viernes, 10 de enero de 2014

EL CORDERO MALLORQUÍN.


 
Los que tenemos por costumbre ir de excursión por la isla, podemos observar la cantidad de ovejas que pastan a sus anchas prácticamente por todos los lugares, ya sean de montaña o en el llano. Ovejas sueltas, rebaños organizados, grupos reducidos y todas ellas acompañadas casi siempre de su respectiva prole.

Hemos querido saber  algo más sobre esos mansos y conformistas animales que parecen tener asumido el destino de haber nacido únicamente para vestir y alimentar a los humanos. ¡Mira que son dóciles e inofensivas las pobres!.

La oveja mallorquina es una raza entroncada en el ganado ovino del área insular mediterránea (entre las razas Corsa, Sarda y Siciliana) por la relación del comercio que siempre ha existido entre Mallorca y esas Islas.

La oveja blanca (como también se la denomina), es un animal rústico, armónico, de temperamento tranquilo, de lana basta de color blanco con un pelaje variable y su tamaño corporal y peso varía mucho según las condiciones y zonas de explotación, pero suele oscilar entre los 35 y 65 Kgs. de peso las hembras adultas. También, pero en menos cantidad, está la oveja roja mallorquina de similares características pero con la diferencia del color de su cabeza y lana que suele ser rojiza.

La raza dispone de Libro genealógico, publicado en el Boletín Oficial de las Islas Baleares en fecha 19 de mayo de 2001. La estimación del censo de los animales en pureza, obtenida a través de la Asociación de ganaderos de la oveja de raza mallorquina, es de 6.500 cabezas de los cuales unas 2.500 están inscritas en el Libro genealógico.

Su producción más importante es la carne. Aquí en la isla la oveja se destina principalmente para la venta de crías para su consumo, con una producción muy apreciada por su calidad en la gastronomía isleña; si bien, una vez visto el video que figura al final de este post, nos hemos quedado sorprendidos viendo cómo se selecciona a esos animales para su comercialización y como se desecha el resto. Advertimos ya que las imágenes que se reproducen en el mismo pueden herir la sensibilidad de algunas personas, como a nosotros nos ha ocurrido. Pobres corderos.

Pero continuemos.  Simultanear el cultivo del olivo con el ganado ovino es una práctica muy común en Mallorca por la doble función que realizan las ovejas eliminando la vegetación espontánea, malas hierbas, hojas caídas y a su vez, aportando el abono orgánico necesario, proporcionando un equilibrio nutritivo al árbol permitiendo minimizar el uso de productos fitosanitarios y abonos, evitando de esta manera la contaminación del medio, especialmente de las aguas subterráneas; si bien, las grandes explotaciones dedicadas a la cría del ganado lanar,  tienen organizados campos de pastos para la alimentación directa del ganado, permitiendo de esa forma planificar la producción de crías a lo largo de todo el año.

Desde tiempos remotos el hombre se ha abrigado con su lana, aunque en la actualidad parece que el negocio de la venta de lana ya no tiene la rentabilidad que antaño. No obstante, la primera esquila de las ovejas se produce cuando tienen entre siete y nueve meses. Esa lana primeriza es la más cotizada porque produce una lana mucho más fina que la lana madura, si bien se las suele continuar esquilando, casi siempre en primavera, para que en verano no pasen calor y se les renueve la lana que van a necesitar al invierno siguiente.

Una oveja suele vivir un promedio de unos quince años y su periodo de gestación dura 5 meses. Las ovejas suelen parir a menudo gemelos, aunque algunas hembras pueden tener un solo cordero o por el contrario trillizos o incluso cuatrillizos, aunque los gemelos es el parto más común. La mayoría de corderos pesan alrededor de 4,8 Kgs. al nacer y ya pueden caminar minutos después del nacimiento para poder mamar y seguir a su madre. No obstante, el 20%  de los corderos nacidos pueden morir poco después del nacimiento si no tienen ciertas condiciones para su supervivencia. Algunos mueren de hambre porque sus madres los rechazan o no producen suficiente leche, mientras otros suele sufrir de hipotermia.
 
 
En las explotaciones ganaderas, los granjeros suelen tener sitios especiales para que las ovejas den a luz cuidando todas esas condiciones adversas incluso proporcionando asistencia veterinaria si los partos vienen con complicaciones como suele ocurrir a menudo con nacimientos múltiples.

Los corderos  beben la leche de su madre hasta los cuatro meses, si bien a partir de las dos semanas de edad ya comienzan a mordisquear la hierba, el grano y el heno, ya que nacen con ocho dientes de leche que les irán cayendo dos cada año hasta que todos hayan sido reemplazados por dientes maduros.

Es común que durante la lactancia de cuatro meses la hembra pierda  hasta 5 Kgs. de peso, por lo que los ganaderos suelen ofrecer a las madres alimento en cantidad y calidad adecuada para que la lactancia no afecte la producción futura de la hembra.

Una de las cosas que siempre nos ha llamado la atención, es ver a los corderitos con largas colas y sin embargo todas las ovejas adultas tienen la cola corta. ¿Se les corta la cola?. Pues sí.

Los corderos nacen con largas colas y se las tienen que cortar porque tiende a impregnarse de heces que atrae a moscas y otros insectos y es absolutamente necesaria para mantener limpia la región perineal e inguinal, controlar los parásitos externos, mejorar el aspecto de los corderos y facilitar la reproducción de las hembras. ¿Cómo se realiza el descole?. Pues por lo visto hay tres métodos y se suelen realizar a partir de la primera semana de vida porque a mayor edad, existe un mayor riesgo de que se presenten hemorragias: Con navaja o bisturí, con emasculador  o con banda elástica (elastrador). El corte se efectúa entre la primera y segunda vértebra para las hembras y tercera para los machos.


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