viernes, 1 de julio de 2011

EL SIURELL.




Uno de los objetos con el cual se identifica desde siempre a Mallorca es sin duda alguna el Siurell, ese silbato de barro con forma generalmente de demonio o de payés de color blanco y con trazos de colores rojos y verdes que podemos ver en todas las tiendas de artesanía mallorquina.

Pero ¿cuál es el origen del Siurell?. Por mucho que hemos indagado no hemos encontrado una respuesta clara. Algunos estudios datan su antigüedad desde los fenicios. Otros mantienen que es descendiente de las figuritas de barro propias de la cultura minoica. Algunos que pertenece a la época islámica…pero lo cierto es que no se sabe con certeza cual es su origen. El Siurell más antiguo que se ha encontrado aquí en la isla fue la figura de un caballero semejante a los que se hallan en el museo de Granada, que apareció en las excavaciones que se efectuaron en 1968 en C’an Bordils. Esa figura data de los siglos XII-XIII.

¿Cuál es su significado?. “Siurell” quiere decir silbato en castellano. Aquí tampoco hay unanimidad en los trabajos que hemos consultado. Mientras unos lo consideran un simple juguete árabe, otros consideran que es un instrumento que empleaban los pastores como entretenimiento y para llamar a sus rebaños. Algunos le dan un valor mucho más profundo al considerarlo un objeto religioso por algunas coincidencias y similitudes encontradas en restos arqueológicos que aparecieron en Creta, Grecia, Chipre y la isla de Cerdeña. Al Siurell se le han atribuido también, fuerzas mágicas que nuestros antepasados usaban para calmar la fuerza de los vientos a los consideraban fuerzas incontrolables de la naturaleza. La cuestión es que tampoco se sabe.
Para confeccionar un Siurell, el artesano comienza primero por modelar las distintas partes de la pieza con un barro de color claro denominado “llamuga”. Después confecciona el silbato que estará unido a la peana donde se va a depositar la figura. Con un “tronquet d’albo” (una ramita), el artesano vacía el silbato y deja un agujero para soplar y otro en la parte superior en forma de caña para que salga el aire buscando el silbido característico del Siurell. Después comienza a ensamblar las diferentes piezas hasta formar la figura que irá modelando con sus dedos.

Una vez ensambladas las partes, se deja secar la pieza y después se cuece. Para finalizar el Siurell, el artesano lo introducirá en un baño de cal cogiéndolo por el silbato, lo que hace que toda la figura quede encalada menos ese trozo. Después lo pintará generalmente con rayas de color rojo y verde, aunque en algunos pueblos emplean también el azul y amarillo. Las pinceladas de colores se pueden manifestar de diferentes formas (paralelas de diferente color o perpendiculares o combinando una pincelada larga con puntos de otro color para formar así un motivo caso floral). Antiguamente los pigmentos utilizados eran fundamentalmente anilinas naturales. Ahora se pintan con pinturas sintéticas.

Los talleres artesanos donde se suelen fabricar los Siurells en la actualidad están situados fundamentalmente en Inca, Sa Cabaneta, Llubí, Felanitx, Sineu, Artà, Santa Maria y Consell, siendo el municipio de Marratxí el que más importancia tiene en cuanto a su fabricación, ya que en él se encuentran las principales alfarerías artesanales de la isla.


El pintor Joan Miró estuvo muy influenciado por esta misteriosa figura. Los colores de sus obras recuerdan muy a menudo la fisonomía del Siurell.

 
 

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