HOJALDRE DE MANZANA.

Esta es una tarta que sale finísima y nada empalagosa.

INGREDIENTES:

1 Rollo de hojaldre

3 huevos (1 entero y dos yemas)

1/2 vaso de azúcar

2 cucharadas de harina

1/2 litro de leche

3 limones

4 manzanas

2 cucharadas de mermelada de albaricoque

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Primero haremos la crema. En un bol ponemos el vaso de azúcar y los huevos y los batimos muy bien hasta que el azúcar se haya fundido.

 

Ahora añadimos la harina y lo mezclamos bien.

Añadiremos la peladura de uno de los limones (quitaremos bien lo blanco para que queda únicamente la piel y no amargue). Luego añadimos la leche. Mezclamos bien y lo ponemos en un cazo para ir al fuego.

 

Sin dejar de remover lo llevamos a ebullición. Luego lo retiramos del fuego y reservamos.

Ahora toca pelar las manzanas, partirlas en 4 trozos, quitarles el corazón y cortarlas en láminas (no muy finas). A medida que las vayamos cortando, iremos introduciendo las láminas en un bol al que habremos puesto el zumo de los otros dos limones. De esta manera las manzanas no se oxidan.

Una vez finalizada esta engorrosa tarea, prepararemos una bandeja para el horno (yo no tenía redonda) y colocaremos la masa del hojaldre con su papel.

 

Pincharemos todo el hojaldre (para que no suba) y haremos con el cuchillo unos bordes de aproximadamente un dedo para poder doblar la pasta y que no salga la crema, como señalan las flexas.

 

 

Esparcimos ahora la natilla o crema pastelera encima del hojaldre

 

y colocamos las láminas de la manzana por toda la superficie como en la foto. Él zumo del limón a la manzana, a parte de no dejarla oxidar, le da un toque exquisito.

Metemos la bandeja en el horno que habremos calentado a 180º (parte de abajo) por espacio de una 1/2 hora. Finalmente lo gratinamos hasta que las manzanas cojan color.

 

Para pintar la tarta prepararemos un sirope. En un cazo al fuego, podremos 2 cucharadas de mermelada de albaricoque o melocotón, un chorrito de limón, un poco de agua y una cucharadita de postre de azúcar y vamos removiendo mezclando hasta que hierva.

 

Pintamos la tarta con el sirope y ¡listo!.

 

Es una tarta que sale muy fina, muy buena, aunque lleva su rollo hacerla.