viernes, 22 de julio de 2011

LAS IMPRENTAS EN MALLORCA. BREVE PINCELADA HISTÓRICA.


Imprenta Guasp

Desde que en 1450 Gutenberg inventara la imprenta de tipos móviles, los impresores han ido surgiendo a través de los siglos mejorando cada vez más el arte y la técnica de la impresión.


En España, se sabe que fue Juan Párix, el primer editor, quien en 1472 imprimió el “Sinodal de Aquilafuente” que le encargó el Obispo de Segovia.

Imprenta Gutemberg
En Mallorca las primeras impresiones que se conocen son las de Bartolomé Caldentey (sacerdote de Felanitx) y Nicolás Calafat, del año 1485 que produjeron, posiblemente en Valldemossa, diversas obras. La más antigua que se conoce de Calafat es la de Juan Gerson: Tractatus de regules mandatorum . La segunda, se imprimió dos años más tarde y fue el cancionero del poeta Francisco Prats “Devota contemplación y meditaciones de la Vía-Sacra”.

La segunda imprenta más antigua de Mallorca es la que en 1540 fundó Fernando de Cansoles y Villarroel, un palentino cuyo taller estaba situado al lado de la Catedral. Su obra más famosa impresa por él es el curioso “Libro del Arte de las Comadres, o Madrinas, y del Regimiento de las preñadas y paridas, y de los niños”, de Damián Carbón, que finalizó en 1541. La “Imprenta de Villarroel” estuvo funcionando hasta 1573, aunque después se hizo cargo de ella Gabriel Guasp, quien se había casado con una hija del citado impresor. En 1579, Gabriel Guasp se estableció en la Plaza de Cort y fundó la "Imprenta Guasp".

Es precisamente esa imprenta la más importante que ha tenido la isla. Generación tras generación, la "Imprenta Guasp" ha continuado viva a través de los siglos hasta el año 1958, absorbiendo a otras que con el paso de los años iban desapareciendo. Sus xilografías, que abarcan desde el siglo XV hasta el XX, es un fondo documental y artístico de incalculable valor para el patrimonio histórico-artístico mallorquín, que lo convierte en una de las colecciones más valiosas de Europa.

A lo largo del siglo XVIII aparecieron las portadas barrocas gravadas en metal, especialmente sobre planchas de cobre y es a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando el libro experimenta un nuevo cambio sobre la influencia de la estética marcada por el romanticismo, a la vez que adopta técnicas más modernas como las litografías y posteriormente la fotografía.

Hubo también, además de la Imprenta Guasp muchos impresores que destacaron, especialmente en el siglo XIX: Villalonga (1804-1902), Manuel Gallardo (1813-1814), Miguel Domingo (1810-1814), Antonio Brusi (1811-1813), Sebastián y Domingo García ( 1812-1834), Trias y Colomar (1838-1862), Gelabert (1838-1900), Francisco Soler Prats (1884) y Juan Colomer (1868), además de la tipográfica de Amengual Muntaner, los cuales fueron los principales exponentes de las impresiones modernistas. Otras Imprentas que merecen especial mención, también del siglo citado, fueron La Balear, la de Francisco Ramis, la del Comercio, la de la Casa de Misericordia y la del editor José Tous, fundada esta última en 1884.


Una obra clave para identificar libros impresos en Mallorca, obras de autores mallorquines impresas fuera de Mallorca y algunos manuscritos de estos escritores durante el periodo de 1485 a 1868, es la Biblioteca de Escritores de Baleares (1868), publicada en dos volúmenes por Joaquín María Bover, a la cual nos remitimos para el que quiera profundizar en la materia.

Nosotros localizamos la constitución de la empresa “Imprenta y Librería de Juan Colomer”, que fue constituida por Juan Colomer Salas, Bartolomé Rotger Crespí y Nicolás Mulet Reinés el 14 de julio de 1868 ante el Notario de Palma M.Sancho (nº 233), la cual dispone que como capital social, Juan Colomer vende a la Sociedad constituida las 3 partes de la imprenta que tiene en la C/ Fideos formando esquina con la Plaza de Santa Eulalia, señalada con el número 2, de la manzana segunda, por 4.000 Escudos. Corresponderá al socio Rotger todo lo concerniente al ramo de imprenta, al socio Mulet, todo lo concerniente al ramo de encuadernación y Colomer se encargará de la explotación del negocio. Otra escritura de constitución que hallamos fue la de la Sociedad Anónima Cooperativa “Biblioteca Popular”, cuyo objeto social era la “Explotación de toda clase de artes gráficas, tales como imprenta, editación, litografía, grabado, pintura, librería, encuadernación y demás análogos o similares” (22-03-1887, ante D.Juan Palou, nº 143).






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