martes, 15 de febrero de 2011

EXCURSIÓN BINIBONA/SES FONTANELLES (8.902 Km. 3 H. 15 m.).


Esta excursión no es apta para personas con problemas en las rodillas, sobrepeso y algunos años encima.

Llegamos a Moscari y una vez allí nos dirigimos a Binibona para dejar los coches. Binibona está formada por unas cuantas casitas y algunos hoteles rurales preciosos. Una vez aparcados los coches, comenzamos a andar por el camino que conduce a las posesiones de Ses Fontanelles (nuestra meta ya que se puede continuar hasta Es Coll de Sa Batalla y no sé donde más).

Vamos andando por este caminito bordeando una pared de piedra seca, atravesando algunas posesiones donde pastan muchas ovejas. Los olivos, algarrobos y almendros que hemos visto hasta ahora, van desapareciendo a medida que nos dirigimos hacia la montaña. LLega un momento que el cauce de un torrente, hoy seco,  nos corta el camino. Debe haber periodos que baja mucha agua por él, por las pequeñas presas que hay construidas. Lo atravesamos y buscamos las marcas que nos señalan el sendero por donde hemos de seguir. Aquí viene el calvario. Es un camino para personas con un 15% de desnivel, más o menos, estrecho y formado con piedras sueltas destroza tobillos (en las fotos lo podéis apreciar) que se dirige hasta el interior de las montañas. Estamos ascendiendo al Puig de Ses Fontanelles. Durante la subida ni hay vistas ni hay nada, solo montaña y además con el esfuerzo que estás haciendo no puedes perder de vista donde pisas si no quieres pegarte un morrazo. Después de 2 horas aproximadamente de sendero sinuoso y complicado, llegas hasta unas casas semi derruidas y abandonadas (o no abandonadas porque había signos de que las estaban reformando). ¡Quién debía vivir en ese lugar apartado de la mano de Dios y cómo era posible que alguien hubiera subido aquellos sacos de portland que había allí secos...!. Desde ese lugar, los excursionistas expertos pueden continuar la marcha hasta llegar al Coll de Sa Batalla… En Internet vienen todos los detalles de la excursión completa. Nosotros comimos allí y regresamos por donde habíamos venido. Y si fue difícil la subida ¡más difícil fue la bajada!. Has de estar fijándote siempre donde pones los pies que se te van doblando una y otra vez por las piedras viendo las estrellas. Y no te digo las rodillas, en continua flexión hasta que llegamos de nuevo al torrente. ¡Bendito sea Dios!.

Una vez en el plano, ya estamos de nuevo camino de Binibona atravesando las posesiones de las ovejas.  Ahora te fijas más en aquellos campos preciosos llenos de olivos, algarrobos y almendros. Ese caminito se hace ahora fácil, agradable y corto hasta llegar donde dejamos los coches.

En fin una excursión que no recomiendo. Los que sufrimos de artrosis vale más que no vayamos. Difícil, sin vistas y si encima el día está nublado, como estaba cuando nosotros fuimos, no ves nada bonito aunque, repito, no tienes muchas oportunidades de ir levantando la vista para ver si hay alguna panorámica que valga la pena observar. Solo tienes ganas de llegar de una puñetera vez.  Muchas piedras, rocas y matorrales. Nada más.  ¡Hasta la próxima! que espero sea mejor.

Fotos: Miquel Barceló

No hay comentarios:

Publicar un comentario