Aún a riesgo de equivocarnos, hemos querido
indagar un poco sobre este tema y nos salen 4 mallorquines agraciados con tan
alta distinción.
La Insigne Orden del Toisón de Oro, es una de las
instituciones de caballería más prestigiosas y exclusivas del mundo.
El “Toisón” es un collar de eslabones entrelazados a modo
de pedernales centelleantes en forma de “B” (de Borgoña), rematados en azul y
rojo, que representan el poderío de los monarcas. Del collar pende la figura de un
cordero de oro esmaltado.
Desde que se fundó la Orden del Toisón de
Oro, que data de 1430, se han otorgado aproximadamente unos mil doscientos
collares, todos ellos perfectamente numerados.
El vellocino, que es realmente el Toisón,
es la piel del carnero que cuelga de un collar con veintiséis eslabones y
pedernales despidiendo llamas y con una frase en latín recogida del Libro de
los Jueces, en la figura de Gedéon, en su lucha contra los madianitas: “Ante
Feriti, Quam Flamma Micet” (Golpea, antes de que surja la llama), junto a las
“B” de Borgoña, conforman lo que hoy podemos ver colgando del pecho en las
grandes solemnidades a Su Majestad el Rey o al Príncipe de Asturias, entre
otros. Cada Collar cuesta aproximadamente unos cincuenta mil euros, ya que es
de oro
El Toisón de Oro, no es una condecoración
de Estado, sino que, por el contrario, es una Orden de carácter “Familiar” que
han ostentado los jefes de las distintas Casas Reales que han existido a lo
largo de la historia de España. Evidentemente, en la actualidad, al ser una
Orden de “Familia”, pertenece a la “Familia Borbón” exclusivamente, y su actual
Soberano y Gran Maestre es Juan Carlos I de Borbón, como Rey de España.
Consecuencia directa es que no es una Condecoración que otorgue el Gobierno de
turno, sino que es una condecoración que otorga directamente el Rey de España a
quien cree merecedor de tan alta distinción.
Los Collares son vitalicios y a la muerte
de los condecorados sus descendientes tienen que devolver el Toisón de Oro “si
saben dónde está”.
El primer mallorquín que tuvo el honor de
ser galardonado con tan alta distinción fue, ANTONIO MARIA DAMETO Y CRESPÍ DE
VALLDAURA (Marqués de Bellpuig), a quién se lo concedió el Rey Fernando VII en
1817, por haber luchado en la Guerra de la Independencia contra los franceses
en calidad de voluntario, sin admitir ningún grado militar. Acompañó al
soberano a Madrid en 1814 y Fernando VII le nombró gentil hombre de cámara con ejercicio cubriéndose entonces
de grande de España.
El segundo, VALERIANO WEYLER Y NICOLAU (el General
Weyler), a quién se lo concedió el Rey Alfonso XII en 1913, por su prestigiosa
carrera militar y también por su buen hacer en la política, al regir en varias
ocasiones el Ministerio de la Guerra y el de la Marina, y también como Jefe del
Estado Mayor Central y Presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina.
El tercero, ANTONIO MAURA Y MONTANER, a
quién se lo concedió también el Rey Alfonso XIII en 1920 . Estadista y escritor, fue cinco veces
Presidente del Consejo de Ministros de España.
Y el cuarto, NICOLÁS COTONER Y COTONER
(Marqués de Mondejar), a quien se lo concedió el Rey Juan Carlos I en 1977. Fue
el primer Jefe de la Casa Real.
Bueno, pues ya sabemos una cosita más.
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