domingo, 26 de octubre de 2014

LAS ERMITAS DE MALLORCA.




Del Libro “Mallorca Eremítica” escrito por “un ermitaño” en el año 1965, resumimos la siguiente información.

            Ermita –Monasterio de Miramar (Valldemossa).

Una vez conquistada Mallorca toda la alquería de Deyá tocó a D.Nuño Sanz y éste la cedió a los monjes cistercienses. Posteriormente el rey Jaime II accedió a la voluntad de Ramón Llull de fundar allí un colegio para el estudio de lenguas orientales y tras su edificación se edificó a su vera una capilla dedicada al Misterio de la Santísima Trinidad.
Por un lugar privilegiado a la orilla del mar, se llamó ya desde un principio “Miramar”.

En 1300 cuando ya se había dispersado la escuela lingüística, los monjes de La Real lo ocuparon y posteriormente los Cartujos, los Jerónimos, los Dominicos… La primera imprenta que se establecía en Mallorca se fundó allí en 1485. En 1562 había ermitaños que residían en el Monasterio y otros por las cuevas y ermitas pequeñas que había por el bosque de Miramar.

Con el tiempo, esta antigua Ermita cuyos cimientos puso el mismo Beato Ramón Llull, pasó a manos de seglares hasta que fue adquirida por el Archiduque Luis Salvador, el cual restauró lo que pudo de la vieja iglesia no quedando de la primitiva sino una capilla lateral arruinada que fue convertida en una pequeña iglesilla y en el exterior de la capilla hay una modesta cruz que señala la tumba de los ermitaños.
Esta Ermita-Monasterio de Miramar no debe confundirse con la actual Ermita de Trinidad situada también en el mismo bosque.

       Ermita de Betlem (Artà).

Entre las Ermitas habitadas actualmente es la de más reciente construcción. Fue fundada sobre las ruinas de la alquería moruna de Binialgorfa en el año 1805 (Clicar). El 24 de Julio de 1805 el propietario de los terrenos D.Jaime de Morey hizo donación a favor de los ermitaños de dos cuarteradas de tierra, una torre de defensa desmoronada y de una fuente de agua viva. Sus restos descansan en la capilla de la Ermita.

El 1 de junio de 1806 se bendijo la torre adecentada para Oratorio. Las monjas capuchinas de Palma donaron el Santo Cristo que se venera con mucha devoción. A partir de esta fecha varios ermitaños residieron en este lugar. El 24 de Diciembre de 1824 fue bendecida la nueva capilla construida por el maestro de obras José Lladó, de Valldemossa, que en su juventud había trabajado en la iglesia cartujana de su pueblo natal.

Esto contribuyó a que la Iglesia de Belén sea una copia pequeña de aquella. Las hermosas pinturas de la cúpula son del famoso pintor Francisco Parietti ejecutadas en 1863.

Las obras de la capilla y actuales dependencias se  realizaron de forma muy precaria al tener que transportar los materiales por mar desde Sóller o conducidos a lomos de un asno. El cementerio que existe dentro del cercado se construyó en 1830 donde descansan varios sacerdotes y 16 Ermitaños.

      Ermita de Ca’n Sales (Pollença).

En Pollença detrás del montículo del Calvario, se hallan los restos de lo que fue esta Ermita fundada por un grupo de mujeres que la habitaron durante algún tiempo. La viuda de Bernardo Olzina, su hija Simona y Dulcia Blanch, abandonando el mundo banal se retiraron en este agreste lugar solitario para darse a la vida contemplativa hasta que lo abandonaron en 1362 para trasladarse al Santuario del Puig de Santa María. Aún pueden verse  restos de lo que fue su morada, un aljibe roto y los cimientos de varias habitaciones.

      Ermita de Cristo Rei (Selva).

Está situada los restos que quedan a dos kilómetros de Selva. Uniendo el pueblo con la Ermita hay un espacioso camino además del que parte desde la carretera de LLuc.

Desde el siglo XVII los habitantes de Selva peregrinaban al Santuario de Santa lucía de Mancor  enmarcado entonces dentro de su mismo término. Al ser declarado Mancor villa independiente, el citado Santuario quedó dentro de los límites de esta última villa y los habitantes de Selva pensaron en levantar un Santuario propio en la colina denominada “Puig de ses coves d’en Galileu”, dedicando el templo a Cristo Rey (primera iglesia erigida bajo tal advocación).

      Ermita de Génova (Palma).

A unos tres kilómetros de este caserío y a unos trescientos metros del antiguo “camí dels Reis” existe un viejo edificio en la actualidad muy modificado, conocido desde tiempo muy antiguo como “s’Ermita”.

Se supone que fue levantado por Ermitaños pero no existe ningún documento que lo atestigüe. En la actualidad se conserva la capillita decorada con pinturas murales, un antiguo Sagrario, pila de agua bendita, un confesionario, etc.etc. Quedan también algunos bancales con olivos, un viejísimo aljibe y varios recipientes labrados en piedra. En la actualidad es una quinta de recreo.
 
      Ermita de Santa Margalida de Crestaxt (Sa Pobla).

Este es uno de los Oratorios más antiguos de Mallorca. Se halla a unos 4 kilómetros de Sa Pobla, junto a la carretera que conduce a Pollença. Por sus alrededores se han encontrados restos de las épocas talayóticas, romana y sobre todo árabe.

No se sabe la fecha de la construcción del primer templo, pero sí que sirvió de parroquia hasta el año 1300 en que se empezó la actual dedicándola a San Antonio Abad.
Santa Margarita de Crestaig quedó entonces solitaria y convertida en humilde ermita. Se sabe que se hicieron varias reformas. En 1673 se colocó un nuevo retablo. En 1820 se renovaron se reformaron las paredes del templo y se hizo la actual bóveda de cañón. En 1895 se hicieron obras en la fachada y atrio de estilo bizantino que son las actuales.
Actualmente está custodiada por un “donat”.

      Ermita de Sa Cova de Sant Martí (Alcúdia).

Cerca del Puerto de Alcudia y en dirección sur, en la ladera de una colina, se halla una cueva-santuario que quizás se trata de lo más antiguo de Mallorca. La tradición señala que sirvió de catacumba paleocristiana a los moradores de la antigua Pollentia que profesaban la fe cristiana durante la dominación romana.

Cuando Jaime I conquistó Mallorca se restauró la cueva y se le añadió un altar a San Jorge, patrón de los catalanes. En algunas contrahuellas de la escalera que conduce al interior se ven unos grabados muy rudimentarios de estilo románico.
La nota más antigua que se posee está fechada en 1266. En 1710 se construyó una modesta hospedería junto a un antiguo aljibe romano cuyos restos aún perduran (clicar).
Después de muchos años de abandono en 1954 se comenzó una digna restauración que concluyó dos años después. Se baja  a la cueva por la antiquísima escalera en parte restaurada. La casi totalidad de la cueva está al descubierto y en su centros se halla el brocal de un pozo. La capilla está a la izquierda de la cueva.

      Ermita de l'Inmaculada (Sóller).

Este moderno Santuario se encuentra a unos 7 kilómetros de Sóller tomando la carretera que conduce a LLuc (Clicar).
Por estar situado en el lugar denominado “Olivar del Fenàç” es conocido el Oratorio con este nombre.

En 1915 se empezaron las obras de una original capillita dedicada a Nuestra señora de Lourdes que fue bendecida el 17 de junio de 1917.

Al costado de la misma se levantó el nuevo Santuario dedicado a la Virgen bajo la advocación de “Santa María del Olivar” siendo bendecido el 14 de Mayo de 1944.Una escultura de la Inmaculada tallada por D. Miguel Vadell preside la Iglesia.

      Ermita de la Santísima Trinitat (Valldemossa).

Está situada a 4 kilómetros de Valldemossa y a unos 400 metros de altura sobre el nivel del mar.
Aunque no se sabe quien puso sus cimientos sí se conoce que en 1648 el Vble. Ermitaño Juan Mir se estableció en este sitio aprovechando los restos de diminutas Ermitas individuales y levantó la pequeña iglesia que aún se conserva aunque transformada en locutorio “S’Oratori”. Esta capillita fue dedicada a la Purísima Concepción que aún se conserva.
Foto: Emilio Alonso
En 1703  los Superiores decidieron levantar una nueva Ermita al costado de la ya existente que se terminó dos años más tarde. Dada la afluencia de vocaciones se construyeron las celdas al estilo cartujano, la iglesia en medio con un corredor que la circunda y junto a éste las celdas que eran dobles, una para trabajar y comer y la otra para rezar y dormir, quedando todo el edificio rodeado por un alto muro y clausurado severamente a las mujeres incluso el oratorio. 
Ermitaños de Trinidad
En 1707 se concedió permiso para excavar una sepultura en el centro de la capilla para enterrar allí a los Ermitaños que fallecieran hasta que en 1898 fue bendecido el nuevo cementerio.
Desde su fundación hasta el año 1921 fue la casa residencial del Superior General de los Ermitaños.

En esta Ermita en tiempos pasados eran confinados temporalmente  los sacerdotes cuya conducta dejaba algo que desear.
La vista que se devisa desde la Ermita está catalogada por algunos escritores como “el mejor balcón del Mediterráneo”.

             Ermita de Maristella (Esporles).

Hacia el año 1890 la señora Magdalena Ferrá, donó a los Hermanos Carmelitas fundados por el P.Palau, una porción de terreno en un monte de Esporles perteneciente al predio Son Ferrà. Estos religiosos ayudados por devotas personas levantaron una capilla dedicada a la Virgen del Carmen y más adelante construyeron celdas y otras dependencias (Clicar).
Los Ermitaños fueron muriéndose y algunos en extrañas circunstancias por la que la Ermita pasó al Obispado diocesano.
Por voluntad del rector de la parroquia de Esporles, Mn.Mateo Tugores, se trocó la denominación de la Ermita y se la llamó Maristella, pero sin cambiar la titular. También es conocida por “Ermita Ferrana” por formar parte de la citada heredad. Dicho rector restauró y amplió las dependencias y trazó un espacioso camino que quedó sin concluir dadas las extremas pendientes que hay en según qué trazos, donde murieron varias mulas que transportaban los materiales por el esfuerzo realizado.

En el umbrío encinar de la Ermita se levantó una colosal estatua del Sagrado Corazón que preside este montículo situado a 580 metros sobre el nivel del mar.
En la actualidad la Ermita está cerrada y solamente se abre en determinadas ocasiones durante todo el año.

       Ermita de Nostra Senyora de Bellver (Palma).

En 1571 llegaba al Convento de Padres jesuitas de Montesión en Palma el Hermano Alonso Rodríguez que fue declarado Santo en 1888. Según contó él mismo un día se le apareció la Virgen Maria en el bosque de Bellver cuando acudía al castillo acompañado de otro sacerdote a  decir misa en la capilla de San Marcos que allí existe. Dice la tradición que era un día muy caluroso y como el camino era largo y sinuoso se le apareció la Virgen la cual le limpió el sudor con un lienzo. 

En el lugar de la aparición se levantó un pobre monolito con un azulejo que representaba la aparición. En el año 1885 se edificó la actual capilla en cuyo interior se ve el mencionado azulejo. En el modesto retablo está la titular Nuestra Señora de Bellver en ademán de limpiar el sudor al arrodillado San Alonso. De ningún otro Santuario de los que existen en Mallorca nos cuenta la tradición sino de éste que la Virgen haya puesto allí sus pies.
Se puede llegar hasta la capilla por una magnífica carretera por el boque que llega hasta la misma plazoleta, o bien por unas escaleras que desde la entrada del bosque conducen hasta ella.
Se sabe que custodiaron esta capilla varios ermitaños en el transcurso del tiempo y también por un “donat”.

             Ermita de Nostra Senyora de Bonany.

Está situada unos 4 kilómetros de la villa de Petra y a unos 317 metros sobre el nivel del mar. En el año 1600 una gran sequía asoló la isla lo que provocó una escasísima recolección de granos y frutos a excepción de petra que, gracias a las fervorosas súplicas a la Virgen, llovió en abundancia. Este año fue llamado “bon any”.
 
Las obras de la nueva Ermita dieron comienzo hacia 1604 de la cima del Puig de la Alquería María o también Puig de Son Burgues (Clicar).
En 1697 se iniciaron las obras de ensanchamiento de la capilla así como de las demás dependencias. Parte de éstas son las que ocupa la comunidad actualmente. En 1895 los Jurados de la villa  renunciaron a todos sus derechos sobre la Ermita y la entregaron a la autoridad eclesiástica la que, a su vez, confió el santuario a la Congregación de Ermitaños de San Pablo y San Antonio.

En 1918 se concluyeron las obras de la hospedería consistiendo en 6 celdas, cocina y comedor.
En 1919 la bóveda de la antigua capilla se derrumbó y en vez de levantarla de nuevo se decidió construir una nueva cuyas obras quedaron terminadas el 28 de junio de 1925.

            Ermita de Nostra Senyora de Cura (Algaida).

En la cumbre del monte de Randa se levanta hoy un Santuario espléndido, cuidado y restaurado por los frailes Franciscanos desde 1913.

Hacia 1275 el maestro Ramón Llull, subió a este monte para vivir una vida eremítica. De momento se instaló en una cueva que aún se conserva en parte y con el tiempo edificó una pequeña Ermita dedicándola a “Nostra Dona Santa María”. 


La imagen de la Virgen que preside la capilla se la conoció primeramente como “Nuestra Señora de Randa” hasta que en 1549 se la cita ya con el nombre de Nuestra Señora de Cura. Hubo en esta Ermita una escuela de gramática que se extinguió en 1826 (Clicar).
El día 5 de Junio de 1955 se celebró la coronación de la vetusta imagen de María Santísima en un acto solemne con privilegio pontificio.
Actualmente existe una cómoda hospedería y un restaurante al servicio de los visitantes. La carretera que sube al Santuario partiendo desde Randa es cómoda y de fácil acceso. La altura total de este monte es de unos 548 metros sobre el nivel del mar desde donde se divisas unas vistas extraordinarias.

            Ermita de Nostra Senyora de Gràcia (Algaida).

El Monte de Randa vio florecer una nueva Ermita antes de la mitad del siglo XV. En la parte Sur del citado monte quedó abierta una enorme oquedad. En 1440 el franciscano P.Antonio Caldés decidió entregarse totalmente a la vida contemplativa y para ello escogió esta enorme cueva, morando en ella y al poco tiempo pensó en construir una humilde Ermita siendo ayudado por otro hermano.


Luego, una vez fallecidos los dos fundadores, fueron viniendo otros franciscanos que ampliaron y añadieron varias dependencias con el beneplácito del dueño de los terrenos que pertenecían al predio “S’Aresta”.
Parece que en 1504 se hallaba vacía pues los mencionados ermitaños no debieron tener discípulos que continuaran su obra. En este año los jurados de la Villa de Llucmajor, cedieron la rústica casa  a un sacerdote llamado Mn.Jaime Arnau, con la misión de enseñar a leer y escribir a cuentos se presentaran a tal fin.

Este Oratorio estaba dedicado a Santa Ana, sin embargo el citado P.Galmés adquirió una preciosa imagen de la Virgen que colocó en un altar lateral y la llamó Nuestra Señora de Gracia y en 1776 el entonces Obispo Díaz de Guerra  mandó que la citada Virgen fuera colocada en el altas mayor en lugar de la titular Santa Ana.
La iglesia actual ha sido reconstruida y aumentada en varias ocasiones. Cuando se entra puede observarse en la primera capilla de la izquierda lo que fue la primitiva Ermita dedicada a Santa Ana cuya imagen restaurada preside la  antigua capilla.
Se accede desde Randa por la misma carretera que sube al Santuario de Cura después de un corto recorrido.

              Ermita de Nostra Senyora de La Pau (Algaida).

Este Santuario, conocido también por el nombre de “Castellitx”, está situado a 5 kilómetros de Algaida en la carretera que conduce a Llucmajor y a unos 100 metros antes de llegar a la que sube a “Cura” se toma un camino de carro y a unos 2 kilómetros se encuentra el Santuario.

En 1236 ya existía este templo y en 1248 la famosa Bula del papa Inocencio IV cita la parroquia de “San Pedro de Castellitx”, hasta que en 1466 cesó e ser parroquia siendo en este tiempo iglesia sufragánea. Fue en el siglo XVIII cuando se cambió el santo titular por la antigua imagen de la Virgen “Mare de Déu de la Pau”.

Se sabe que en los primeros años de la conversión de Ramón Llull fue muchas veces a visitarla así como también por los Ermitaños de moraban en el Puig de Randa ya que eran feligreses de esta parroquia (Clicar).
Este templo ha conocido épocas de abandono al igual que otros, pero en la actualidad está muy bien conservado. Un alto muro lo circunda separándolo de los demás terrenos de la vecina heredad.


Lo que quizás sea de más autenticidad y lo más antiguo de esta ex parroquia es la pila bautismal, es un gran recipiente de tiesto forrado en el exterior por una capa de argamasa.

              Ermita de Nostra Senyora de Portals (Calviá).

Es tradición que una nave genovesa que se hallaba en alta mar a punto de zozobrar, llevaba en sus bodegas una imagen de la Virgen maria a la cual los marineros imploraron la ansiada bonanza prometiendo que dejarían la figura en la primera tierra que abordaran si se salvaban.
Así fue cuando divisaron Mallorca y el lugar escogido fue una cueva en el lugar denominada “Sa Porrassa” en el término de Calvià muy cerca de una cala llamada “Portals”.

Esta imagen la encontraron unos pescadores que excavaron un tosco retablo en la misma cueva y encendieron una lámpara de aceite colocada en una tinaja que los devotos iban cuidándose que jamás estuviera apagada. Esta tinaja de aceite era para los pescadores que carecían de él; lo pedían prestado a la Virgen con la condición de devolvérselo luego duplicado, costumbre que duró muchísimos años. Pero como ese lugar era de difícil acceso por tierra quisieron construir un adecuado camino y adecentar aquél piadoso lugar, pero los propietarios del terreno no se avinieron a ello.
En el año 1863 el Marqués de la Romana dueño del predio “Bendinat”, ofreció el terreno llamado hasta entonces “Es Terrés” y a partir de entonces “Portals Nous”  para levantar la Iglesia que, una vez finalizada, albergó de nuevo la imagen de la Virgen que había sido depositada en la Parroquia de Calvià.
Cerca de la Iglesia se levantó una casa para el “donat” y más tarde se llevaron a cabo algunas obras para ensanchamiento y restauración del templo.
          
           Ermita de Nostra Senyora del Puig de Maria       (Pollença).

Situado este cerro junto al pueblo de Pollensa, durante la dominación islámica ya se conocía por el “Puig de Santa María”. Las devotas Ermitañas de C,an Sales se trasladaron aquí en 1364 y unos cuantos años más tarde el Rey Pedro IV de Aragón cedía tres cuarteradas de tierra en lo alto del Puig a las religiosas.

Fueron muchos los legados que desde un principio se hicieron al Monasterio. Por otra parte, muchas religiosas pertenecían a la nobleza mallorquina, contribuyendo todo ello al aumento y esplendor de la santa morada.  Otras personas también moraban junto con las monjas, eran las llamadas “fadrinetes de criança”, es decir jovencitas hijas de las más ilustres familias las cuales recibían junto con la instrucción, finos modales, conocimientos de delicadas labores y sobre todo cristiana educación, lo que les llevó a tener una gran estimación por todos los pollençins.

La disposición del Concilio de Trento de prohibir a las religiosas morar en despoblado, las obligó a dejarlo el 13 de Noviembre de 1564 y trasladarse a Palma donde fundaron el Monasterio de la Concepción (Clicar).
Y al quedarse la Ermita abandonada obligó al Obispo a entregárselo a los Jurados que procedieron a restaurar todas las dependencias, restauración que se volvió a llevar a cabo a finales del siglo XIX.

En 1917 el párroco de Pollença Mn.Mateo Alzamora conocedor de la labor benéfica que los Ermitaños prestan a los Santuarios, hizo los trámites necesarios para que una comunidad eremítica lo habitara. El 29 de Abril de ese año los Ermitaños Simeón, Agustín y Juan acompañados por las autoridades, clero y fieles subieron en procesión llevando el Smo. Sacramento.  Desde entonces los ermitaños se encargaron de la conservación de la Ermita la cual conserva en la iglesia un precioso retablo gótico. El refectorio gótico imponente también es de destacar donde existe una cisterna de agua muy fresca. En la actualidad el Santuario está al cuidado de un “donat”.

           Ermita de Nostra Senyora del Refugi (Alaró)

Esta Ermita se halla dentro del histórico castillo de Alaró y si bien hay quien supone que ya existía antes de la dominación árabe, se sabe que en 1622 el párroco de Alaró Mn. Juan Coll, natural de Binissalem, organizó una procesión de rogativas a la cima del castillo, donde llegados los peregrinos celebró una misa todo ello  para impetrar del cielo la lluvia que los secos campos necesitaban.


Las súplicas fueron oídas y llovió copiosamente y por ello, propuso al pueblo edificar en lo alto del monte una Ermita y dedicarla a la Virgen Maria bajo la advocación de “Ntra. Sra. Del Refugio” (Clicar). A partir de entonces se instaló un ermitaño llamado Jaime Sampol (alias Angelí) natural de Alaró y desde su muerte fue ocupada por otros ermitaños hasta 1879 en que después de épocas de abandonos y otras de esplendor llegamos a la actual que está cuidada por un “donat”.

Tanto la diminuta capilla como la imagen de la Virgen son en la actualidad las mismas que antaño, aunque algo restauradas.

           Ermita de Nostra Senyora del Rosari (Andratx).

Situada en la cima del “Puig de Son Orlandis” al Puerto de Andratx (Clicar), parte desde la carretera un camino que conduce a esta Ermita, donde se instalaron azulejos del Vía Crucis que aún se pueden observar algunos que quedan sin destruir.

Para la construcción de esta Ermita se aderezó la torre de un viejo molino, se le añadió alguna pequeña edificación y el 7 de junio de 1935 era bendecida por el fundador y promotor Mn. Pedro Suasi.

La imagen titular es una figura de la Virgen, obra del siglo XVII, que se halla custodiada en la parroquia de Andratx dado el estado en que se encuentra en la actualidad la capilla.

             Ermita de Nostra Senyora de la Bonanova (Génova).

Sus orígenes son inciertos y lo más antiguo que se conoce es la cesión de esas tierras que hizo el Canónigo D.Nicolás Gual Desmur n 1472 a los religiosos Carmelitas que llegaron a levantar una casa y capilla.

En 1794 se bendecía la nueva iglesia edificada junto a la primitiva, aprovechando parte de la antigua. La nueva fue ya desde un principio dedicada a la Virgen bajo el título de Nuestra Señora de la Bonanova.
Son muchas las opiniones que se aducen para explicare esta advocación; la más corriente es que los familiares de los mallorquines que iban embarcados les encomendaban a la Virgen y al recibir buenas noticias “bones noves” agradecidos subían a visitar a la “Mare de Déu de la Bona Nova”.
Actualmente esta antigua Ermita ha perdido todo su carácter ya que ha quedado dentro del poblado rodeada de edificaciones.

             Ermita de Nostra Senyora de la Bona Pau (Montuiri).

En el municipio de Montuiri se yergue el montículo llamado “Puig de Sant Miquel”, con una altura de 250 metros sobre el nivel del mar y a unos 3 kilómetros del pueblo. Para llegar a la cima se puede tomar una carretera que parte de la carretera de Manacor. Son unos 300 metros de distancia.
Su historia se presenta algo confusa. Se conoce un testamento de 1523 que se legan varias misas al Santuario de San Miguel y se sabe que en 1544 lo comenzó a habitar el Ermitaño Fra Crespí.
No se sabe cuando ni por qué motivo fue desplazado el santo titular, cediendo el sitio a la Virgen. Por primera vez se nombra la imagen de Maria en un inventario del siglo XVI…

         Ermita de Nostra Senyora de la Consolació (Sant Joan).

El Santuario de Consolación está situado sobre una colina a unos 1000 metros del pueblo de San Juan.

Se sube por una monumental escalinata empedrada de antiquísimas losas y cipreses a ambos lados y también por la carretera que se construyó en 1959. Junto a la Iglesia hay un patio o “clasta” que da acceso al templo. Hay una cisterna o aljibe construido en 1672, cuya agua potable es muy apreciada.
El primitivo templo fue varias veces modificado quedando solamente de él un portal lateral del siglo XIII. El resto del edificio data del siglo XVIII.

          Ermita de Nostra Senyora de la Consolació (Santanyí).

Por vez primera se encuentran referencias del Santuario de la Consolación en fecha de 1523. Ofrece el aspecto de una fortaleza que debió ser por las continuas incursiones morunas y la carretera que conduce al Santuario sale der las cercanías de la Alquería Blanca.

La única pieza de interés artístico es un retablo en cuyo centro figura Santa Escolástica abogada de la lluvia. Se supone que fue el primitivo retablo del altar mayor, lleva la fecha de 1646 y es de estilo barroco algo restaurado; el actual  data del año 1780.
Después de pasar el dintel del Santuario se ve el viejo brocal de una cisterna situada dentro de la “clasta” con una fecha borrosa e ilegible por el paso de los tiempos.

             Ermita de Nostra Senyora de l'Esperança (Capdepera).

En el año 1300 el Rey Jaime II mando que se edificaran varias villas y entre ellas las de Capdepera y como los habitantes estaban expuestos a las rapiñas de los piratas cuyos desembarcos eran muy frecuentes en esta zona, mandó construir unas murallas circundando la antigua torre de defensa imponiendo a los campesinos que construyeran sus moradas dentro del recinto amurallado.
La capilla primitiva del Castillo estuvo dedicada a San Juan Bautista siendo sufragánea de la parroquia de Artà. Este primer templo, situado en la parte más alta junto a la torre,  se supone edificado antes de las murallas del castillo y durante varias épocas fue reconstruido.
Pasados los temores e la piratería se construyó una nueva iglesia parroquial en 1840 pasando la del castillo a ser Santuario Mariano. En 1856 el castillo fue adquirido por particulares a excepción del Santuario que en determinadas épocas a estado abandonado y sin culto. En la actualidad el Santuario se conserva en buen estado y el 18 de Diciembre se celebra una fiesta popular que llama la atención con los llamados “festers”, unos braseros con teas encendidas que se colocan en el camino dentro del castillo.

         Ermita de Nostra Senyora de La Pau (Santa María del Camí).

Llamada también de “Son Seguí” por estar situada en el predio que lleva su nombre sobre un montículo de unos 150 metros.
Fue habitada por el Ermitaño Onofre de San Juan Evangelista hacia la mitad del siglo XVII y desde esas fechas no se tienen noticias de otros moradores hasta 1722.

En el año 1728 Don Nicolás Ballester y de Oleza, propietario del predio Son seguí, cedía a los Eremitas, además del cercado que ya poseían, una cuarterada de tierra laborable y otra de bosque, prometiendo vestir y calzar a dos Ermitaños así como darles pan, legumbres y otras cosas necesarias para su sustento.
La Ermita de Nuestra Señora de La Paz está a unos 500 metros de la casa predial de “Son seguí”. El conjunto de la Ermita es un cercado cuadrado de pared con un solo portal de entrada en cuyo dintel hay un azulejo con la típica inscripción “Solitudo sive vita Eremitarum Anachoritarum”. La casa actualmente se compone de Oratorio, restaurado en 1917 y detrás de la capilla hay algunas dependencias que sirven de comedor y cocina a los peregrinos.
En el interior del cercado existe una antigua y monumental cruz de acebuche que lo preside.
Existe una leyenda que dice que la esposa del colono de Son Seguí había cogido aversión al ermitaño que cada semana iba a recoger el pan que el señor del predio le había prometido. Cierto día envenenó el pan y el Ermitaño lo fue a recoger dando las gracias como siempre y cuando se dirigía a la Ermita se encontró con el hijo de los colonos que le pidió un trozo de pan que el Ermitaño le entregó. Pasadas unas horas el joven murió por las mismas manos maternas.

              Ermita de Nostra Senyora de la Victoria (Alcúdia).

Se accede por la carretera de Alcúdia al Puerto, tomando la desviación hacia el Mal Pas. Una señal indicativa, al cabo de unos cinco kilómetros nos indica como llegar.
Su historia es antiquísima ya que figura datada en 1252. En aquellas fechas era una torre y se la conocía por Santa María de la Torre. En el piso de abajo estaba la capilla y en el primer piso y segundo las dependencias para el ermitaño y peregrinos. Esta antigua edificación aún puede verse en un ángulo del actual santuario. Desde aquellas fechas fue habitada siempre por diversos ermitaños.

Su nombre le viene porque en 1522 el carmelita Fray Antonio de Avila les dijo a los habitantes de Alcudia que con la ayuda de la Virgen alcanzarían la victoria sobre los agermanados. Así ocurrió y desde entonces se la conoce como Nuestra Señora de la Victoria.
En la noche del 29 de Junio de 1684 unos piratas desembarcaron en S’Illot y descargaron su furia contra el Santuario, destruyéndolo y llevándose con ellos la esfinge de la Virgen y al ermitaño Jaime Pujals a su guarida de Argel. La citada esfinge cuenta la tradición que fue encontrada por un pastor en un lugar cercano donde se hallan tres cruces.
En 1640 se hicieron varias obras en la cercana fuente propiedad del Santuario cuya fecha puede verse grabada sobre la piedra. La capilla fue ensanchándose añadiéndose a la antigua torre otras edificaciones como celdas, comedores y cocinas para uso de los peregrinos, todo ello cuidado por un santero o “donat” a las órdenes del párroco.

          Ermita de Nostra Senyora de Montisión (Porreres).

Distante de Porreres algo más de un kilómetro se levanta el llamado Puig de Montesión, cuya altura es de unos 138 metros sobre el nivel del mar.
La antigüedad de la Ermita no se conoce con exactitud pero se calcula que data del siglo XIV. En el año 1498 se comenzó la construcción de una nueva capilla que es la actual siendo dedicada también a la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de Montesión. La imagen era de estilo bizantino tallada en madera, pero en 1734 se sustituyó por una figura de María Santísima labrada en mármol blanco, siendo costeada por la noble familia Duzay, cuyo escudo de armas figura en la peana.

En 1551 funcionaba una escuela de gramática latina y durante este tiempo fue construido un gran patio delante del Oratorio, con una cisterna en el centro y celdas alrededor formando un pentágono de forma irregular, con un pórtico de tres metros de ancho, sostenido por esbeltas columnas.
De muchos pueblos acudían a las aulas de manera que en el año 1679 pasaban del centenar los alumnos que recibían instrucción.
En 1694 se tuvo que construir una gran sala para dar explicaciones, hoy día se conserva con el nombre de “s’aula”. La escuela duró hasta finales de 1835.
En 1890 el que fue Obispo de Mallorca Pedro A. Campins por entonces párroco de Porreres  restauró el Oratorio con la ayuda de los feligreses y en la actualidad se halla bien conservado.
En cuanto al camino antiguo que conducía al Santuario era áspero y difícil para la locomoción de nuestros días, en 1954 el Ermitaño Samuel, muy perito en el trazado de carreteras, fue invitado para replantear una nueva. Así lo hizo y en el día fijado el pueblo en masa ayudó a construir en un solo día la nueva carretera.

         Ermita de Nostra Senyora del Cocó (Lloseta).

Donde se encontró, según la tradición, una imagen de la Virgen que había sido escondida por los cristianos para evitar que los hijos de Mahoma la profanasen,  fue levantado en 1878 un modesto Oratorio para conmemorar el hallazgo con una copia de la misma dándole la advocación de Nuestra Señora del Cocó, porque en este sitio quedan estancadas con frecuencia las aguas del vecino torrente.


La imagen original de madera ennegrecida que hay quien la supone del siglo X se halla en la parroquia de Lloseta en cuyo altar mayor se venera.

            Ermita de Sa Pedra Sagrada (Calvià).

Es una capilla de estilo románico de dimensiones reducidas, bien conservada, que se halla en Calviá, antes de llegar a Santa Ponça, justo delante de la depuradora.

En el interior se ve una enorme piedra que sirve de altar, que es la que, según la tradición, se celebró la Santa Misa nada más desembarcar el Rey Jaime I en estas playas (Clicar).
Este templo fue bendecido el 12 de Septiembre de 1929 por el Obispo Mn. Miralles y Sbert.
       
  Ermita de Sant Blai (Campos).


A poca distancia del lugar denominado “El Palmer” en Campos se halla esta capilla. En un principio fue la iglesia parroquial estando dedicada a San Julián como así lo atestiguan documentos desde 1248 pero al estar tan cerca del mar y expuesta al saqueo de los piratas se pensó en edificar otra más alejada y edificar junto a ella un nuevo pueblo, es decir el actual Campos.

En 1405 se conoce ya a la primitiva capilla como “vieja iglesia” sin mencionar al titular. En el año 1583 se la ve figurar por primera vez bajo la advocación de San Blas, sin que se sepa el motivo.
En el año 1595 los religiosos del Carmen que habían abandonado la vecina “Font Santa” desearon formar un convento pero el Ayuntamiento no les autorizó.
En 1916 se añadieron unos terrenos al Santuario para dar mayor comodidad a los peregrinos y en 1652 se construyó un cementerio al costado del templo para evitar el contagio de los apestados no siendo usado para tal fin hasta 1820 sirviendo hasta el año 1845.
En 1958 este abandonado camposanto fue transformado en un bello jardín. El santo titular es abogado contra los dolores de la  garganta.

            Ermita de Sant Honorat (Algaida).

En la parte de la montaña del Puig de Randa que da al Este se levanta esta antiquísima Ermita.


El 8 de Mayo de 1394 los propietarios del monte Maymón Piris y Bernardino Gener cedían al Ermitaño Arnaldo Desbrull y a los suyos todos los terrenos que éste necesitase para levantar edificios y demás tierras necesarias, al mismo tiempo que el Obispo concedía el solicitado permiso para levantar la capilla dedicado al Obispo de Arlés, San Honorato, que se inauguró el 16 de enero de 1397.


La voluntad del Ermitaño fundador así como de los donantes de las tierras fue siempre que este lugar perteneciera siempre a los ermitaños.

En 1405 el Obispo les concedió autorización a los Ermitaños para poder ser enterrados allí mismo en una sepultura que construyeron al efecto.

En 1654 se decidió levantar una nueva capilla para sustituir a la antigua que estaba en estado ruinoso, habiendo contribuido para su construcción los jurados de Algaida, si bien los que mandaban sobre la Ermita eran los propios ermitaños de Trinidad, aunque hubo épocas en que los jurados de Algaida les negaran esta posesión pero sin éxito.


En 1860 los Ermitaños solicitaron al Obispo que nombrase al Padre F.Palau, carmelita exclaustrado, como director de la Ermita, a  lo que el Obispo accedió. El Padre Palau, que había  fundado ya varias congregaciones,  asumió el mando, cambió costumbres, redactó nuevas normas y con todo consiguió que los Ermitaños antiguos abandonasen aquél lugar exceptuando dos pobre ancianos. Algunos postulantes ingresaron, entre ellos un hermano carnal del mismo, y así se formó una nueva congregación que se llamó Hermanos Carmelitas. Estos Hermanos hicieron algunas fundaciones en otras Ermitas pero donde permanecieron más tiempo si bien con carácter distinto fue en un convento que fundaron el en arrabal de Santa Catalina de Palma.


El fundador Padre Palau, se sabe que era algo excéntrico ya que se preparaba las comidas a parte de los demás y para sus rezos se hizo construir una pequeña capillita dentro el cercado, la cual aún subsiste.

En el año 1882 el penitenciario de la Catedral Mn. Magín Vidal que frecuentaba mucho la Ermita, pensó en cambiar con la anuencia del Obispo, el régimen de esta casa y establecer allí otras formas de vida que ahora eran muy distintas a lo que había sido la vida eremítica, pero no pudo tumbar el ideal del citado sacerdote y tuvo que contribuir a construir celdas para que los sacerdotes pudieran practicar los ejercicios espirituales.

En 1890 se retiró en esta Ermita el P.Joaquín Rosselló, filipense y en Agosto de este año fundaba en San Honorato la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones.

En la actualidad todas las instalaciones se hallan en buen estado de conservación y aún se puede ver un crucifijo de gran tamaño que, según la tradición, data del primer Ermitaño fundador Arnaldo Desbrull.

Es de destacar el pleito llevado a cabo por los Ermitaños con el solar conocido por “Hort dels Ermitans” que se encuentra a unos cien metros aproximados de la Iglesia parroquial de Randa y que fue el alma de la subsistencia de los mismos. Su extensión es de unos 1775 m2 y tenía un derecho de agua de la fuente de Randa de 24 horas semanales. En 1830 los ermitaños quisieron construir en aljibe para recoger el agua y para no disminuir su cabida llegaron a un acuerdo con un vecino para construirlo en su terreno con la condición de darle 5 horas de agua por semana y además debía dar un derecho de paso a los ermitaños. Pasados unos años los religiosos se tuvieron que ver obligados  a ceder formalmente el huerto.

             Ermita de Sant Joan Bautista (Valldemossa).

Está situada en el bosque de Son Galcerán y a unos 500 metros de la Ermita de Trinidad.  Forma parte de las denominadas “Ermites Velles”.


El cercado de la Ermita tiene una superficie de unos 100 m2 y está circundada por un muro no muy alto. Los restos de la capilla y lo que fue la humilde habitación del anacoreta aún se pueden observar.

En la Ermita de Trinidad se guardan tres cuadros antiquísimos procedentes de esta Ermita. En ellos están representados el titular San Juan Bautista y San Antonio.

             Ermita de Sant Joan de la Font Santa (Campos).

Este Oratorio forma parte del balneario conocido por el nombre de “Baños de San Juan” de Campos.
Ya en tiempos de la dominación romana fueron conocidas las propiedades terapéuticas de las aguas termales de la fuente que brota en este sitio. Numerosos eran los enfermos que allí acudían buscando el beneficio de las aguas e implorando el auxilio divino, por lo cual se pensó en erigir allí una capilla.

Se sabe que en 1443 ya existía la Iglesia y en 1580 se firmó un convenio entre los jurados de Campos y la orden del Carmen para que formaran comunidad en este Santuario que se dedicó a San Silvestre abogado contra la enfermedad de la lepra junto a Santa Coloma, aunque no duró mucho su permanencia allí porque en 1593 lo abandonaron.
A principios del siglo XVIII se cambió el titular poniéndose bajo la advocación del Santo anacoreta San Juan Bautista y a mediados del citado siglo se procedió a una profunda renovación del edificio.
Si bien en tiempos pasados esta iglesia solitaria fue considerada como una Ermita, actualmente todo ha cambiado y ahora se halla convertida en un hotel de aguas termales, aunque se mantiene el Oratorio y se celebran misa todos los días.

           Ermita de Sant Llorenç (Deià).

Esta iglesia esté situada entre las Calas de Tuent y La Calobra. Su fecha de construcción primitiva no se conoce dada su antigüedad. En un testamento otorgado en el año 1322 ya se cita esta capilla dedicada al mártir San Lorenzo.

En 1791 la iglesia fue totalmente restaurada y figura grabada en la bóveda.
Junto a la capilla se halla la modesta casa para el sacerdote que acude a celebrar la misa.

            Ermita de Sant Miquel (Campanet).

Este templo es de los pocos del siglo XIII que aún perduran. En el lugar denominado “Pla de Tel” fue levantada la iglesia parroquial de Campanet a los pocos años de la Conquista. Su titular fue desde un principio el Arcángel San Miguel. Por estar edificado este primitivo pueblo junto a la iglesia en las inmediaciones del “Torrent de San Miquel” fue varias veces inundado y a finales del siglo XIV las aguas arrasaron con todo y los vecinos decidieron trasladar sus viviendas a la vecina meseta donde se encuentra actualmente.
En 1425 se acordó también trasladar la parroquia junto al nuevo poblado y la iglesia de San Miguel pasó entonces a ser sufragánea pero sin ser olvidada por la gente del pueblo que enterraba a sus muertos en el cementerio adjunto a la misma.

Este templo, por ser el primitivo, está construido con el estilo propio de la época, es decir el ojival; dos arcos sostienen las vigas y éstas un viejo artesonado.

             Ermita de Sant Pau i Sant Antoni (Valldemossa).

Igual que la anterior se halla en el bosque de Son Galcerán y para llegar a ella se toma un sendero empedrados que parte de la Ermita de Trinidad junto al llamado “bufador”.


Se calcula que fue fundada por los años 1600 y aún se puede observar las ruinas del edificio, lo que fue la capilla, la cisterna, corredores, celdas, parcelas del huerto, etc.etc.

A unos 200 metros de este lugar el Archiduque Luis Salvador edificó el famoso mirador sobre la roca “Foradada”.

              Ermita de Sant Nofre (Deià).

Dentro del predio Son Rul·làn en el término de Deyà se hallan las ruinas de este antiguo eremitorio.

Forma parte de las llamadas “Ermites Velles” y se sabe poco de su historia. Está situada en una loma cerca del llamado “Estret de Son Gallard” formando un balcón natural sobre el tupido bosque de encinas al fondo del cual se divisa “Sa Foradada”.


Se conservan los muros de la Capilla y otros restos de lo que debieron ser celdas y corredores, así como muchos bancales de tierra laborable. El conjunto está cercado por un muro formando un rectángulo de unos 1600 metros cuadrados de superficie.

Subiendo un poco más la montaña se encuentra una fuente cuya agua cae dentro de un pequeño depósito excavado en la piedra que se conoce como “Sa Font de s’Ermità”.

           Ermita de Sant Nofre (Sant Joan).

En la parte Norte de la villa de San Juan y dentro del predio “Sa Bastida” se levanta un montículo de unos 220 metros sobre el nivel del mar. Se sube a la mencionada cumbre desde el citado predio por un camino empedrado.


No se sabe la fecha en que se levantó sobre esta altura una Ermita dedicada al penitente San Onofre. De las cuatro Ermitas que hubo en Mallorca dedicadas a este santo no queda ninguna en pie. A finales del siglo pasado el propietario de los terrenos restauró la capilla para que los devotos campesinos pudieran implorar la lluvia para sus campos. Pero con el tiempo se abandonó por completo y en la actualidad sólo se pueden ver en pie las paredes principales de la Ermita. Otros restos señalan el lugar donde hubo las habitaciones y el cercado del terreno que los ermitaños cultivaban para subsistir.

             Ermita de Sant Nofre (Puigpunyent).

Se encuentra dentro del predio Son Forteza, a unos cuatro kilómetros del pueblo de Puigpunyent y a unos 550 metros sobre el nivel del mar. Se accede por el antiguo camino de Estellencs. Fue fundada en 1660 por el ermitaño Jaime Català, natural de Selva. Este anacoreta había empezado su vida solitaria en la Ermita mayor de Trinidad y sus superiores le mandaron a construirla. Fue restaurada en 1811 por el propietario de Son Forteza el canónigo Príamo de Villalonga.   


Actualmente la Ermita se halla en estado ruinoso. Junto al portal de entrada aún puede verse lo que fue la pila de agua bendita. La vista desde este rincón es fantástica ya que por una parte se ve el mar en la lejanía, detrás de poblados, montes y colinas, entre ellos el pintoresco pueblecito de Galilea y las playas de Paguera al fondo.

          Ermita de Sant Salvador (Artà).

Al costado de la villa de Artà se halla un promontorio coronado por un Santuario Mariano circundado por murallas que le da el aspecto de una fortaleza.
Fue el rey Jaime I quien entregó a los monjes premostratenses esa alquería y pusieron una imagen de la Virgen con el Niño en sus brazos que habían traído de Barcelona. Al dejar los religiosos el monasterio cedieron dicha imagen a los hijos del pueblo y se colocó en una capilla que le dedicaron en la cima de la colina de la Almudaina a la “Mare de Déu de Sant Salvador”.

La peste asoló el pueblo de Artà en 1820 en que murieron unas 1300 personas. En estas circunstancias el sagrado recinto fue habilitado para cobijar enfermos lo que provocó que al terminarse la epidemia se derribara la iglesia para prevenir contagios. Pero en 1825 se comenzó otra nueva gracias a la ayuda del Canónigo Dameto que fue bendecida en 1832 siendo una copia de la iglesia de la Ermita de Belén, si bien algo más grande y con más ornato.
Junto a la Sacristía hay una sala para los exvotos y en los muros del templo pueden verse colgados unos cuadros de grandes proporciones obsequio del devoto Rafael Blanes.
A este pintoresco Santuario desde donde se divisa todo el predio de Artà se sube por una imponente escalera bordeada de Cipreses.

         Ermita de Sant Salvador (Felanitx).

El monte de San Salvador está situado en la parte Este de Felanitx a unos 7 kilómetros y su altura es de 509 metros sobre el nivel del mar (Clicar).
En la primera década del siglo XIV ya moraban por este contorno ermitaños. En 1348 Los Jurados en unión del Alcaide del Castillo de Santueri propusieron al Rey Pedro IV de Aragón que les permitiera construir en la cumbre de San Salvador un Oratorio a lo que el Rey accedió y a los 7 meses estaba terminada la primera Ermita.

Cuenta la tradición que un pastor vio una luz que brotaba de la tierra y acercándose a la gruta observó que allí había una imagen de la Virgen hecha de arenisca de unos 50 centímetros de altura ennegrecida por la humedad. Esta imagen había sido escondida desde la época de la persecución durante la dominación árabe. En el sitio del hallazgo se erige ahora una esbelta capilla de estilo románico situada al lado del camino a unos dos kilómetros del Santuario.

Al igual que en los Santuarios de Montesión, Cura, Santa Magdalena y otros, se fundó una escuela de gramática a mediados del siglo XVI.
La actividad constructora tomó impulsos en 1707 en que se dio comienzo a un tercer templo que es el actual mientras que la mayoría de los aposentos actuales de la hospedería se construyeron durante el siglo XVIII, fechas que se pueden observan en las bóvedas de las habitaciones.

El 8 de Julio de 1891 el Ayuntamiento cedió todos sus derechos sobre San Salvador al Obispado. 

Junta al Santuario se ve la imponente mole del monumento a Cristo Rey que Mn. Alzamora levantó a sus expensas. La escultura esculpida por Francisco Salvá mide 7 metros de altura y su pedestal es una cripta donde están sepultados el Canónigo Mn.Alzamora y 5 Ermitaños.

          Ermita de Santa Ana (Alcúdia).

A 500 metros de Alcúdia se encuentra esta antiquísima Ermita dedicada a la madre de María Santísima. La iglesia es de estilo ojival como las primitivas iglesias campestres de Mallorca y se sabe por los restos arqueológicos hallados que en la época romana ya hubo en este mismo sitio un templo pagano.

Esta Ermita fue utilizada como Lazareto y hospital desde 1637 hasta 1652 y en 1903 fue restaurado todo el templo.
El altar mayor está sustentado por una columna hallada en las cercanas excavaciones de la antigua Pollentia y su retablo, restaurado en 1923, es una auténtica joya gótica pintado sobre madera. En el exterior, sobre la entrada hay una imagen de Maria con el Niño en sus brazos y está sostenida por el dorso de un ángel quien a su vez sostiene el escudo de “Gual”. 


Siempre ha sido muy venerada por los fieles que la llaman Ntra. Sra. De la Bonanova.

           Ermita de Santa LLucía (Manacor).

En la mitad del siglo XVIII el propietario de las casas del Puig de Sta. Lucía Don Bartolomé Truyols, mediante escritura firmada el 2 de Mayo de 1748 hizo una donación de unos terrenos“…con el propósito de que se edifique en la cumbre del mismo Puig de Santa Lucía una casa o habitación para vivir algunos ermitaños”. Unos terrenos que les habían cedido junto a  la casa eran cuidados por los ermitaños para poder sobrevivir. 

Santa Lucía, una imagen de unos 107 centímetros de altura (que ahora se halla en la parroquia de Manacor), era venerada por muchos devotos que acudían a ella para implorar curaciones de sus enfermedades de la vista. 
En 1916 se restauró la vieja ermita y se colocó una antiquísima figura esculpida en 1570 que tuvo la advocación de “La Mare de Déu dels Goigs” y después “del Roser”.
Tras la caída de un rayo se volvió a reconstruir la nueva capilla en el año 1961 y desde entonces la preside de nuevo la imagen de “Ntra. Señora del Rosario”.

           Ermita de Santa LLucía (Mancor).

Según los estudiosos el templo que aún existe es el primitivo aunque varias veces restaurado. Se calcula que data de 1300 y su estilo es el gótico ojival igual al de Santa Magdalena de Inca.


La imagen de la Santa es la primitiva y se sabe que en 1394 vivieron allí dos mujeres “Pastora” y “Nadala”.

En 1446 el ermitaño Juan Tapies la habitó y ya en 1886 los Ermitaños Terciarios franciscanos de Ternelles habitaron esta Ermita pero a los cuatro meses tuvieron que desalojar de nuevo el Santuario y volver a su primitivo lugar.

En los últimos tiempos se ha procedido a la restauración del casalicio ampliándose sus dependencias y construyéndose otras nuevas con el fin de dar cabida a los llamados Cursillos de Cristiandad.
Por ser Santa Lucía abogada de la vista son innumerables los exvotos que penden de las paredes de una habitación contigua a la iglesia.

            Ermita de Santa Catalina (Sóller).

Esta antigua Ermita se halla en la parte Norte del Puerto de Sóller.

Legados del año 1280 ya citan la capilla de Santa Catalina. En Mayo de 1542 un grupo de piratas sarracenos desembarco cerca del lugar y después de saquear cuanto hallaron destruyeron e incendiaron el templo, pero en 1550 gracias a los fieles de Sóller se levantó de nuevo la Iglesia. En 1556 se empezó la construcción de unos anexos donde se instaló un año después el Ermitaño Fr.Juan.


Fue en 1572 cuando un famoso teólogo solicitó habitar en vida eremítica este lugar comprometiéndose a dar clases a los que quisieran aprender. Por este tiempo se ensancho el edificio y para ayudar a los gastos de estas obras, los buques que anclaban en el Puerto estaban obligados a abonar cierta cantidad.

En 1574 se colocó un retablo junto con una imagen de Santa Catalina procedentes de la parroquia de Sóller y en 1590 se bendijo la nueva casa para hospedería.

             Ermita de la Santa Creu (Porreres).

En la parte Norte de la Villa se levantó una cruz sin que se sepa la fecha de su erección, por un tal “Garcías” porque lleva grabado este apellido junto a su escudo. En 1712 el sacerdote Mon.Miguel Salvá aconsejaba a los fieles que rezaran sus plegarias bajo la cruz para solicitar sus favores. Luego se decidió poner un cepillo para recoger las limosnas de los feligreses y con ellas construir algo de techumbre para comodidad de los mismos. El 22 de Julio de 1722 se puso la primera piedra de la capilla colocándose la sagrada efigie en camarín.

En 1743 el Obispo Fr.Benito Panellas bendijo la recién terminada iglesia y en 1804 se mandaba que se impartiese en este sitio la bendición de los frutos que desde tiempo antiguo venía haciéndose en Montesión (Clicar).
En 1821 el gobierno prohibió los enterramientos en los templos y se escogieron los terrenos del Oratorio de la Santa Cruz para servir de cementerio.

           Ermita de Santa Magdalena (Inca).

Esta Ermita se encuentra a unos 6 kilómetros de la ciudad de Inca. Su altura es de unos 300 metros sobre el nivel del mar. En el siglo XIII se levantó la primera Ermita dedicada a la Santa penitente y fue en 1491 cuando llegaron a Mallorca unas monjas clarisas con el fin de fundar un Monasterio en el Puig de Inca donde permanecieron hasta 1530 que se trasladaron a Esporles.
Luego vinieron para habitarlo las monjas de la Orden de San Jerónimo pero también lo dejaron para trasladarse a Inca.

Desalojadas las estancias los Jurados determinaron instalar una escuela de latinidad que estuvo presente durante muchos años, hasta que de nuevo los Ermitaños se hicieron cargo del Santuario (Clicar).
En 1879 se fundó la comunidad eremítica “Hermanos terciarios Franciscanos” pero al cabo de unos años al comprobar que su vida en aquél alto era más que pesada decidieron trasladarse al Valle de Ternelles.
Fue en 1931 cuando se hicieron cargo del Santuario los Ermitaños de la Congregación de San Pablo y San Antonio, los cuales durante todos los años que permanecieron en la Ermita llevaron a cabo reformas y ampliaciones tanto de la Iglesia como de la hospedería.
La figura de la virgen actual, tallada en madera de ciprés, cuya advocación es la de Santa María de l’Unió, fue bendecida por el Papa Juan XXIII el 12 de Mayo de 1963.
         Ermita de Son Amer (LLuc).

Se halla a dos kilómetros del Santuario en el predio del mismo nombre. Fundada en el siglo XVII se puede aún visitar sus restos acudiendo a “Sa Font de s’Ermità”. 
Junto a un desmoronado aljibe se encuentran los restos de la Ermita.  Quedan las cuatro paredes verticales, varios bancales, muro circundante y algunos otros restos de edificaciones forman el conjunto que aún es conocido por “s’Ermita”.

           Ermita de Son Moragues o Cova de s’Ermità Guillem (Valldemossa).

Se halla en “Sa Atalaya Vella” en el predio Son Moragues y está situada en la mitad del camino que conduce a la cima del Teix por lo que hoy se conoce por “El Camí de S’Arxiduc”.


Este anacoreta la habitó en tiempos muy remotos. Su nombre era Guillermo de San Pablo y falleció en el Hospital Provincial en el año 1635. Este anacoreta era muy conocido y querido no sólo por los habitantes de Valldemossa sino por casi todos los fieles de la ciudad que acudieron cuando falleció a venerar su cadáver durante tres días. Su cráneo se guarda en la Ermita de Trinidad como si de una reliquia se tratara.

El cercado de este eremitorio tiene 20 metros de largo por 17 de ancho, luego se encuentra otro cercado más reducido con restos de lo que fue la diminuta capilla y al final la entrada a la cueva que se conserva perfectamente como reclamo turístico.

La vista panorámica que se divisa es maravillosa.

            Ermita de Ternelles (Pollença).

Hay dos Ermitas que se puede decir que una es hija de la otra. El predio de Ternelles hoy es de propiedad privada pero su puede acceder con permiso de los propietarios.


Junto al camino que conduce a la cima del “Castell des Rei” se ven los restos de lo que fue “La Cel·la”  primitiva, denominada después “Vella” situada en medio de un umbrío y no muy extenso bosque. Existen aún algunos bancales y parte de un pequeño aljibe. La época de su construcción ha de ser remotísima, ya que en 1372 moraba por estos contornos el noble anacoreta Nicolás Torrella.

Se sabe también que en 1395 la ocupaba el Ermitaño Juan, natural de Vizcaya y que con el transcurso de los años se le fue haciendo difícil al buen anacoreta al tener que bajar al pueblo para asistir a los Santos Oficios. Por eso pensó en edificar otra Ermita que fuera asimismo solitaria pero algo más cercana a la villa. Esta segunda Ermita fue construida a unos 500 metros de la finca de Ternelles llamándola también “La Cel·la” y fue habitada durante muchos años por varios Ermitaños.


En el año 1528 se construyó una nueva capilla que presidia una imagen de Nuestra Señora de la Misericordia y en 1657 fue restaurada toda la Ermita por orden del Obispo Escolano.

A mediados del siglo XIX los señores de Ternelles quisieron que los Ermitaños dependieran de su autoridad cosa que no aceptaron. En 1880 fue cedida a unos recién fundados Hermanos Terciarios de San Francisco pero en 1900 se extinguió la comunidad y desde entonces se halla abandonada.

              Ermita del Calvari (Felanitx).

En la parte sureste de Felanitx se alza este Oratorio en un promontorio a 218 metros de altura sobre el nivel de mar.
Por ser de época reciente apenas tiene historia.  Hacia la mitad del siglo XIX el rector de Felanitx Mn. Sebastián Serra, natural de Pollença,  quiso edificar un Santuario al igual que su pueblo a la pasión de Jesús. Para ello adquirió unos terrenos en la cima del denominado “Puig des Call”.

En el año 1852 se empezó el camino y luego unas estaciones del vía crucis hechas de azulejos, de las cuales aún podemos ver algunas. Luego, en 1856 se termino la capilla y a finales del mismo siglo se construyó la escalinata que parte de la calle Call y llega hasta la cima.
La capilla se halla bien conservada y en un rincón se puede ver un depósito que servía para recoger el aceite que los peregrinos ofrecían para la lámpara.
Está a cargo de un “donat”.

             Ermita del Calvari (Pollença).

El Rey conquistador donó este monte a la Orden del los Templarios, llamándolo desde entonces “Puig del Temple”. En este pintoresco lugar se levantó la funesta horca para las ejecuciones.
Después que la Orden fuera disuelta en 1314 pasó a la Orden de San Juan de Malta llamándose a la colina “Puig de Sant Joan”. Luego el Estado se apoderó de él y fue llamado monte comunal.


La antiquísima pieza de piedra gótica representando al Santo Cristo con la Dolorosa al pie de la Cruz está tallada en piedra y se la supone del siglo XIII. Al principio no se edificó capilla alguna hasta que el 7 de Enero de 1795 se decidió construir un templo para cobijar tan apreciada imagen (Clicar).

En 1860 el Puig del Calvario fue adquirido por D.Guillermo Cerdá, el cual cedió los terrenos necesarios para construir un camino donde se instalaron las estaciones de un vía crucis. Se sube por este camino o por las monumentales escaleras que ascienden en línea recta desde la falda del monte.
El Viernes Santo se celebra la procesión del Santo Entierro que parte desde el Calvario y baja por estas escaleras llevando los penitentes unas luces “faies enceses”  espiga de carrizo encendido en forma de antorchas.

           Ermita del Cor de María (Génova).

En la cumbre de la montaña llamada “Na Burguesa” junto al caserío de Génova, se edificó en 1958 un pequeño Oratorio dedicado al Corazón de María.
Un monumental monumento con la imagen de la Virgen erigido junto al mismo, vigila toda la ciudad de Palma en un balcón extraordinario.
El promotor del mismo fue el párroco de Génova Mn.Francisco Vives quien después de muchas dificultades pudo ver terminado el camino que conduce hasta la cima.

           Ermita del Sant Cristo (LLubí).

A poco más de un kilómetro se levanta esta Ermita llamada del “Sant Crist del Remei i de la Salut”. No es muy antigua, data de finales del siglo pasado.
Fue construida por iniciativa del P.Antonio Cladera, religioso de la Misión, en los terrenos de su propiedad llamada “Xabel·lí”. El titular es una imagen de Jesús Crucificado obra del famoso escultor Luis Galmés.


Los Ermitaños Hermanos Terciarios de San Francisco la ocuparon durante algún tiempo.
En el año 1955 se ensanchó el camino que va a la Ermita, se restauró la capilla y se convirtió en espacioso camarín para el Santo Cristo, lo que era la Sacristía.
Uno de los Ermitaños que la habitaron, León Ramón Borrás, natural de Santa María, que pasó desde aquí a Valencia, fue fusilado por los rojos en 1936.
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