El
edificio de la Lonja, situado en el Passeig de Sagrera de Palma, es una obra
maestra de la arquitectura gótica en Mallorca. De planta rectangular, consta de
seis pilares sin base ni capitel y está formado por estrías en forma helicoidal
que ascienden hasta desplegarse en el techo formando los nervios de las
bóvedas. De esta forma, quedan definidas tres naves de una misma altura y
cuatro tramos transversales que se manifiestan en las fachadas laterales en
cuatro lienzos cuyas delimitaciones se coronan con pequeños torreones octogonales.
Los grandes ventanales que dan al exterior, están decorados con unas grandes
ojivas y la parte superior del edificio está rematada con una crestería de
almenas. El portal de acceso lo preside una escultura del
Ángel Custodio, patrón de los mercaderes.
Esta
brevísima descripción del edificio, coincide con la que podemos leer en
cualquiera de los estudios que sobre tan insigne edificio proliferan tanto
por Internet como en las bibliotecas.
Sin embargo, no hemos podido averiguar con certeza la fecha exacta de su construcción. En la mayoría de estudios publicados, se atribuye su construcción al arquitecto mallorquín Guillem Sagrera entre los años 1420 al 1452, pero no hemos encontrado ningún estudio que haga especial mención a la fecha exacta del inicio. ¿Cuándo se comenzó?. ¿Fue Guiem Sagrera quien lo comenzó y concluyó?.
En la
Web del Ayuntamiento de Palma podemos leer que el edificio: “Pertenece al gótico y fue construido entre
los años 1426 a 1448…El edificio que hoy vemos como uno de los protagonistas de
la fachada marítima de Palma fue en sus orígenes la sede del Colegio de la
Mercadería. Guillem Sagrera, escultor mallorquín de gran renombre en el siglo
XV, recibió en ese siglo el encargo de construir un lugar apropiado para las
tareas y necesidades de los mercaderes. Así, durante el reinado de Martí l’Humà
se comenzaron las obras de la Lonja”.
Esta
definición, digamos que “oficial”, añade más niebla a nuestra pregunta y la
tendrían que rectificar por contradecirse. Por un lado, se afirma que “fue construido entre los años 1426 a 1448”
y por otro que “durante el reinado de
Martí l´Humà se comenzaron las obras de la Lonja”. Martí l'Humà, Rey conocido también por
“l'Eclesiàstic”, nació en Girona en 1356 y falleció en Barcelona en 1410 (¿?).
Si cualquiera se entretiene
a investigar sobre la Lonja, no encontrará ningún comentario que defina con
certeza, cuando ni quien la comenzó a edificar. La historia atribuye la
construcción de la misma, como hemos dicho, a Guillem Sagrera existiendo datos
sobre su terminación. Pero no de su inicio. Curioso, muy curioso.
Buscando sobre este tema,
hemos encontrado una carta que Gaspar de Jovellanos escribió en 1807 a un amigo
suyo, profesor de bellas artes, durante su confinamiento en el Castillo de Bellver,
precisamente sobre el edificio de la Lonja de Mallorca, publicada por la
Imprenta Real regentada por D.Juan Guasp y Pascual en 1835. Dada su
importancia, reproduciremos aquí algunos de los pasajes, que aclaran ¿o no?, la
duda que tenemos.
Tras su lectura, lo primero
que sorprende es la creencia del autor, de que el proyecto de edificar una
Lonja “para que los mercaderes de la
ciudad y reino estén y negocien cómodamente en ella”, ¡fué coetáneo a la
Conquista!. Demuestra Jovellanos al
destinatario de su carta, que “el Rey
Jaime I concedió terreno para edificarla, mediante un privilegio expedido en
Barcelona el 22 de agosto de 1246, por el que se concedía a Ferrer de Granada, en censo (establiment),
la plaza o espacio de tierra que habia junto a la puerta del mar y empezaba
desde el angulo de la barbacana, hacia el hospital (hoy iglesia de San Juan)...
para que en él se construyese una Lonja y hospedería para uso de los
mercaderes; a los cuales, y a sus efectos y mercaderías, ofrece el Rey
seguridad y protección...”. Añade el autor una interesante observación a la
lectura del citado Privilegio, cuando
el Rey habla de las brazas de terreno concedido “quas Nos assignavimus in Majorica” (que Nos habemos señalado en Mallorca)
deduciendo que el proyecto de edificar el edificio ya databa de la última vez
que estuvo en la Isla en 1232, año que cedió el señorío de la Isla al Infante Pedro de Portugal y acabó y autorizó el repartiment de las tierras conquistadas.
La Lonja por lo visto se
proyectó, el terreno para edificarla se fijó y su propiedad fue adquirida por
el comercio. Pero los comerciantes o no quisieron en muchos años levantar el
edificio o no pudieron. Sin embargo, se sabe, que por Privilegio de 23 de marzo de 1409, los mercaderes hicieron una
petición al Rey, en el sentido de “que para el buen régimen de la mercadería,
que redunda en gran provecho y sustentación de la causa pública, sea servido de
otorgar a los mercaderes del dicho reino el que puedan tener colegio aprobado”.
La respuesta del Rey fue afirmativa. Se les concedió la formación de “su
Colegio” y en el mismo texto de concesión, de nuevo se les concedió a los
mercaderes el placet para edificar la lonja en los mismos terrenos que se
fijaron en la época de la Reconquista. Eso, repetimos, ocurrió en 1409, año de
la concesión del permiso
para el comienzo
de la obra. Añade
Jovellanos que “Corriendo esta empresa a cargo de un cuerpo
tan pudiente y celoso, no es de dudar que desde luego se empezase a trabajar en
la nueva Lonja, por más que yo no
haya podido descubir ni el primer autor, ni los primeros pasos de esta fábrica,
ni tampoco la causa que interrumpió su curso, como consta que lo estaba algunos
años después”.
Posteriormente, queda comprobado
que en 1426, el colegio de mercaderes hizo nueva contrata con el arquitecto Guillem Sagrera, el cual, por escritura pública otorgada en Palma el
11 de marzo de aquél año ante Bernardo
Sala, notario y escribano del Colegio, se obligó a continuar y concluir
la obra de la Lonja desde el punto en que se hallaba entonces, comprometiéndose
Sagrera “a acabar de construir la
Lonja, en la forma y manera en
que estaba empezada y según la
traza por él formada y presentada, a que ejecutaría esta obra hasta la cubierta
de las bóvedas en los doce años siguientes, con la altura de ocho canas de
Monpeller desde el piso a la llave; y a que en los tres años siguientes a los
doce, haría y acabaría las torres, almenas y demás obras superiores, a hacer
todas las columnas... ” etc. etc.
etc.
Reflexiona Jovellanos
afirmando que no se trataba de empezar, sino de continuar y concluir un
edificio ya empezado y queda pues la duda de quien fue su primer autor.
Sagrera, cumplió las condiciones fijadas
en ese contrato y continuó y acabó el edificio -salvo los detalles que ahora
comentaremos- con el pleito histórico que formuló contra el Colegio de Mercaderes, quejándose
de haber sido perjudicado en su contrata en más de la mitad del justo precio.
Los
detalles que hemos mencionado, vienen reseñados en el Privilegio del Rey Alfonso V
dado en Castelnovo el 8 de enero de 1449, y se refieren a “solicitar autorización para comprar y
derribar algunas casas a fin de ensanchar la plaza de la Lonja”. Por
algunos puntos concretos contenidos en ese Privilegio,
se desprende que los mercaderes se congregaban ya en el edificio para sus
juntas y negocios, pero que las obras no estaban aún concluidas. También lo
demuestra la escritura de contrata
otorgada en Palma en 19 de marzo de 1451, entre los honorables Ramón Zaforteza y Bernardo Cotoner,
mercaderes y defensores del comercio mercantil de Mallorca y Guillermo Vilasolar, el cual “se obliga a hacer en el plazo de un año,
todas las claravoyas y remates a coronas que se han de hacer de piedra de
Felanitx... según estaban empezadas por mestre Guillem Sagrera”. Por una
memoria que se conserva de dicho año, se demuestra que Vilasolar estuvo ya trabajando en su encargo durante ese periodo,
juntamente con Miguel Sagrera
(posiblemente hijo o pariente del autor de la Lonja).
De esos documentos se desprende: 1º) Que la Lonja en 1449 estaba ya sirviendo a
su destino y concluida por Sagrera según el encargo que le realizaron 2º) Que
los detalles encargados a Vilasolar eran obras exteriores y trabajos no
encargados a Sagrera y 3º) Que cuando Sagrera se ausentó a Nápoles dejó ejecutado
cuando hoy se ve en el edificio de la Lonja, salvo el adorno de dos ventanas
que corrió a cargo de Vilasolar y parte de otras cuatro que dejó comenzadas.
En resúmen.
Según el autor que hemos estudiado,
1º) El edificio de la Lonja
estaba proyectado desde la Reconquista de Mallorca.
2º) Se comenzó a edificar
en fecha desconocida y por un maestro desconocido, durante el periodo que va
desde 1409 a 1426.
3º) Que en 1426 Guillem Sagrera continuó las obras hasta
su conclusión en 1449 salvo algunos trabajos que concluyó Guillermo Vilasolar en 1451.
Entonces ¿quién la comenzó y
cuándo?. Pues una duda que ha pasado a la historia.
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