De entre los 7 tipos de cuchillos más representativos podemos destacar, por ejemplo, el cuchillo de trinchar o "trinxet" (que es como se conoce popularmente en Mallorca) y que se utiliza fundamentalmente para la vendimia. También son muy tradicionales el cuchillo de pastor y el de pescador. Ambos, claramente diseñados para la agricultura y la pesca. Los campesinos los utilizan diariamente durante el trabajo en los campos y en sus huertos. Los cuchillos artesanos no son inoxidables pero, a cambio, su corte es excelente y pueden ser afilados muy fácilmente. A pesar de ser estos, los más conocidos, hay otros que también son muy utilizados desde tiempos inmemorables. Son, por ejemplo, las hachas, la pala afilada de podar, la tijera para esquilar ovejas,… Todos ellos reúnen las mismas características de los cuchillos puramente artesanos y hechos en Mallorca.
Por norma general, los cuchillos se hacen de acero inoxidable pero, los típicos de Mallorca se realizan con acero de carbono, puesto que este material proporciona y consigue mucho más filo para la navaja. Para los mangos se utilizan cuernos blancos y o negros de machos cabrios viejos que, de la misma manera, ofrecen una gran resistencia. En ocasiones, también se utiliza la madera para dichos cuchillos.
A día de hoy quedan muy pocos artesanos del cuchillo en esta isla. De hecho, apenas cuatro de ellos son los que continúan con la tradición familiar de pasar el negocio de generación en generación, enseñando las técnicas a hijos y nietos que, posteriormente, son los que procuran los cuchillos a payeses, pescadores o turistas y visitantes que, en mercados y ferias, compran un ejemplar como recuerdo de su paso por Mallorca. En Llucmajor, Muro o Consell podemos encontrar a este tipo de artesanos que fabrican utensilios con sus propias manos en las pequeñas herrerías del pueblo utilizando, básicamente, la chimenea y el yunque; lugar donde se trabaja el material para darle la forma requerida. De hecho, es en este lugar donde con martillos y otros instrumentos se "apalea" el material de acero de carbono, para aplanarlo y darle el grosor necesario.
En definitiva, es este un oficio que, aún estando en peligro de extinción, resulta ser todavía, muy necesario y útil puesto que, sin ellos, sin los artesanos de los cuchillos, "els ganivaters" (que es como se los conoce en Mallorca), se perdería parte de la cultura de esta isla.
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