Decíamos que era un sitio obligado para visitar porque las vistas desde la cima son impresionantes. No nos extraña que en la prehistoria viviera gente allí arriba, porque se puede divisar cualquier cosa que se mueva a kilómetros de distancia, simplemente girando la vista 360º. En el video lo podéis comprobar.¡Impresionantes vistas! que abarcan desde las montañas de Sa Mola d’Andratx, S’Esclop, Galatzó, Na Burguesa… hasta toda la costa de Calvià (Magalluf, Rafaubetx, Santa Ponça, Paguera…) Además es un lugar de enorme interés arqueológico ya que la mayor parte de yacimientos que ahí se encuentran pertenecen a la cultura talayótica (1000-123 A.C.).
Existen también varios asentamientos que datan de la Conquista de Mallorca por parte del Rey Jaume I en 1229, cuyas tropas desembarcaron precisamente en Santa Ponça muy cerquita de donde nos encontramos y que indudablemente tuvieron que subir hasta este punto estratégico.
Al llegar hemos dejado el coche en el parking de la Escuela de educación infantil y primaria “Puig de Sa Morisca” que está justo en la falda del Puig. En el mismo parking existen unos paneles indicativos que te señalan las tres rutas que puedes hacer en el recinto y los restos arqueológicos que puedes encontrar. Nosotros, como ya hemos dicho, hemos cogido el del centro que va directamente a la cima. 
Mientras vas ascendiendo las vistas son cada vez son más impresionantes y puedes ir contemplando restos de murallas, de columnas, de habitaciones prehistóricas y donde se halla la cruz, restos de una torre de defensa.
En la cima hay un mirador con una plataforma a modo de observatorio que te permite contemplar perfectamente lo que es todo el término de Calvià.
Después de permanecer mirando aquél impresionante paisaje durante un buen rato, iniciamos la bajada por la parte suroeste del Puig, es decir, por el lado contrario de donde hemos venido. Abajo tenemos el campo de golf, al fondo la isla del Toro.
Vamos descendiendo y nos encontramos con dos barracas de carboneros perfectamente restauradas. En 15 minutos hemos descendido el promontorio y continuamos por un caminito que bordea la rejilla que delimita el campo de golf. Tras caminar unos quince minutos, salimos a la carretera de la urbanización que circunda el Puig.
El ascenso al Puig es muy cortito, por lo que no importa llevarnos nada de material especial.
Una pequeña excursión, muy bonita e interesante. ¡Hasta la próxima!.
Barraca de carboneros
