Las redes sociales y los
servicios que Internet ofrece nos
permiten usar sus sistemas con acceso privado a través de una serie de
contraseñas. Así, usamos una contraseña para entrar en Facebook, otra en
Twitter, otra en el correo electrónico, otra en la cuenta del banco tal, otra
en el banco cual, otra para el blog, otra para la página de música, otra para
You Tube…hasta un total de veinte servicios en línea, cantidad que los expertos
calculan es la que usa un usuario medio en Internet. Y como quiera que tienes
un lio de contraseñas que no te aclaras, decides o bien unificarlas, o bien
diferenciarlas solamente con algún dígito, o bien repetirlas.
Pues muy mal hecho, nos
dicen los expertos. Resulta que para hacer esto casi no hace falta que tengas
contraseñas porque se puede acceder a tus dominios informáticos con suma
facilitad. Hemos leído que con las contraseñas consideradas demasiado “débiles”,
un hacker podría acceder a los datos del 98,10% de las cuentas activas.
Hacer
un ataque de mil contraseñas resulta trivial para alguien con interés y un
mínimo de habilidades técnicas.
Ya sabemos que las
empresas prestadoras de servicios son los primeros que ceden nuestros datos al
Gobierno de los Estados Unidos, pero nos da rabia que cualquier experto
malintencionado pueda acceder a nuestros datos confidenciales para manipularlos
con fines ilícitos, o acceder a nuestras cuentas bancarias con las
consecuencias que nos podemos imaginar.
¿Qué hemos de hacer?. Una
cosa parece básica: no utilizar la misma contraseña para todo. Esto es de
cajón. Tampoco parece lógico tener contraseñas simples como el año de
nacimiento, el nombre de uno o una
simple palabra. La compañía de seguridad
online Kaspersky Lab ha creado un programa para ayudarnos a determinar si las
claves con las que protegemos nuestra identidad en Internet son realmente
seguras. Poniendo nuestra actual
contraseña en la ventana de la página (que la citada compañía asegura no
almacenar ni recordar) http://password.social-kaspersky.com, nos dice cuanto tiempo tardaría un hacker en
descifrar nuestra contraseña. Es curioso
contemplar a qué estamos expuestos.
Entonces ¿qué hemos de
hacer?. Pues según los expertos tendremos que estrujarnos la mollera para poner
contraseñas seguras que contengan, números, letras mayúsculas, minúsculas y símbolos. ¡Casi ná!.
Pero no nos queda más
remedio si queremos ponérselo un poco difícil a los posibles intrusos. Parece
claro que la combinación de elementos diferentes de letras, símbolos y
caracteres es lo que resulta más difícil de detectar “porque la introducción aleatoria de caracteres para intentar descubrir
un password es especialmente eficaz cuando es una combinación corta. Cuanto más
larga y complicada sea una contraseña, más largo y difícil es el proceso de
descubrirla” (dice la página de Kaspersky Lab).
Añaden estos expertos en
seguridad on line, que solamente con añadir un símbolo o un número a una
palabra o frase más o menos larga, ya aumenta la dificultad para descubrirla.
También hemos de tener
en cuenta lo que queremos proteger con nuestras claves. No es lo mismo un
servicio de música online que uno de banca por Internet. La seguridad de la
contraseña puede adaptarse a cada uno de ellos, salvo que no nos deje hacerlo
la Entidad Bancaria, porque hay muchas que solamente te dejan poner hasta 6
cifras de un código solamente numérico e incluso otras solamente 4. Parece
obvio que si tuviéramos algún percance por la poca seguridad que ofrecen esas
Entidades, la responsabilidad caería sobre ellos, aunque los primeros
perjudicados seríamos nosotros.
Otra cuestión que no
hemos de descuidar, es el aviso continuado que nuestro navegador nos ofrece para
recordar nuestra contraseña: ¿Quieres que Internet Explorer recuerde la contraseña?. Si pulsas “SI”, nuestra contraseña queda
almacenada en dicho navegador y es muy fácil descubrirla por alguien que
pueda utilizar nuestro ordenador. Por ejemplo, si usas “Firefox”
solamente tienes que acudir a “Herramientas-Opciones-Seguridad-Mostrar
contraseñas” y ya la tienes. Si por el contrario usas “Internet Explorer”
existe una aplicación que te las muestra: “IE PassView”. Así que, no caigas en esto.
Visto lo visto, parece lógico que tenemos que
cambiar nuestras contraseñas on line que consideramos más delicadas, no sea
cosa que algún día nos llevemos un susto, y siempre teniendo en cuenta que
cuanta más variedad de caracteres pongamos, más difícil serán de adivinar.
Aunque la mayor garantía
que tenemos algunos es que como no tenemos nada importante que guardar y menos
que nos puedan quitar, no vale la pena que nadie pierda el tiempo en
hackearnos.
$5”memeo=¿º951@. Esta,
seguro que es una buena contraseña. Pero ¿cómo la recordamos?... ¡Ufff!.
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