TAGOMAGO NIGHT CLUB. PINCELADAS.

No hemos podido encontrar mucha información sobre la Sala de fiestas Tagomago que fue referente de diversión y espectáculo en Palma en la década de los años 60 y 70. Pero los que la conocimos, nos acordamos de las galas juveniles de los domingos por la tarde, donde se abarrotaba de jóvenes para bailar al son de la música discotequera de aquellos tiempos. Nada más entrar te encontrabas con la sala de baile y el  escenario a la izquierda. La barra de bar estaba entrando a la derecha y las mesas estaban en una especie de gradas con una balaustrada de madera que las separaba de la pista. Su gran aforo permitía albergar allí muchísima gente. Me acuerdo que en la parte superior había una cristalera con unos jardines que daban luminosidad y frescura a la vista. En nuestros años veinteañeros acudíamos allí para ligar. Nos poníamos en la barra del bar tomándonos un “San Francisco” y desde allí observábamos las mesas con los grupos de chicas que estaban sentadas esperando que alguien las sacara a bailar. Como tenías que dar un largo paseo hasta llegar a la mesa donde habías divisado a alguna que te gustaba, ibas con cierto recelo por si te decía que no quería bailar contigo. Si ello ocurría, “que vergüenza”, allá delante de todo el mundo habías sido rechazado. Eran otros tiempos, otra historia, porque en aquellos años respetábamos a las chicas creemos que demasiado y esperábamos siempre que fueran ellas las que tomaran la iniciativa, no fuera cosa que pensaran que nos queríamos “propasar”. ¿Éramos tontos o extremadamente educados?. No lo sé. Pero nos habían educado desde pequeños “los chicos con los chicos y las chicas con las chicas” y claro, cuando nos encontrábamos delante de una chica que nos gustaba, nos “enamorábamos” enseguida de ella y no reaccionábamos. La mayoría de canciones eran “movidas” para bailarlas “sueltos” y cuando tocaban una lenta, era la chica la que te marcaba la distancia. Tenías que esperar a ver cómo reaccionaba. Si te ponía el freno con su palma de la mano empujándote el hombro, ya no había “nada que hacer”, por que por regla general, esas bailaban uno o dos bailes contigo y luego te despachaban diciéndote “me voy a sentar”. Pero las había también que se dejaban apretujar un poquito, solo un poquito, ¡eh! y entonces éramos nosotros los que al cabo de unos cuantos bailes les decíamos, ¿descansamos?. Nunca hemos sabido porqué nos gustaban más siempre las que nos ponían el “freno”, que las lanzadas, pero así era. A las 20’- horas, se terminaba la gala y salíamos hasta el domingo siguiente que de nuevo volveríamos para enamorarnos otra vez de alguna que otra chica. 

 Cuando nos íbamos, siempre solíamos mirar las fotografías y carteles de los artistas de renombre que estaban allí actuando.

Y mira por donde ahora nos hemos enterado de que Tagomago en aquellos tiempos era de “Los Valldemossa”. No lo sabíamos. “Los Valldemossa” comenzaron su andadura musical ya en serio actuando en “Tito’s” en el año 1959. Los 3 hermanos Estarás y su primo Matías Estrades, se hacían llamar, nada más y nada menos, que “Los existencialistas de Valldemossa” un nombre que, seguro, el locutor que los tenía que presentar debía ensayar unas cuantas veces su pronunciación antes de salir al escenario.

Fue en el año 1962 cuando el grupo juntamente con Pepe Tous, Pablo Llull y Juan Sorrell, se hicieron cargo de la Sala de Fiestas Tagomago, donde además de ser los empresarios los Valldemossa actuaban cada día.

 La verdad es que por aquella Sala pasaron muchas figuras de fama mundial como Louis Armstrong, Shirley Bassey, Johnny Holiday, Silvie Vartan, Maurice Chevalier, Sandie Shaw, Tete Montoliu, Pedro Iturralde, Tom Jones y Lionel Hampton, por poner algunos ejemplos. Veamos a Sandie Shaw con el tema que ganó para Inglaterra el festival de Eurovisión.

En 1964 juna joven bailarina y cantante que actuaba sola, también se sumó al grupo de Los Valldemossa. Era Margaluz (Margarita Llobera). En este video vemos a una jovencísima Margaluz actuando en la Sala de Tagomago.
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Con Margaluz los Valldemossa vivieron sus mejores años alternando sus actuaciones con canciones de baile, pop español, folklore sudamericano y mallorquín, hasta el punto de competir en 1970 para poder ir a Eurovisión con la canción “Fiesta”, quedando en 3ª posición en la eliminatoria que se celebró para acudir al Festival,  pero logrando ser el número uno de ventas en España. Aquél año ganó Julio Iglesias con su canción Gwendoline. A partir de este año, al quedarse embarazada Margaluz, entró a formar parte del grupo Genia Tobin quien permanecería con los Valldemossa  toda la vida hasta su disolución al haberse casado con Tomeu Estarás, el “fabioler” del grupo. En este tiempo ya había dejado el conjunto el primo de los Estarás, Matías Estrades y vendieron Tagomago para comprar dos años después la también conocida discoteca “Jack el negro”. Eso ocurría en el año 1972.

Pero volviendo al “Tagomago” de los años 60, los “Valldemossa” grabaron dos discos en el año 1965 : “Una noche en Tagomago” y “Los Valldemossa en Tagomago”. 

La popularidad de la Sala estaba en todo su apogeo durante estos años y por su escenario desfilaron, además de las figuras internacionales que hemos señalado, Salvatore Adamó, Rita Pavone y los mejores artistas españoles de aquellos tiempos que, de la mano de los “Organizadores Turísticos Asociados”, con sus “Galas O.T.A.”, trajeron también lo mejorcito que había en España: Julio Iglesias, Raphael, Paloma San Basilio, Angela Carrasco, Elsa Baeza, Joan Manuel Serrat, Camilo Sesto y toda una retahíla de cantantes famosos  que abarrotaban cada vez la enorme sala en sus actuaciones. Aqui vemos a Angela Carrasco en aquellos tiempos.En 1966 los Valldemossa contrataron al introductor en Europa de la Samba-Jazz y de la Bossa Nova-Jazz, Jaime Marques, como arreglista y director musical de la Sala. 

Dos años después, el malogrado pintor Xim Torrens (que se había afincado en Valldemossa para cultivar tres de sus grandes facetas la escenografía, la pintura y el teatro) fue contratado también por los Valldemossa  como director de escena y diseñador de carteles para el Night Club.

Cuando Los Valldemossa dejaron Tagomago en el año 1970, lo cogió el periodista y empresario Pablo Llull, esposo de Margaluz, quien lo mantuvo abierto hasta el año 1980 que cerró definitivamente. Esta canción "Fiesta" estuvo mucho tiempo con el nº 1 de ventas.¡Qué tiempos!.