JAUME TUGORES.

Habíamos oído hablar de ese joven guitarrista mallorquín y leído en la prensa algunos artículos sobre sus actuaciones, pero no habíamos tenido la oportunidad de verlo aún en directo. Vale la pena. Es un verdadero espectáculo ver y escuchar como toca su guitarra. El pasado sábado, 1 de junio, en C’an Berga, en el ciclo de conciertos que organiza el Ayuntamiento de Palma, ofreció “el so italià al cinema”, un espectáculo que dejó impresionados a todos los asistentes.

 

Nosotros lo íbamos siguiendo como nos gusta seguir a tantos otros músicos, artistas y deportistas mallorquines que están triunfando cada uno en sus facetas. Observábamos su evolución en cuanto a los estilos de música que practica  y que podemos contemplar en los videos que va publicando en la red. Su primer disco “Anche lui è qui”, en homenaje a Ennio Morricone, lo presentó en el 2001 y hasta la fecha lleva ya cinco discos editados.

 

Jaume Tugores nació en Palma de Mallorca en 1974. Según hemos leído, ya desde pequeño la música de las bandas sonoras de películas le cautivaban. A los 15 años comenzó sus estudios de guitarra eléctrica, armonía y solfeo para completarlos más adelante con los de jazz y guitarra clásica. A los 17 comenzó a tocar en conciertos con grupos que practicaban diversos estilos de música (Nei Tan, Marisa Rojas “La Búsqueda”, Michelle Makain…) En 1998 comienza su propio proyecto formando un grupo de música mediterránea ofreciendo conciertos en Barcelona, Madrid, Bruselas y por supuesto en nuestras islas, donde siempre que puede lo hace. Un año más tarde realiza actuaciones en el circuito INJUVE por diversas ciudades como Granada, Valladolid, Lugo, Madrid… y a partir del año 2000 participa en infinidad de festivales realizando giras por diversas ciudades de España y actuando también en Alemania, Francia, Bélgica y Luxemburgo.

 

Fue en 2007 cuando publicó su cuarto disco “Imatges de Knoplfer”, un homenaje muy especial a la música creada por el guitarrista Mark Knoplfer, que realizó para diversas bandas sonoras como la Princesa Prometida  o Local Hero, entre otras.

Poseedor de numerosos premios conseguidos en diferentes concursos, ha compuesto la banda sonora de un cortometraje, la música de un espectáculo de danza y algunas canciones para obras de teatro.

Hace unos años que Jaume quiso conocer Asia y se fue a Myanmar (antigua Birmania) de donde vino cargado de emociones e ideas musicales nuevas que plasmó en su quinto disco: “Nou llocs per a un nòmada”. Este, disco, nada tiene que ver con los trabajos que tenía publicados hasta la fecha, más alegres y rítmicos porque, él mismo lo reconoce, ha querido romper con lo anterior, quizás, conmovido por el carácter y ejemplo de superación y supervivencia de aquella pobre gente con la que convivió durante un tiempo en aquél régimen de opresión y tiranía. Nueve, son los temas que compuso después de su estancia en la vieja Birmania, aunque él siempre ha mantenido que su inspiración primordial continúa siendo Morricone.

Jaume Tugores cuando no actúa solo se hace acompañar habitualmente por Biel Fiol en las flautas y Jordi Montserrat en los saxos, aunque dependiendo del tipo de espectáculo que tiene que ofrecer, varia la composición de los acompañantes (trio, quinteto) con la inclusión de algún tipo de instrumento: batería, contrabajo, viola, etc.

Mallorquín hasta la médula, Jaume confiesa que la Serra de Tramuntana es el tesoro de Mallorca. No en vano pasó ocho veranos de su juventud en Estellencs y está completamente de acuerdo con los artistas que dicen que la luz de la isla inspira tanto para el arte, como para estar siempre alegre.  Le gusta el “pan moreno”, único en el mundo, la sobrassada y en general, toda la cocina mediterránea.

Tugores, que en la actualidad está centrado en componer bandas sonoras para televisión, manifiesta que su deseo sería profundizar en esta especialidad. Mientras, el mismo se define como arreglista, intérprete de guitarra española y compositor de bandas sonoras.

Hay que ir a verlo en directo. Repetimos, vale la pena.

¡Otro mallorquín que llegará lejos!.