Es quizás, la mejor pianista del momento. Esta china nacida en Pekín en 1987, rompe todos los estereotipos de las concertistas clásicas. Su forma de ser, de vestir, de actuar y de tocar el piano, ha hecho que su fama suba como la espuma gracias a las redes sociales donde tiene millones de visitas.
Hija de una bailarina y de un músico percusionista, comenzó a estudiar piano a los 6 años animada principalmente por su madre. El “The San Francisco Chronicle” la define afirmando que “escucharla en acción supone reexaminar cualquier creencia que pudiéramos tener sobre lo que quiere decir tocar el piano”.
Ella dice que “soy como soy y no podría ser de otra manera” haciendo mención a su estilo en directo que atribuye a “una manera de ser natural” que choca en ocasiones con el desconcierto de los aficionados más clásicos. Su vestuario, que va desde lo más clásico a lo más moderno con atrevidísimas minifaldas y zapatos con grandes tacones y plataformas, no le impide demostrar en cada concierto su excepcional potencia musical conectando siempre con un público entregado a ella.
Yuja, que ha tocado con todas las grandes orquestas (Nueva York, Los Angeles, Chicago, Cleveland, Lucerna…bajo la dirección de los más prestigiosos maestros y ofrece una serie de 120 conciertos al año tocando como solista) graba en exclusiva para “Grammophon”, donde tiene registradas obras de Rachmaninov, Chopin, Stravinski o Liszt, entre otros. “Puedo convertir en sexy cualquier música” afirma y la verdad es que tiene razón.
Todo un placer verla y escucharla tocar su piano.
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