso del tiempo, hasta el punto de que el señor tuvo que simular aquél privilegio del acto sexual con la novia en las celebraciones que seguían a la boda, ante el regocijo de todos, a modo de recordatorio del poder del noble sobre sus vasallos y como remanente de lo que algún día fue el derecho de pernada, percibiendo por este hecho una cantidad que le donaba el marido de la novia.


Aquél privilegio, aunque no reconocido por algunos historiadores, tenía sus antecedentes en la “Beilager” germánica, por la cual el señor se reservaba el derecho a la primera cópula con la novia al tener la creencia que la sangre del desfloramiento tenía propiedades mágicas. 

Pero como hemos dicho, ese privilegio que sólo traía recelos y odio, se iba a perder a cambio de un pago en metálico o tributo que en la época feudal lo llamaron “el cullagium”, “el merchet” o “el vadimonium”.


Aquí, en la Península Ibérica,  la “Prima Nocte” se convierte en habitual en la época de la reconquista, hasta que Alfonso II promulgó una Ley que estipulaba que las siervas se encontraban fuera del derecho del señor, sancionando con una multa de 500 sueldos y la privación de cargos, a quien osara desflorar a la novia antes del casamiento.


No obstante, los abusos sexuales sobre las esposas de los vasallos continuaron siendo habituales sin que los nobles tuvieran que invocar algún derecho, pues bastaban las amenazas para acallar el suceso, pudiendo llegar esos abusos a ser continuados, ante los cuales a los súbditos no les quedaba más remedio que mirar hacia otro lado, dado el temor que les embargaba, teniendo que convivir la mujer siempre con esta deshonra.


También ocurría a la inversa. Sabedores los vasallos que a los señoritos les gustaban las buenas mozas, había ocasiones en que los padres o maridos ponían a disposición de su señor a su mujer o hija, con el objetivo de conseguir algo a cambio.


Fue en 1486 cuando Fernando el Católico dictó la “Sentencia de Guadalupe” promulgada para Cataluña, que mandaba abolir los malos usos y abusos personales por parte de los poderosos con sus vasallos, diciendo que “ni tampoco puedan los señores la primera noche que el payés prende mujer dormir con ella o en senyal de senyoria”.


La Iglesia también fue ganando fortaleza con el paso de los siglos y permitió que el matrimonio fuera amparado por la institución eclesial. Al consolidarse el matrimonio religioso, quedaba claro que el derecho canónico estaba por encima de cualquier uso o fuero ancestral y que, si Dios y la Iglesia bendecían la unión, sobraba la intervención de la nobleza.


A partir de que la Iglesia monopolizara los matrimonios, los abusos sexuales pasaron a ser caprichos de algún señor descontrolado incapaz de respetar la dignidad de las personas a su cargo, porque el matrimonio era algo sagrado que ni siquiera los señores feudales podían mancillar.

¿Está abolida en nuestros días esta práctica?... Si pensamos un poco nos daremos cuenta que aún existen reminiscencias del pasado. El abuso de un superior, la mala conciencia de la víctima y el temor a denunciar a un poderoso, continúa estando  vigente en nuestra vida cotidiana.


sábado, 22 de abril de 2017

BLAS BLEDA MARCÓ (el último encuadernador).



Conocí a Blas Bleda en el Colegio de Notarios en el 73. Él era el encuadernador del Colegio y recuerdo sus idas i venidas llevándose Boletines Oficiales del Estado, de la Provincia, de las Cortes Generales, Revistas Jurídicas, fascículos del Códigos, etc.etc. devolviéndolos días después perfectamente encuadernados.

Es el último encuadernador de aquellos que marcaron una época en los años 40 (mestre Mas del carrer den Brossa, Sabater del carrer de la Missió, LLinás del carrer de la Pau, Calatayud…).

Blai es una persona afable que se hace apreciar por todos. Recuerdo también como reparaba las fundas de pergamino de los protocolos notariales que estaban deterioradas y luego las untaba con huevo…el huevo protege el pergamino y le da color, me decía.


En cuanto a su vida,  no ha sido un camino de rosas precisamente. El drama que tuvo que vivir con la muerte de dos hijas suyas, una por cáncer y la otra, muy joven,  por adicción a las drogas que llevó también a que su esposa muriera años después al no poder superar este drama, le marcaron profundamente. El tenis, deporte que ha practicado hasta casi cumplidos los 90 años en que su cuerpo ya le ha dicho basta, y su trabajo, le han servido como terapia según me contaba.

Pero ¿cómo se inició en el mundo de la encuadernación?. La vida de Blai ha sido plasmada en varias entrevistas que le han realizado en la prensa local. Nació en Barcelona el 7 de marzo de 1923 y en 1926 murió su padre y la madre volvió a casarse tiempo después. En 1929 la familia se vino a Mallorca contando él con 6 años de edad. Se educó en la  Juventud Antoniana y a los 13 años el Padre Atanasio le colocó de botones en la Banca Recasens. Luego trabajó para el Procurador Bernardo Jaume hasta que el farmacéutico Ginestra le habló de una vacante que se había producido en la Imprenta Ordinas, de la calle San Miguel. Necesitaban un chico para ir a recoger al muelle los periódicos (La Vanguardia, Le Jornal…). Le daban diez céntimos para el tranvía y él iba andando para ahorrárselos.

Estuvo trabajando en la imprenta aplicándose en su trabajo hasta el punto que cuando los operarios, que por su edad tuvieron que incorporarse al servicio militar, sus jefes le encomendaron ya trabajos de coser libros, prensado, etc.etc.

Después de la guerra se puso a trabajar en la Imprenta Guasch y aquí ya realizaba trabajos delicados reservados para expertos. Tal es así que le llegó para restaurar un misal de gran lujo del Obispado de Mallorca. Una vez concluido el trabajo el Obispo Miralles quedó encantado y fue él quien le recomendó, cuando tuvo que reincorporarse al Servicio Militar, para que lo destinaran a la imprenta de Aviación donde pudo continuar sus trabajos de imprenta.

Y fue en el año 1948 cuando Blai monta su primer taller de encuadernación en la calle del General Barceló, 22, junto al Estudio General Luliano. Allí Blai tuvo que granjearse la confianza de los posibles clientes. Iba a ofrecerse a abogados y procuradores y así comenzó a trabajar encuadernado tomos de fascículos del Código Civil para ellos.

Pero ah!, llegaron los años 50 y con ellos la explosión del turismo en Mallorca y Blai se dio cuenta que todo el mundo se estaba aprovechando de ello y pensó que él también lo debía hacer, pese a tener que dejar “aparcada” su profesión que tanto le apasionaba.

Así fue como la vida de Blai dio un cambio radical convirtiéndose en un polifacético personaje muy conocido en el mundillo de la hostelería mallorquina.

Con Errol Flynn

En 1950 Blai es contratado como “Maître” en el Real Club Náutico de Palma. Su porte, educación y don de gentes, le hace granjearse la confianza de personajes famosos que organizan sus banquetes  para que les atienda él. Errol Flynn le encarga un almuerzo en su yate, la Condesa de Ribas le encarga un catering para que él se lo sirva en su casa… 
Atendiendo a la Condesa de Ribas

El dinero entra en casa de Blai y es así cuando decide en 1955 regentar el restaurante del Círculo Mallorquín (lo que es ahora el Parlament). 

Lo convierte en este tiempo en referente de banquetes nupciales y de personajes conocidos como el que ofreció a Don Fernando Terry (propietario de las famosas bodegas).
Sirviendo a Don Fernado Terry

Un año más tarde Blai decide abrir, ahora en propiedad, el Restaurante “Tebas” (ya desaparecido) donde asume toda la responsabilidad y comienza a hacerse un nombre como repostero. Reconocidos eran sus “Crepes Suzettes” por poner un ejemplo.

Su aventura al frente del restaurante dura 10 años donde se llegó a servir hasta cuatro banquetes en un mismo día…pero en hostelería renovarse o morir… y tiene que dejar el restaurante para reincorporarse como Maître en el Hotel Victoria.

Fue allí, en 1967, cuando Don Juan Alemany Vich, Decano del Colegio de Notarios, sabedor de la fama que había tenido como encuadernador, le propone reincorporarse a la plantilla del Colegio Notarial, a lo que Blai accede encantado, deja la hostelería y vuelve a su pasión: encuadernar.


Monta su taller en la calle Monterrey y es allí donde realiza sus obras más emblemáticas.


La encuadernación de “Manuel de Falla en Mallorca” de Mn.Juan Maria Thomas.

Un álbum de firmas que le encargaron desde Sudamérica con motivo de las Bodas de Oro sacerdotales del Rvdo. D.Pablo Ramis, misionero de San Vicente de Paúl.

Un libro que Don Francisco Alcover, propietario de los tranvías de Palma dedicó al anterior Jefe de Estado sobre la “Historia de los Tranvías Eléctricos Interurbanos de Palma”.
En el Casal Balaguer , sede del Circulo de Bellas Artes , donde el Alcalde de Palma Don Rafael de la Rosa obsequió a los Príncipes de España con un libro encuadernado por Bleda

Entrega del Libro

Uno por encargo del Ayuntamiento de Palma para regalar a los entonces Príncipes de España e infinidad de libros de firmas, de actas, etc.etc.


La pulcritud de los trabajos realizados por Blai queda plasmada en todas sus obras.


Una vez jubilado, donó toda su maquinaria y herramientas al Ayuntamiento de Palma. 


Cuando se la llevaron al Palau Solleric, lloró, confiesa él en una entrevista, “quiero tanto esta maquinaria que no me hubiera gustado que la vendieran como ferro vell”.

Reproducimos por último unos pasajes de una entrevista que le realizó Xisco Busquets para el Diario “Ultima Hora” el 8 de enero de 2011.

X.B.- ¿Y cómo es que ahora está tan feliz, risueño, alegre...?
B.B.- Después de morir mi señora estaba delgado, famélico... Un día fui al Club de la Tercera Edad de Via Argentina. Me apunté a una excursión de un día, que por cierto, hacía siete años que sólo iba del taller a mi casa y casi no pude reconocer las carreteras de Mallorca de lo cambiadas que estaban. Y, ¿sabe lo que ocurrió?
X.B.- Que conoció a alguien importante para su vida...
B.B.- Conocí a una señora, Ana Vallejo. A los dos meses le dije: "¿Qué nos pasa a ti y a mi?" Y me contestó: "No lo sé, pero me has caído en gracia".Y yo le dije: "Pues tu, a mi, también". Le gano de diez años, tengo una edad avanzada, casi no sirvo para nada... (Risas) 
X.B.- ¡Pues yo le veo muy animado!
B.B.- ¡Ella me ha animado! Toda la gente me decía: "¡Qué cambio has hecho, Blas!" me encontraban más alegre, en fin, que he tenido mucha suerte conociendo a esta señora tan buena persona, y estoy muy agradecido.
X.B.- ¿Está enamorado?
B.B.- Sí, pero no sé cómo explicarlo porque a mi edad ya se lo puede imaginar... Viene a ser como...: saber que tienes una compañía, un refugio, tenc a on anar. ¡La compañía es lo que me salva!
X.B.- ¿Y su nieta?
B.B.- Vive conmigo.
X.B.- ¿Come de todo?
B.B.- Hombre, de tot però amb coneixament: Truita, pa amb oli... lo que más me gusta es el arròs brut que me hace Ana. De todas maneras el médico me ha quitado lo que más me gustaba: ses dones i sa llagosta.
X.B.- ¿Quién ha sido, el médico o los años?
B.B.- (Risas) Los años, pero yo digo que es el médico. Esto fue lo que le dije a Ana cuando nos conocimos.
X.B.- ¿Teme a la muerte?
B.B.- No, no, miedo no. Cada mañana cuando me despierto, me levanto poco a poco para saber si estoy vivo. Uep! un día más y doy gracias a Dios por estar vivo. También doy gracias a todos mis clientes por haberme ayudado a pasar mi vida.”

Un placer y un honor haberte conocido Blai.


miércoles, 19 de abril de 2017

LA NATURALEZA NOS HABLA.


Con el objetivo se sensibilizar a la población mundial sobre los problemas que acechan al medio ambiente, la Organización “Conservación Internacional” ha producido una serie de documentales a los que dan voz artistas reconocidos como Julia Roberts, Harrison Ford, Penélope Cruz, entre otros.

Vale la pena verlos para concienciarnos todos.






martes, 11 de abril de 2017

EL OJO DEL CULO.


Sin saber que leer o releer, mira por donde cayó en mis manos el libro “Gracias y desgracias del ojo del culo” de Francisco Quevedo,  que me hizo reflexionar y entender que tal sutil agujero, como es el ojo del culo, es más importante de lo que uno pensaba.  Vaya si lo es. Y escribir sobre el tema como lo hace Don Francisco, resulta que no es nada pueril, sino más bien sano, normal y completamente acertado.

Habla nuestro personaje del culo como si del Universo o incluso de los dioses se tratara “…es el más favorecido de la naturaleza, pues su forma es circular, y dividido en un diámetro o zodíaco como ella. Su sitio es en medio como el del sol; su tacto es blando: tiene un solo ojo, por lo cual algunos le han querido llamar tuerto, y si bien miramos, por esto debe ser alabado, pues se parece a los cíclopes, que tenían un solo ojo y descendían de los dioses del ver”.
Compara Quevedo el ojo del culo con los ojos de la cara llegando a la conclusión que nada, pero nada, se puede semejar a la perfección del ojo del culo. “Si no, miren los de la cara, sin una labor, tan llanos que no tienen primor alguno, como el ojo del culo, de pliegues lleno y del molduras, repulgo y dobladillos, y con una ceja que puede ser cola de algún matalote, o barba de letrado o médico.”

La verdad… no habíamos caído. Y continúa Don Francisco ensalzando a tan insigne agujero. “Y así, como cosa tan necesaria, preciosa y hermosa, lo traemos tan guardado y en lo más seguro del cuerpo, pringado entre dos murallas de nalgas, amortajado en una camisa, envuelto en unos dominguillos, envainado en unos greguescos, abahado en una capa…”

Pero no tan sólo lo ensalza, sino que te invita a reflexionar que el ojo del culo es lo más importante que tiene el cuerpo humano... “Lléguense al reverendo ojo del culo, que se deja tratar y manosear tan familiarmente de toda basura y elemento ni más ni menos; demás de que hablaremos que es más necesario el ojo del culo solo que los de la cara; por cuanto uno sin ojos en ella puede vivir, pero sin ojo del culo ni pasar ni vivir.”  Pues la verdad, tiene razón. 

Caray  con el ojo del culo.

Razón tiene también cuando compara la señorial limpieza del ojo del culo con la de los demás sentidos corporales. “ Y, volviendo a los demás sentidos, digo que lo que se queda en el pañuelo de la boca es gargajo, y lo de las narices moco, y lo de los ojos legañas, y lo de los oídos cera; pero lo queda del culo en la camisa es palomino, nombre de ave muy regalada. Fuera de que los ojos no tienen cosa señalada con que limpiarse; que a veces piden el pañuelo prestado a las narices y a la boca, y otras se limpian con las manos, y al mismo tenor los otros sentidos. Mas volviendo al culo, ¡qué de firmas de grandes señores ha iluminado! ¡Qué papeles de los más íntimos amigos no ha visto! ¡Qué de libros de los hombres más doctos ha gastado! ¡Qué de billetes de damas ha firmado! ¡Qué de procesos importantes ha manchado! y, ¡qué de camisas de Cambray y Holanda ha teñido! Y al fin le han servido de limpiadera las mejores y más hermosas manos del mundo...”  Es que no hay ni punto de comparación.

Después de habernos quedado embaucados con tan hermosa explicación, vamos a terminar (no dudando que los lectores ya se habrán dado cuenta de la importancia de lo hasta aquí escrito) con un poema popular anónimo que viene…también a cuento.



POEMA DE LA CACA (Anónimo).

De los placeres sin pecar,
el más dulce es cagar.
Con un periódico extendido
y un cigarrillo encendido,
queda el culo complacido
y la mierda en su lugar.


Cagar es un placer,
 y de cagar nadie se escapa;
caga el pobre,
caga el rico,
 caga el Rey y caga el Papa.


Viene el perro y lo huele,
viene el gato y lo tapa.
Total, en este mundo de mierda
de cagar nadie se escapa.


Qué triste es amar sin ser amado,
pero más triste es cagar sin haber almorzado.


Aprieta las piernas duro,
que cuando el trozo es seguro,
aunque esté bien fruncido el culo
será por lo menos…”pedo” seguro.


No hay placer más exquisito,
de cagar bien despacito.


Los escritores del baño son poetas de ocasión,
que buscan entre la mierda su fuente de inspiración.
El tipo que aquí se sienta
y de escribir versos se acuerda,
no me vengan a decir
que no son poetas de mierda.

Vosotros que os creéis sagaces
y de todo os reís,
decidme si sois capaces
de cagar y no hacer pis.


Caga tranquilo,
caga sin pena,
pero no se te olvide nunca
tirar de la cadena.

En este lugar sagrado
donde acude tanta gente,
hace fuerza el más cobarde
y se caga el más valiente.


Para cuando van al baño
 caguen tranquilos,
caguen contentos;
pero por favor
¡caguen dentro!.


Y mirad antes de sentarse
en este maldito hoyo,
no fuera que algún idiota
se terminase todo el rollo.