Del Libro “Mallorca Eremítica” escrito por “un ermitaño”
en el año 1965, resumimos la siguiente información.
Ermita –Monasterio de Miramar (Valldemossa).
Una vez conquistada
Mallorca toda la alquería de Deyá tocó a D.Nuño Sanz y éste la cedió a los
monjes cistercienses. Posteriormente el rey Jaime II accedió a la voluntad de
Ramón Llull de fundar allí un colegio para el estudio de lenguas orientales y
tras su edificación se edificó a su vera una capilla dedicada al Misterio de la
Santísima Trinidad.
Por un lugar
privilegiado a la orilla del mar, se llamó ya desde un principio “Miramar”.
En 1300 cuando ya se
había dispersado la escuela lingüística, los monjes de La Real lo ocuparon y
posteriormente los Cartujos, los Jerónimos, los Dominicos… La primera imprenta
que se establecía en Mallorca se fundó allí en 1485. En 1562 había ermitaños
que residían en el Monasterio y otros por las cuevas y ermitas pequeñas que
había por el bosque de Miramar.
Con el tiempo, esta
antigua Ermita cuyos cimientos puso el mismo Beato Ramón Llull, pasó a manos de
seglares hasta que fue adquirida por el Archiduque Luis Salvador, el cual
restauró lo que pudo de la vieja iglesia no quedando de la primitiva sino una
capilla lateral arruinada que fue convertida en una pequeña iglesilla y en el
exterior de la capilla hay una modesta cruz que señala la tumba de los
ermitaños.
Esta Ermita-Monasterio
de Miramar no debe confundirse con la actual Ermita de Trinidad situada también
en el mismo bosque.
Ermita de Betlem (Artà).
Entre las Ermitas habitadas actualmente es la de más reciente construcción. Fue fundada sobre las
ruinas de la alquería moruna de Binialgorfa en el año 1805 (Clicar). El 24 de Julio de
1805 el propietario de los terrenos D.Jaime de Morey hizo donación a favor de
los ermitaños de dos cuarteradas de tierra, una torre de defensa desmoronada y
de una fuente de agua viva. Sus restos descansan en la capilla de la Ermita.
El 1 de junio de 1806 se
bendijo la torre adecentada para Oratorio. Las monjas capuchinas de Palma
donaron el Santo Cristo que se venera con mucha devoción. A partir de esta
fecha varios ermitaños residieron en este lugar. El 24 de Diciembre de 1824 fue
bendecida la nueva capilla construida por el maestro de obras José Lladó, de
Valldemossa, que en su juventud había trabajado en la iglesia cartujana de su
pueblo natal.
Esto contribuyó a que la Iglesia de Belén sea una copia pequeña
de aquella. Las hermosas pinturas de la cúpula son del famoso
pintor Francisco Parietti ejecutadas en 1863.
Las obras de la capilla
y actuales dependencias se realizaron de
forma muy precaria al tener que transportar los materiales por mar desde Sóller
o conducidos a lomos de un asno. El cementerio que existe dentro del cercado se
construyó en 1830 donde descansan varios sacerdotes y 16 Ermitaños.
Ermita de Ca’n Sales
(Pollença).
En Pollença detrás del
montículo del Calvario, se hallan los restos de lo que fue esta Ermita fundada
por un grupo de mujeres que la habitaron durante algún tiempo. La viuda de
Bernardo Olzina, su hija Simona y Dulcia Blanch, abandonando el mundo banal se retiraron
en este agreste lugar solitario para darse a la vida contemplativa hasta que lo
abandonaron en 1362 para trasladarse al Santuario del Puig de Santa María. Aún
pueden verse restos de lo que fue su
morada, un aljibe roto y los cimientos de varias habitaciones.
Ermita de Cristo Rei
(Selva).
Está situada los restos
que quedan a dos kilómetros de Selva. Uniendo el pueblo con la Ermita hay un
espacioso camino además del que parte desde la carretera de LLuc.
Desde el siglo XVII los
habitantes de Selva peregrinaban al Santuario de Santa lucía de Mancor enmarcado entonces dentro de su mismo
término. Al ser declarado Mancor villa independiente, el citado Santuario quedó
dentro de los límites de esta última villa y los habitantes de Selva pensaron
en levantar un Santuario propio en la colina denominada “Puig de ses coves d’en
Galileu”, dedicando el templo a Cristo Rey (primera iglesia erigida bajo tal
advocación).
Ermita de Génova
(Palma).
A unos tres kilómetros
de este caserío y a unos trescientos metros del antiguo “camí dels Reis” existe
un viejo edificio en la actualidad muy modificado, conocido desde tiempo muy
antiguo como “s’Ermita”.
Se supone que fue
levantado por Ermitaños pero no existe ningún documento que lo atestigüe. En la
actualidad se conserva la capillita decorada con pinturas murales, un antiguo
Sagrario, pila de agua bendita, un confesionario, etc.etc. Quedan también
algunos bancales con olivos, un viejísimo aljibe y varios recipientes labrados
en piedra. En la actualidad es una quinta de recreo.
Ermita de Santa
Margalida de Crestaxt (Sa Pobla).
Este es uno de los
Oratorios más antiguos de Mallorca. Se halla a unos 4 kilómetros de Sa Pobla,
junto a la carretera que conduce a Pollença. Por sus alrededores se han
encontrados restos de las épocas talayóticas, romana y sobre todo árabe.
No se sabe la fecha de
la construcción del primer templo, pero sí que sirvió de parroquia hasta el año
1300 en que se empezó la actual dedicándola a San Antonio Abad.
Santa Margarita de
Crestaig quedó entonces solitaria y convertida en humilde ermita. Se sabe que
se hicieron varias reformas. En 1673 se colocó un nuevo retablo. En 1820 se
renovaron se reformaron las paredes del templo y se hizo la actual bóveda de
cañón. En 1895 se hicieron obras en la fachada y atrio de estilo bizantino que
son las actuales.
Actualmente está
custodiada por un “donat”.
Ermita de Sa Cova de
Sant Martí (Alcúdia).
Cerca del Puerto de
Alcudia y en dirección sur, en la ladera de una colina, se halla una
cueva-santuario que quizás se trata de lo más antiguo de Mallorca. La tradición
señala que sirvió de catacumba paleocristiana a los moradores de la antigua
Pollentia que profesaban la fe cristiana durante la dominación romana.
Cuando Jaime I conquistó
Mallorca se restauró la cueva y se le añadió un altar a San Jorge, patrón de
los catalanes. En algunas contrahuellas de la escalera que conduce al interior
se ven unos grabados muy rudimentarios de estilo románico.
La nota más antigua que
se posee está fechada en 1266. En 1710 se construyó una modesta hospedería
junto a un antiguo aljibe romano cuyos restos aún perduran (clicar).
Después de muchos años
de abandono en 1954 se comenzó una digna restauración que concluyó dos años
después. Se baja a la cueva por la
antiquísima escalera en parte restaurada. La casi totalidad de la cueva está al
descubierto y en su centros se halla el brocal de un pozo. La capilla está a la
izquierda de la cueva.
Ermita de l'Inmaculada
(Sóller).
Este moderno Santuario
se encuentra a unos 7 kilómetros de Sóller tomando la carretera que conduce a
LLuc (Clicar).
Por estar situado en el
lugar denominado “Olivar del Fenàç” es conocido el Oratorio con este nombre.
En 1915 se empezaron las
obras de una original capillita dedicada a Nuestra señora de Lourdes que fue
bendecida el 17 de junio de 1917.
Al costado de la misma
se levantó el nuevo Santuario dedicado a la Virgen bajo la advocación de “Santa
María del Olivar” siendo bendecido el 14 de Mayo de 1944.Una escultura de la
Inmaculada tallada por D. Miguel Vadell preside la Iglesia.
Ermita de la Santísima
Trinitat (Valldemossa).
Está situada a 4
kilómetros de Valldemossa y a unos 400 metros de altura sobre el nivel del mar.
Aunque no se sabe quien
puso sus cimientos sí se conoce que en 1648 el Vble. Ermitaño Juan Mir se
estableció en este sitio aprovechando los restos de diminutas Ermitas
individuales y levantó la pequeña iglesia que aún se conserva aunque
transformada en locutorio “S’Oratori”. Esta capillita fue dedicada a la
Purísima Concepción que aún se conserva.
Foto: Emilio Alonso |
En 1703 los Superiores decidieron levantar una nueva
Ermita al costado de la ya existente que se terminó dos años más tarde. Dada la
afluencia de vocaciones se construyeron las celdas al estilo cartujano, la
iglesia en medio con un corredor que la circunda y junto a éste las celdas que
eran dobles, una para trabajar y comer y la otra para rezar y dormir, quedando
todo el edificio rodeado por un alto muro y clausurado severamente a las
mujeres incluso el oratorio.
Ermitaños de Trinidad |
En 1707 se concedió
permiso para excavar una sepultura en el centro de la capilla para enterrar
allí a los Ermitaños que fallecieran hasta que en 1898 fue bendecido el nuevo
cementerio.
Desde su fundación hasta
el año 1921 fue la casa residencial del Superior General de los Ermitaños.
En esta Ermita en
tiempos pasados eran confinados temporalmente
los sacerdotes cuya conducta dejaba algo que desear.
La vista que se devisa
desde la Ermita está catalogada por algunos escritores como “el mejor balcón
del Mediterráneo”.
Ermita de Maristella (Esporles).
Hacia el año 1890 la
señora Magdalena Ferrá, donó a los Hermanos Carmelitas fundados por el P.Palau,
una porción de terreno en un monte de Esporles perteneciente al predio Son
Ferrà. Estos religiosos ayudados por devotas personas levantaron una capilla
dedicada a la Virgen del Carmen y más adelante construyeron celdas y otras
dependencias (Clicar).
Los Ermitaños fueron
muriéndose y algunos en extrañas circunstancias por la que la Ermita pasó al
Obispado diocesano.
Por voluntad del rector
de la parroquia de Esporles, Mn.Mateo Tugores, se trocó la denominación de la
Ermita y se la llamó Maristella, pero sin cambiar la titular. También es
conocida por “Ermita Ferrana” por formar parte de la citada heredad. Dicho
rector restauró y amplió las dependencias y trazó un espacioso camino que quedó
sin concluir dadas las extremas pendientes que hay en según qué trazos, donde
murieron varias mulas que transportaban los materiales por el esfuerzo
realizado.
En el umbrío encinar de
la Ermita se levantó una colosal estatua del Sagrado Corazón que preside este
montículo situado a 580 metros sobre el nivel del mar.
En la actualidad la
Ermita está cerrada y solamente se abre en determinadas ocasiones durante todo
el año.
Ermita de Nostra Senyora de Bellver (Palma).
En 1571 llegaba al
Convento de Padres jesuitas de Montesión en Palma el Hermano Alonso Rodríguez
que fue declarado Santo en 1888. Según contó él mismo un día se le apareció la
Virgen Maria en el bosque de Bellver cuando acudía al castillo acompañado de otro
sacerdote a decir misa en la capilla de
San Marcos que allí existe. Dice la tradición que era un día muy caluroso y
como el camino era largo y sinuoso se le apareció la Virgen la cual le limpió
el sudor con un lienzo.
En el lugar de la
aparición se levantó un pobre monolito con un azulejo que representaba la
aparición. En el año 1885 se edificó la actual capilla en cuyo interior se ve
el mencionado azulejo. En el modesto retablo está la titular Nuestra Señora de
Bellver en ademán de limpiar el sudor al arrodillado San Alonso. De ningún otro
Santuario de los que existen en Mallorca nos cuenta la tradición sino de éste
que la Virgen haya puesto allí sus pies.
Se puede llegar hasta la
capilla por una magnífica carretera por el boque que llega hasta la misma
plazoleta, o bien por unas escaleras que desde la entrada del bosque conducen
hasta ella.
Se sabe que custodiaron
esta capilla varios ermitaños en el transcurso del tiempo y también por un
“donat”.
Ermita de Nostra Senyora de Bonany.
Está situada unos 4
kilómetros de la villa de Petra y a unos 317 metros sobre el nivel del mar. En
el año 1600 una gran sequía asoló la isla lo que provocó una escasísima
recolección de granos y frutos a excepción de petra que, gracias a las
fervorosas súplicas a la Virgen, llovió en abundancia. Este año fue llamado
“bon any”.
Las obras de la nueva
Ermita dieron comienzo hacia 1604 de la cima del Puig de la Alquería María o
también Puig de Son Burgues (Clicar).
En 1697 se iniciaron las
obras de ensanchamiento de la capilla así como de las demás dependencias. Parte
de éstas son las que ocupa la comunidad actualmente. En 1895 los Jurados de la
villa renunciaron a todos sus derechos
sobre la Ermita y la entregaron a la autoridad eclesiástica la que, a su vez,
confió el santuario a la Congregación de Ermitaños de San Pablo y San Antonio.
En 1918 se concluyeron
las obras de la hospedería consistiendo en 6 celdas, cocina y comedor.
En 1919 la bóveda de la
antigua capilla se derrumbó y en vez de levantarla de nuevo se decidió
construir una nueva cuyas obras quedaron terminadas el 28 de junio de 1925.
Ermita de Nostra Senyora de Cura (Algaida).
En la cumbre del monte
de Randa se levanta hoy un Santuario espléndido, cuidado y restaurado por los
frailes Franciscanos desde 1913.
Hacia 1275 el maestro
Ramón Llull, subió a este monte para vivir una vida eremítica. De momento se
instaló en una cueva que aún se conserva en parte y con el tiempo edificó una
pequeña Ermita dedicándola a “Nostra Dona Santa María”.
La imagen de la Virgen
que preside la capilla se la conoció primeramente como “Nuestra Señora de
Randa” hasta que en 1549 se la cita ya con el nombre de Nuestra Señora de Cura.
Hubo en esta Ermita una escuela de gramática que se extinguió en 1826 (Clicar).
El día 5 de Junio de
1955 se celebró la coronación de la vetusta imagen de María Santísima en un
acto solemne con privilegio pontificio.
Actualmente existe una
cómoda hospedería y un restaurante al servicio de los visitantes. La carretera
que sube al Santuario partiendo desde Randa es cómoda y de fácil acceso. La
altura total de este monte es de unos 548 metros sobre el nivel del mar desde
donde se divisas unas vistas extraordinarias.
Ermita de Nostra Senyora de Gràcia (Algaida).
El Monte de Randa vio
florecer una nueva Ermita antes de la mitad del siglo XV. En la parte Sur del
citado monte quedó abierta una enorme oquedad. En 1440 el franciscano P.Antonio
Caldés decidió entregarse totalmente a la vida contemplativa y para ello
escogió esta enorme cueva, morando en ella y al poco tiempo pensó en construir
una humilde Ermita siendo ayudado por otro hermano.
Luego, una vez
fallecidos los dos fundadores, fueron viniendo otros franciscanos que ampliaron
y añadieron varias dependencias con el beneplácito del dueño de los terrenos
que pertenecían al predio “S’Aresta”.
Parece que en 1504 se
hallaba vacía pues los mencionados ermitaños no debieron tener discípulos que
continuaran su obra. En este año los jurados de la Villa de Llucmajor, cedieron
la rústica casa a un sacerdote llamado
Mn.Jaime Arnau, con la misión de enseñar a leer y escribir a cuentos se
presentaran a tal fin.
Este Oratorio estaba
dedicado a Santa Ana, sin embargo el citado P.Galmés adquirió una preciosa
imagen de la Virgen que colocó en un altar lateral y la llamó Nuestra Señora de
Gracia y en 1776 el entonces Obispo Díaz de Guerra mandó que la citada Virgen fuera colocada en
el altas mayor en lugar de la titular Santa Ana.
La iglesia actual ha
sido reconstruida y aumentada en varias ocasiones. Cuando se entra puede
observarse en la primera capilla de la izquierda lo que fue la primitiva Ermita
dedicada a Santa Ana cuya imagen restaurada preside la antigua capilla.
Se accede desde Randa
por la misma carretera que sube al Santuario de Cura después de un corto
recorrido.
Ermita de Nostra Senyora de La Pau (Algaida).
Este Santuario, conocido
también por el nombre de “Castellitx”, está situado a 5 kilómetros de Algaida
en la carretera que conduce a Llucmajor y a unos 100 metros antes de llegar a
la que sube a “Cura” se toma un camino de carro y a unos 2 kilómetros se
encuentra el Santuario.
En 1236 ya existía este
templo y en 1248 la famosa Bula del papa Inocencio IV cita la parroquia de “San
Pedro de Castellitx”, hasta que en 1466 cesó e ser parroquia siendo en este
tiempo iglesia sufragánea. Fue en el siglo XVIII cuando se cambió el santo
titular por la antigua imagen de la Virgen “Mare de Déu de la Pau”.
Se sabe que en los
primeros años de la conversión de Ramón Llull fue muchas veces a visitarla así
como también por los Ermitaños de moraban en el Puig de Randa ya que eran
feligreses de esta parroquia (Clicar).
Este templo ha conocido
épocas de abandono al igual que otros, pero en la actualidad está muy bien
conservado. Un alto muro lo circunda separándolo de los demás terrenos de la
vecina heredad.
Lo que quizás sea de más autenticidad y lo más antiguo de esta ex
parroquia es la pila bautismal, es un gran recipiente de tiesto forrado en el
exterior por una capa de argamasa.
Ermita de Nostra Senyora de Portals (Calviá).
Es tradición que una
nave genovesa que se hallaba en alta mar a punto de zozobrar, llevaba en sus
bodegas una imagen de la Virgen maria a la cual los marineros imploraron la
ansiada bonanza prometiendo que dejarían la figura en la primera tierra que
abordaran si se salvaban.
Así fue cuando divisaron
Mallorca y el lugar escogido fue una cueva en el lugar denominada “Sa Porrassa”
en el término de Calvià muy cerca de una cala llamada “Portals”.
Esta imagen la
encontraron unos pescadores que excavaron un tosco retablo en la misma cueva y
encendieron una lámpara de aceite colocada en una tinaja que los devotos iban
cuidándose que jamás estuviera apagada. Esta tinaja de aceite era para los
pescadores que carecían de él; lo pedían prestado a la Virgen con la condición
de devolvérselo luego duplicado, costumbre que duró muchísimos años. Pero como
ese lugar era de difícil acceso por tierra quisieron construir un adecuado
camino y adecentar aquél piadoso lugar, pero los propietarios del terreno no se
avinieron a ello.
En el año 1863 el
Marqués de la Romana dueño del predio “Bendinat”, ofreció el terreno llamado
hasta entonces “Es Terrés” y a partir de entonces “Portals Nous” para levantar la Iglesia que, una vez
finalizada, albergó de nuevo la imagen de la Virgen que había sido depositada
en la Parroquia de Calvià.
Cerca de la Iglesia se
levantó una casa para el “donat” y más tarde se llevaron a cabo algunas obras
para ensanchamiento y restauración del templo.
Ermita de Nostra Senyora del Puig de Maria (Pollença).
Situado este cerro junto
al pueblo de Pollensa, durante la dominación islámica ya se conocía por el
“Puig de Santa María”. Las devotas Ermitañas de C,an Sales se trasladaron aquí
en 1364 y unos cuantos años más tarde el Rey Pedro IV de Aragón cedía tres
cuarteradas de tierra en lo alto del Puig a las religiosas.
Fueron muchos los
legados que desde un principio se hicieron al Monasterio. Por otra parte,
muchas religiosas pertenecían a la nobleza mallorquina, contribuyendo todo ello
al aumento y esplendor de la santa morada.
Otras personas también moraban junto con las monjas, eran las llamadas
“fadrinetes de criança”, es decir jovencitas hijas de las más ilustres familias
las cuales recibían junto con la instrucción, finos modales, conocimientos de
delicadas labores y sobre todo cristiana educación, lo que les llevó a tener
una gran estimación por todos los pollençins.
La disposición del
Concilio de Trento de prohibir a las religiosas morar en despoblado, las obligó
a dejarlo el 13 de Noviembre de 1564 y trasladarse a Palma donde fundaron el
Monasterio de la Concepción (Clicar).
Y al quedarse la Ermita
abandonada obligó al Obispo a entregárselo a los Jurados que procedieron a
restaurar todas las dependencias, restauración que se volvió a llevar a cabo a
finales del siglo XIX.
En 1917 el párroco de
Pollença Mn.Mateo Alzamora conocedor de la labor benéfica que los Ermitaños
prestan a los Santuarios, hizo los trámites necesarios para que una comunidad
eremítica lo habitara. El 29 de Abril de ese año los Ermitaños Simeón, Agustín
y Juan acompañados por las autoridades, clero y fieles subieron en procesión llevando
el Smo. Sacramento. Desde entonces los
ermitaños se encargaron de la conservación de la Ermita la cual conserva en la
iglesia un precioso retablo gótico. El refectorio gótico imponente también es
de destacar donde existe una cisterna de agua muy fresca. En la actualidad el
Santuario está al cuidado de un “donat”.
Ermita de Nostra Senyora del Refugi (Alaró)
Esta Ermita se halla
dentro del histórico castillo de Alaró y si bien hay quien supone que ya
existía antes de la dominación árabe, se sabe que en 1622 el párroco de Alaró
Mn. Juan Coll, natural de Binissalem, organizó una procesión de rogativas a la
cima del castillo, donde llegados los peregrinos celebró una misa todo
ello para impetrar del cielo la lluvia
que los secos campos necesitaban.
Las súplicas fueron oídas y llovió
copiosamente y por ello, propuso al pueblo edificar en lo alto del monte una
Ermita y dedicarla a la Virgen Maria bajo la advocación de “Ntra. Sra. Del
Refugio” (Clicar). A partir de entonces se instaló un ermitaño llamado Jaime Sampol
(alias Angelí) natural de Alaró y desde su muerte fue ocupada por otros
ermitaños hasta 1879 en que después de épocas de abandonos y otras de esplendor
llegamos a la actual que está cuidada por un “donat”.
Tanto la diminuta
capilla como la imagen de la Virgen son en la actualidad las mismas que antaño,
aunque algo restauradas.
Ermita de Nostra Senyora del Rosari (Andratx).
Situada en la cima del
“Puig de Son Orlandis” al Puerto de Andratx (Clicar), parte desde la carretera un camino
que conduce a esta Ermita, donde se instalaron azulejos del Vía Crucis que aún
se pueden observar algunos que quedan sin destruir.
Para la construcción de
esta Ermita se aderezó la torre de un viejo molino, se le añadió alguna pequeña
edificación y el 7 de junio de 1935 era bendecida por el fundador y promotor
Mn. Pedro Suasi.
La imagen titular es una
figura de la Virgen, obra del siglo XVII, que se halla custodiada en la
parroquia de Andratx dado el estado en que se encuentra en la actualidad la
capilla.
Ermita de Nostra Senyora de la Bonanova (Génova).
Sus orígenes son
inciertos y lo más antiguo que se conoce es la cesión de esas tierras que hizo
el Canónigo D.Nicolás Gual Desmur n 1472 a los religiosos Carmelitas que
llegaron a levantar una casa y capilla.
En 1794 se bendecía la
nueva iglesia edificada junto a la primitiva, aprovechando parte de la antigua.
La nueva fue ya desde un principio dedicada a la Virgen bajo el título de
Nuestra Señora de la Bonanova.
Son muchas las opiniones
que se aducen para explicare esta advocación; la más corriente es que los
familiares de los mallorquines que iban embarcados les encomendaban a la Virgen
y al recibir buenas noticias “bones noves” agradecidos subían a visitar a la
“Mare de Déu de la Bona Nova”.
Actualmente esta antigua
Ermita ha perdido todo su carácter ya que ha quedado dentro del poblado rodeada
de edificaciones.
Ermita de Nostra Senyora de la Bona Pau (Montuiri).
En el municipio de
Montuiri se yergue el montículo llamado “Puig de Sant Miquel”, con una altura
de 250 metros sobre el nivel del mar y a unos 3 kilómetros del pueblo. Para
llegar a la cima se puede tomar una carretera que parte de la carretera de
Manacor. Son unos 300 metros de distancia.
Su historia se presenta
algo confusa. Se conoce un testamento de 1523 que se legan varias misas al
Santuario de San Miguel y se sabe que en 1544 lo comenzó a habitar el Ermitaño
Fra Crespí.
No se sabe cuando ni por
qué motivo fue desplazado el santo titular, cediendo el sitio a la Virgen. Por
primera vez se nombra la imagen de Maria en un inventario del siglo XVI…
Ermita de Nostra Senyora de la Consolació (Sant Joan).
El Santuario de
Consolación está situado sobre una colina a unos 1000 metros del pueblo de San
Juan.
Se sube por una
monumental escalinata empedrada de antiquísimas losas y cipreses a ambos lados
y también por la carretera que se construyó en 1959. Junto a la Iglesia hay un
patio o “clasta” que da acceso al templo. Hay una cisterna o aljibe construido
en 1672, cuya agua potable es muy apreciada.
El primitivo templo fue
varias veces modificado quedando solamente de él un portal lateral del siglo
XIII. El resto del edificio data del siglo XVIII.
Ermita de Nostra Senyora de la Consolació (Santanyí).
Por vez primera se
encuentran referencias del Santuario de la Consolación en fecha de 1523. Ofrece
el aspecto de una fortaleza que debió ser por las continuas incursiones morunas
y la carretera que conduce al Santuario sale der las cercanías de la Alquería
Blanca.
La única pieza de
interés artístico es un retablo en cuyo centro figura Santa Escolástica abogada
de la lluvia. Se supone que fue el primitivo retablo del altar mayor, lleva la
fecha de 1646 y es de estilo barroco algo restaurado; el actual data del año 1780.
Después de pasar el
dintel del Santuario se ve el viejo brocal de una cisterna situada dentro de la
“clasta” con una fecha borrosa e ilegible por el paso de los tiempos.
Ermita de Nostra Senyora de l'Esperança (Capdepera).
En el año 1300 el Rey
Jaime II mando que se edificaran varias villas y entre ellas las de Capdepera y
como los habitantes estaban expuestos a las rapiñas de los piratas cuyos
desembarcos eran muy frecuentes en esta zona, mandó construir unas murallas circundando
la antigua torre de defensa imponiendo a los campesinos que construyeran sus
moradas dentro del recinto amurallado.
La capilla primitiva del
Castillo estuvo dedicada a San Juan Bautista siendo sufragánea de la parroquia
de Artà. Este primer templo, situado en la parte más alta junto a la
torre, se supone edificado antes de las
murallas del castillo y durante varias épocas fue reconstruido.
Pasados los temores e la
piratería se construyó una nueva iglesia parroquial en 1840 pasando la del
castillo a ser Santuario Mariano. En 1856 el castillo fue adquirido por
particulares a excepción del Santuario que en determinadas épocas a estado
abandonado y sin culto. En la actualidad el Santuario se conserva en buen
estado y el 18 de Diciembre se celebra una fiesta popular que llama la atención
con los llamados “festers”, unos braseros con teas encendidas que se colocan en
el camino dentro del castillo.
Ermita de Nostra Senyora de La Pau (Santa María del Camí).
Llamada también de “Son
Seguí” por estar situada en el predio que lleva su nombre sobre un montículo de
unos 150 metros.
Fue habitada por el
Ermitaño Onofre de San Juan Evangelista hacia la mitad del siglo XVII y desde
esas fechas no se tienen noticias de otros moradores hasta 1722.
En el año 1728 Don Nicolás
Ballester y de Oleza, propietario del predio Son seguí, cedía a los Eremitas,
además del cercado que ya poseían, una cuarterada de tierra laborable y otra de
bosque, prometiendo vestir y calzar a dos Ermitaños así como darles pan,
legumbres y otras cosas necesarias para su sustento.
La Ermita de Nuestra
Señora de La Paz está a unos 500 metros de la casa predial de “Son seguí”. El
conjunto de la Ermita es un cercado cuadrado de pared con un solo portal de
entrada en cuyo dintel hay un azulejo con la típica inscripción “Solitudo sive
vita Eremitarum Anachoritarum”. La casa actualmente se compone de Oratorio,
restaurado en 1917 y detrás de la capilla hay algunas dependencias que sirven
de comedor y cocina a los peregrinos.
En el interior del
cercado existe una antigua y monumental cruz de acebuche que lo preside.
Existe una leyenda que
dice que la esposa del colono de Son Seguí había cogido aversión al ermitaño
que cada semana iba a recoger el pan que el señor del predio le había
prometido. Cierto día envenenó el pan y el Ermitaño lo fue a recoger dando las
gracias como siempre y cuando se dirigía a la Ermita se encontró con el hijo de
los colonos que le pidió un trozo de pan que el Ermitaño le entregó. Pasadas
unas horas el joven murió por las mismas manos maternas.
Ermita de Nostra Senyora de la Victoria (Alcúdia).
Se accede por la
carretera de Alcúdia al Puerto, tomando la desviación hacia el Mal Pas. Una
señal indicativa, al cabo de unos cinco kilómetros nos indica como llegar.
Su historia es antiquísima
ya que figura datada en 1252. En aquellas fechas era una torre y se la conocía
por Santa María de la Torre. En el piso de abajo estaba la capilla y en el
primer piso y segundo las dependencias para el ermitaño y peregrinos. Esta
antigua edificación aún puede verse en un ángulo del actual santuario. Desde
aquellas fechas fue habitada siempre por diversos ermitaños.
Su nombre le viene
porque en 1522 el carmelita Fray Antonio de Avila les dijo a los habitantes de
Alcudia que con la ayuda de la Virgen alcanzarían la victoria sobre los
agermanados. Así ocurrió y desde entonces se la conoce como Nuestra Señora de
la Victoria.
En la noche del 29 de
Junio de 1684 unos piratas desembarcaron en S’Illot y descargaron su furia
contra el Santuario, destruyéndolo y llevándose con ellos la esfinge de la
Virgen y al ermitaño Jaime Pujals a su guarida de Argel. La citada esfinge
cuenta la tradición que fue encontrada por un pastor en un lugar cercano donde
se hallan tres cruces.
En 1640 se hicieron
varias obras en la cercana fuente propiedad del Santuario cuya fecha puede
verse grabada sobre la piedra. La capilla fue ensanchándose añadiéndose a la antigua
torre otras edificaciones como celdas, comedores y cocinas para uso de los
peregrinos, todo ello cuidado por un santero o “donat” a las órdenes del
párroco.
Ermita de Nostra Senyora de Montisión (Porreres).
Distante de Porreres
algo más de un kilómetro se levanta el llamado Puig de Montesión, cuya altura
es de unos 138 metros sobre el nivel del mar.
La antigüedad de la
Ermita no se conoce con exactitud pero se calcula que data del siglo XIV. En el
año 1498 se comenzó la construcción de una nueva capilla que es la actual
siendo dedicada también a la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de
Montesión. La imagen era de estilo bizantino tallada en madera, pero en 1734 se
sustituyó por una figura de María Santísima labrada en mármol blanco, siendo
costeada por la noble familia Duzay, cuyo escudo de armas figura en la peana.
En 1551 funcionaba una
escuela de gramática latina y durante este tiempo fue construido un gran patio
delante del Oratorio, con una cisterna en el centro y celdas alrededor formando
un pentágono de forma irregular, con un pórtico de tres metros de ancho,
sostenido por esbeltas columnas.
De muchos pueblos
acudían a las aulas de manera que en el año 1679 pasaban del centenar los
alumnos que recibían instrucción.
En 1694 se tuvo que
construir una gran sala para dar explicaciones, hoy día se conserva con el
nombre de “s’aula”. La escuela duró hasta finales de 1835.
En 1890 el que fue
Obispo de Mallorca Pedro A. Campins por entonces párroco de Porreres restauró el Oratorio con la ayuda de los
feligreses y en la actualidad se halla bien conservado.
En cuanto al camino
antiguo que conducía al Santuario era áspero y difícil para la locomoción de
nuestros días, en 1954 el Ermitaño Samuel, muy perito en el trazado de
carreteras, fue invitado para replantear una nueva. Así lo hizo y en el día
fijado el pueblo en masa ayudó a construir en un solo día la nueva carretera.
Ermita de Nostra Senyora del Cocó (Lloseta).
Donde se encontró, según
la tradición, una imagen de la Virgen que había sido escondida por los
cristianos para evitar que los hijos de Mahoma la profanasen, fue levantado en 1878 un modesto Oratorio
para conmemorar el hallazgo con una copia de la misma dándole la advocación de Nuestra
Señora del Cocó, porque en este sitio quedan estancadas con frecuencia las
aguas del vecino torrente.
La imagen original de madera ennegrecida que hay
quien la supone del siglo X se halla en la parroquia de Lloseta en cuyo altar
mayor se venera.
Ermita de Sa Pedra Sagrada (Calvià).
Es una capilla de estilo
románico de dimensiones reducidas, bien conservada, que se halla en Calviá,
antes de llegar a Santa Ponça, justo delante de la depuradora.
En el interior se ve una
enorme piedra que sirve de altar, que es la que, según la tradición, se celebró
la Santa Misa nada más desembarcar el Rey Jaime I en estas playas (Clicar).
Este templo fue
bendecido el 12 de Septiembre de 1929 por el Obispo Mn. Miralles y Sbert.
Ermita de Sant Blai (Campos).
A poca distancia del
lugar denominado “El Palmer” en Campos se halla esta capilla. En un principio
fue la iglesia parroquial estando dedicada a San Julián como así lo atestiguan
documentos desde 1248 pero al estar tan cerca del mar y expuesta al saqueo de
los piratas se pensó en edificar otra más alejada y edificar junto a ella un
nuevo pueblo, es decir el actual Campos.
En 1405 se conoce ya a
la primitiva capilla como “vieja iglesia” sin mencionar al titular. En el año
1583 se la ve figurar por primera vez bajo la advocación de San Blas, sin que
se sepa el motivo.
En el año 1595 los
religiosos del Carmen que habían abandonado la vecina “Font Santa” desearon
formar un convento pero el Ayuntamiento no les autorizó.
En 1916 se añadieron
unos terrenos al Santuario para dar mayor comodidad a los peregrinos y en 1652
se construyó un cementerio al costado del templo para evitar el contagio de los
apestados no siendo usado para tal fin hasta 1820 sirviendo hasta el año 1845.
En 1958 este abandonado
camposanto fue transformado en un bello jardín. El santo titular es abogado
contra los dolores de la garganta.
Ermita de Sant Honorat (Algaida).
En la parte de la montaña
del Puig de Randa que da al Este se levanta esta antiquísima Ermita.
El 8 de Mayo de 1394 los
propietarios del monte Maymón Piris y Bernardino Gener cedían al Ermitaño
Arnaldo Desbrull y a los suyos todos los terrenos que éste necesitase para levantar
edificios y demás tierras necesarias, al mismo tiempo que el Obispo concedía el
solicitado permiso para levantar la capilla dedicado al Obispo de Arlés, San
Honorato, que se inauguró el 16 de enero de 1397.
La voluntad del Ermitaño
fundador así como de los donantes de las tierras fue siempre que este lugar
perteneciera siempre a los ermitaños.
En 1405 el Obispo les
concedió autorización a los Ermitaños para poder ser enterrados allí mismo en
una sepultura que construyeron al efecto.
En 1654 se decidió
levantar una nueva capilla para sustituir a la antigua que estaba en estado
ruinoso, habiendo contribuido para su construcción los jurados de Algaida, si
bien los que mandaban sobre la Ermita eran los propios ermitaños de Trinidad,
aunque hubo épocas en que los jurados de Algaida les negaran esta posesión pero
sin éxito.
En 1860 los Ermitaños
solicitaron al Obispo que nombrase al Padre F.Palau, carmelita exclaustrado,
como director de la Ermita, a lo que el
Obispo accedió. El Padre Palau, que había
fundado ya varias congregaciones,
asumió el mando, cambió costumbres, redactó nuevas normas y con todo
consiguió que los Ermitaños antiguos abandonasen aquél lugar exceptuando dos
pobre ancianos. Algunos postulantes ingresaron, entre ellos un hermano carnal
del mismo, y así se formó una nueva congregación que se llamó Hermanos
Carmelitas. Estos Hermanos hicieron algunas fundaciones en otras Ermitas pero
donde permanecieron más tiempo si bien con carácter distinto fue en un convento
que fundaron el en arrabal de Santa Catalina de Palma.
El fundador Padre Palau,
se sabe que era algo excéntrico ya que se preparaba las comidas a parte de los
demás y para sus rezos se hizo construir una pequeña capillita dentro el
cercado, la cual aún subsiste.
En el año 1882 el
penitenciario de la Catedral Mn. Magín Vidal que frecuentaba mucho la Ermita,
pensó en cambiar con la anuencia del Obispo, el régimen de esta casa y
establecer allí otras formas de vida que ahora eran muy distintas a lo que
había sido la vida eremítica, pero no pudo tumbar el ideal del citado sacerdote
y tuvo que contribuir a construir celdas para que los sacerdotes pudieran
practicar los ejercicios espirituales.
En 1890 se retiró en
esta Ermita el P.Joaquín Rosselló, filipense y en Agosto de este año fundaba en
San Honorato la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones.
En la actualidad todas
las instalaciones se hallan en buen estado de conservación y aún se puede ver
un crucifijo de gran tamaño que, según la tradición, data del primer Ermitaño
fundador Arnaldo Desbrull.
Es de destacar el pleito
llevado a cabo por los Ermitaños con el solar conocido por “Hort dels Ermitans”
que se encuentra a unos cien metros aproximados de la Iglesia parroquial de
Randa y que fue el alma de la subsistencia de los mismos. Su extensión es de
unos 1775 m2 y tenía un derecho de agua de la fuente de Randa de 24 horas
semanales. En 1830 los ermitaños quisieron construir en aljibe para recoger el
agua y para no disminuir su cabida llegaron a un acuerdo con un vecino para
construirlo en su terreno con la condición de darle 5 horas de agua por semana
y además debía dar un derecho de paso a los ermitaños. Pasados unos años los
religiosos se tuvieron que ver obligados
a ceder formalmente el huerto.
Ermita de Sant Joan Bautista (Valldemossa).
Está situada en el
bosque de Son Galcerán y a unos 500 metros de la Ermita de Trinidad. Forma parte de las denominadas “Ermites
Velles”.
El cercado de la Ermita tiene una superficie
de unos 100 m2 y está circundada por un muro no muy alto. Los restos de la capilla
y lo que fue la humilde habitación del anacoreta aún se pueden observar.
En la Ermita de Trinidad
se guardan tres cuadros antiquísimos procedentes de esta Ermita. En ellos están
representados el titular San Juan Bautista y San Antonio.
Ermita de Sant Joan de la Font Santa (Campos).
Este Oratorio forma
parte del balneario conocido por el nombre de “Baños de San Juan” de Campos.
Ya en tiempos de la
dominación romana fueron conocidas las propiedades terapéuticas de las aguas
termales de la fuente que brota en este sitio. Numerosos eran los enfermos que
allí acudían buscando el beneficio de las aguas e implorando el auxilio divino,
por lo cual se pensó en erigir allí una capilla.
Se sabe que en 1443 ya
existía la Iglesia y en 1580 se firmó un convenio entre los jurados de Campos y
la orden del Carmen para que formaran comunidad en este Santuario que se dedicó
a San Silvestre abogado contra la enfermedad de la lepra junto a Santa Coloma,
aunque no duró mucho su permanencia allí porque en 1593 lo abandonaron.
A principios del siglo
XVIII se cambió el titular poniéndose bajo la advocación del Santo anacoreta
San Juan Bautista y a mediados del citado siglo se procedió a una profunda
renovación del edificio.
Si bien en tiempos
pasados esta iglesia solitaria fue considerada como una Ermita, actualmente
todo ha cambiado y ahora se halla convertida en un hotel de aguas termales,
aunque se mantiene el Oratorio y se celebran misa todos los días.
Ermita de Sant Llorenç (Deià).
Esta iglesia esté
situada entre las Calas de Tuent y La Calobra. Su fecha de construcción
primitiva no se conoce dada su antigüedad. En un testamento otorgado en el año
1322 ya se cita esta capilla dedicada al mártir San Lorenzo.
En 1791 la iglesia fue
totalmente restaurada y figura grabada en la bóveda.
Junto a la capilla se
halla la modesta casa para el sacerdote que acude a celebrar la misa.
Ermita de Sant Miquel (Campanet).
Este templo es de los
pocos del siglo XIII que aún perduran. En el lugar denominado “Pla de Tel” fue
levantada la iglesia parroquial de Campanet a los pocos años de la Conquista.
Su titular fue desde un principio el Arcángel San Miguel. Por estar edificado
este primitivo pueblo junto a la iglesia en las inmediaciones del “Torrent de
San Miquel” fue varias veces inundado y a finales del siglo XIV las aguas
arrasaron con todo y los vecinos decidieron trasladar sus viviendas a la vecina
meseta donde se encuentra actualmente.
En 1425 se acordó
también trasladar la parroquia junto al nuevo poblado y la iglesia de San
Miguel pasó entonces a ser sufragánea pero sin ser olvidada por la gente del
pueblo que enterraba a sus muertos en el cementerio adjunto a la misma.
Este templo, por ser el
primitivo, está construido con el estilo propio de la época, es decir el
ojival; dos arcos sostienen las vigas y éstas un viejo artesonado.
Ermita de Sant Pau i Sant Antoni (Valldemossa).
Igual que la anterior se
halla en el bosque de Son Galcerán y para llegar a ella se toma un sendero
empedrados que parte de la Ermita de Trinidad junto al llamado “bufador”.
Se calcula que fue
fundada por los años 1600 y aún se puede observar las ruinas del edificio, lo
que fue la capilla, la cisterna, corredores, celdas, parcelas del huerto,
etc.etc.
A unos 200 metros de
este lugar el Archiduque Luis Salvador edificó el famoso mirador sobre la roca
“Foradada”.
Ermita de Sant Nofre (Deià).
Dentro del predio Son
Rul·làn en el término de Deyà se hallan las ruinas de este antiguo eremitorio.
Forma parte de las
llamadas “Ermites Velles” y se sabe poco de su historia. Está situada en una
loma cerca del llamado “Estret de Son Gallard” formando un balcón natural sobre
el tupido bosque de encinas al fondo del cual se divisa “Sa Foradada”.
Se conservan los muros
de la Capilla y otros restos de lo que debieron ser celdas y corredores, así
como muchos bancales de tierra laborable. El conjunto está cercado por un muro
formando un rectángulo de unos 1600 metros cuadrados de superficie.
Subiendo un poco más la
montaña se encuentra una fuente cuya agua cae dentro de un pequeño depósito
excavado en la piedra que se conoce como “Sa Font de s’Ermità”.
Ermita de Sant Nofre (Sant Joan).
En la parte Norte de la
villa de San Juan y dentro del predio “Sa Bastida” se levanta un montículo de
unos 220 metros sobre el nivel del mar. Se sube a la mencionada cumbre desde el
citado predio por un camino empedrado.
No se sabe la fecha en
que se levantó sobre esta altura una Ermita dedicada al penitente San Onofre.
De las cuatro Ermitas que hubo en Mallorca dedicadas a este santo no queda
ninguna en pie. A finales del siglo pasado el propietario de los terrenos
restauró la capilla para que los devotos campesinos pudieran implorar la lluvia
para sus campos. Pero con el tiempo se abandonó por completo y en la actualidad
sólo se pueden ver en pie las paredes principales de la Ermita. Otros restos
señalan el lugar donde hubo las habitaciones y el cercado del terreno que los
ermitaños cultivaban para subsistir.
Ermita de Sant Nofre (Puigpunyent).
Se encuentra dentro del
predio Son Forteza, a unos cuatro kilómetros del pueblo de Puigpunyent y a unos
550 metros sobre el nivel del mar. Se accede por el antiguo camino de Estellencs.
Fue fundada en 1660 por el ermitaño Jaime Català, natural de Selva. Este
anacoreta había empezado su vida solitaria en la Ermita mayor de Trinidad y sus
superiores le mandaron a construirla. Fue restaurada en 1811 por el propietario
de Son Forteza el canónigo Príamo de Villalonga.
Actualmente la Ermita se halla en estado ruinoso.
Junto al portal de entrada aún puede verse lo que fue la pila de agua bendita.
La vista desde este rincón es fantástica ya que por una parte se ve el mar en
la lejanía, detrás de poblados, montes y colinas, entre ellos el pintoresco
pueblecito de Galilea y las playas de Paguera al fondo.
Ermita de Sant Salvador (Artà).
Al costado de la villa
de Artà se halla un promontorio coronado por un Santuario Mariano circundado
por murallas que le da el aspecto de una fortaleza.
Fue el rey Jaime I quien
entregó a los monjes premostratenses esa alquería y pusieron una imagen de la
Virgen con el Niño en sus brazos que habían traído de Barcelona. Al dejar los
religiosos el monasterio cedieron dicha imagen a los hijos del pueblo y se
colocó en una capilla que le dedicaron en la cima de la colina de la Almudaina
a la “Mare de Déu de Sant Salvador”.
La peste asoló el pueblo
de Artà en 1820 en que murieron unas 1300 personas. En estas circunstancias el
sagrado recinto fue habilitado para cobijar enfermos lo que provocó que al
terminarse la epidemia se derribara la iglesia para prevenir contagios. Pero en
1825 se comenzó otra nueva gracias a la ayuda del Canónigo Dameto que fue
bendecida en 1832 siendo una copia de la iglesia de la Ermita de Belén, si bien
algo más grande y con más ornato.
Junto a la Sacristía hay
una sala para los exvotos y en los muros del templo pueden verse colgados unos
cuadros de grandes proporciones obsequio del devoto Rafael Blanes.
A este pintoresco
Santuario desde donde se divisa todo el predio de Artà se sube por una
imponente escalera bordeada de Cipreses.
Ermita de Sant Salvador (Felanitx).
El monte de San Salvador
está situado en la parte Este de Felanitx a unos 7 kilómetros y su altura es de
509 metros sobre el nivel del mar (Clicar).
En la primera década del
siglo XIV ya moraban por este contorno ermitaños. En 1348 Los Jurados en unión
del Alcaide del Castillo de Santueri propusieron al Rey Pedro IV de Aragón que
les permitiera construir en la cumbre de San Salvador un Oratorio a lo que el Rey
accedió y a los 7 meses estaba terminada la primera Ermita.
Cuenta la tradición que
un pastor vio una luz que brotaba de la tierra y acercándose a la gruta observó
que allí había una imagen de la Virgen hecha de arenisca de unos 50 centímetros
de altura ennegrecida por la humedad. Esta imagen había sido escondida desde la
época de la persecución durante la dominación árabe. En el sitio del hallazgo
se erige ahora una esbelta capilla de estilo románico situada al lado del
camino a unos dos kilómetros del Santuario.
Al igual que en los
Santuarios de Montesión, Cura, Santa Magdalena y otros, se fundó una escuela de
gramática a mediados del siglo XVI.
La actividad
constructora tomó impulsos en 1707 en que se dio comienzo a un tercer templo
que es el actual mientras que la mayoría de los aposentos actuales de la
hospedería se construyeron durante el siglo XVIII, fechas que se pueden
observan en las bóvedas de las habitaciones.
El 8 de Julio de 1891 el
Ayuntamiento cedió todos sus derechos sobre San Salvador al Obispado.
Junta al Santuario se ve
la imponente mole del monumento a Cristo Rey que Mn. Alzamora levantó a sus
expensas. La escultura esculpida por Francisco Salvá mide 7 metros de altura y
su pedestal es una cripta donde están sepultados el Canónigo Mn.Alzamora y 5
Ermitaños.
Ermita de Santa Ana (Alcúdia).
A 500 metros de Alcúdia
se encuentra esta antiquísima Ermita dedicada a la madre de María Santísima. La
iglesia es de estilo ojival como las primitivas iglesias campestres de Mallorca
y se sabe por los restos arqueológicos hallados que en la época romana ya hubo
en este mismo sitio un templo pagano.
Esta Ermita fue
utilizada como Lazareto y hospital desde 1637 hasta 1652 y en 1903 fue
restaurado todo el templo.
El altar mayor está
sustentado por una columna hallada en las cercanas excavaciones de la antigua
Pollentia y su retablo, restaurado en 1923, es una auténtica joya gótica
pintado sobre madera. En el exterior, sobre la entrada hay una imagen de Maria
con el Niño en sus brazos y está sostenida por el dorso de un ángel quien a su
vez sostiene el escudo de “Gual”.
Siempre ha sido muy venerada por los fieles
que la llaman Ntra. Sra. De la Bonanova.
Ermita de Santa LLucía (Manacor).
En la mitad del siglo
XVIII el propietario de las casas del Puig de Sta. Lucía Don Bartolomé Truyols,
mediante escritura firmada el 2 de Mayo de 1748 hizo una donación de unos
terrenos“…con el propósito de que se edifique en la cumbre del mismo Puig de
Santa Lucía una casa o habitación para vivir algunos ermitaños”. Unos terrenos
que les habían cedido junto a la casa
eran cuidados por los ermitaños para poder sobrevivir.
Santa Lucía, una imagen
de unos 107 centímetros de altura (que ahora se halla en la parroquia de
Manacor), era venerada por muchos devotos que acudían a ella para implorar
curaciones de sus enfermedades de la vista.
En 1916 se restauró la
vieja ermita y se colocó una antiquísima figura esculpida en 1570 que tuvo la
advocación de “La Mare de Déu dels Goigs” y después “del Roser”.
Tras la caída de un rayo
se volvió a reconstruir la nueva capilla en el año 1961 y desde entonces la
preside de nuevo la imagen de “Ntra. Señora del Rosario”.
Ermita de Santa LLucía (Mancor).
Según los estudiosos el
templo que aún existe es el primitivo aunque varias veces restaurado. Se
calcula que data de 1300 y su estilo es el gótico ojival igual al de Santa
Magdalena de Inca.
La imagen de la Santa es
la primitiva y se sabe que en 1394 vivieron allí dos mujeres “Pastora” y
“Nadala”.
En 1446 el ermitaño Juan
Tapies la habitó y ya en 1886 los Ermitaños Terciarios franciscanos de
Ternelles habitaron esta Ermita pero a los cuatro meses tuvieron que desalojar
de nuevo el Santuario y volver a su primitivo lugar.
En los últimos tiempos
se ha procedido a la restauración del casalicio ampliándose sus dependencias y
construyéndose otras nuevas con el fin de dar cabida a los llamados Cursillos
de Cristiandad.
Por ser Santa Lucía
abogada de la vista son innumerables los exvotos que penden de las paredes de
una habitación contigua a la iglesia.
Ermita de Santa Catalina (Sóller).
Esta antigua Ermita se
halla en la parte Norte del Puerto de Sóller.
Legados del año 1280 ya
citan la capilla de Santa Catalina. En Mayo de 1542 un grupo de piratas
sarracenos desembarco cerca del lugar y después de saquear cuanto hallaron
destruyeron e incendiaron el templo, pero en 1550 gracias a los fieles de
Sóller se levantó de nuevo la Iglesia. En 1556 se empezó la construcción de
unos anexos donde se instaló un año después el Ermitaño Fr.Juan.
Fue en 1572 cuando un
famoso teólogo solicitó habitar en vida eremítica este lugar comprometiéndose a
dar clases a los que quisieran aprender. Por este tiempo se ensancho el
edificio y para ayudar a los gastos de estas obras, los buques que anclaban en
el Puerto estaban obligados a abonar cierta cantidad.
En 1574 se colocó un
retablo junto con una imagen de Santa Catalina procedentes de la parroquia de
Sóller y en 1590 se bendijo la nueva casa para hospedería.
Ermita de la Santa Creu (Porreres).
En la parte Norte de la
Villa se levantó una cruz sin que se sepa la fecha de su erección, por un tal
“Garcías” porque lleva grabado este apellido junto a su escudo. En 1712 el
sacerdote Mon.Miguel Salvá aconsejaba a los fieles que rezaran sus plegarias
bajo la cruz para solicitar sus favores. Luego se decidió poner un cepillo para
recoger las limosnas de los feligreses y con ellas construir algo de techumbre
para comodidad de los mismos. El 22 de Julio de 1722 se puso la primera piedra
de la capilla colocándose la sagrada efigie en camarín.
En 1743 el Obispo
Fr.Benito Panellas bendijo la recién terminada iglesia y en 1804 se mandaba que
se impartiese en este sitio la bendición de los frutos que desde tiempo antiguo
venía haciéndose en Montesión (Clicar).
En 1821 el gobierno
prohibió los enterramientos en los templos y se escogieron los terrenos del
Oratorio de la Santa Cruz para servir de cementerio.
Ermita de Santa Magdalena (Inca).
Esta Ermita se encuentra
a unos 6 kilómetros de la ciudad de Inca. Su altura es de unos 300 metros sobre
el nivel del mar. En el siglo XIII se levantó la primera Ermita dedicada a la
Santa penitente y fue en 1491 cuando llegaron a Mallorca unas monjas clarisas
con el fin de fundar un Monasterio en el Puig de Inca donde permanecieron hasta
1530 que se trasladaron a Esporles.
Luego vinieron para
habitarlo las monjas de la Orden de San Jerónimo pero también lo dejaron para
trasladarse a Inca.
Desalojadas las
estancias los Jurados determinaron instalar una escuela de latinidad que estuvo
presente durante muchos años, hasta que de nuevo los Ermitaños se hicieron
cargo del Santuario (Clicar).
En 1879 se fundó la
comunidad eremítica “Hermanos terciarios Franciscanos” pero al cabo de unos
años al comprobar que su vida en aquél alto era más que pesada decidieron
trasladarse al Valle de Ternelles.
Fue en 1931 cuando se
hicieron cargo del Santuario los Ermitaños de la Congregación de San Pablo y
San Antonio, los cuales durante todos los años que permanecieron en la Ermita
llevaron a cabo reformas y ampliaciones tanto de la Iglesia como de la
hospedería.
La figura de la virgen
actual, tallada en madera de ciprés, cuya advocación es la de Santa María de
l’Unió, fue bendecida por el Papa Juan XXIII el 12 de Mayo de 1963.
Ermita de Son Amer (LLuc).
Se halla a dos
kilómetros del Santuario en el predio del mismo nombre. Fundada en el siglo
XVII se puede aún visitar sus restos acudiendo a “Sa Font de s’Ermità”.
Junto a
un desmoronado aljibe se encuentran los restos de la Ermita. Quedan las cuatro paredes verticales, varios
bancales, muro circundante y algunos otros restos de edificaciones forman el
conjunto que aún es conocido por “s’Ermita”.
Ermita de Son Moragues o Cova de s’Ermità Guillem (Valldemossa).
Se halla en “Sa Atalaya
Vella” en el predio Son Moragues y está situada en la mitad del camino que
conduce a la cima del Teix por lo que hoy se conoce por “El Camí de S’Arxiduc”.
Este anacoreta la habitó
en tiempos muy remotos. Su nombre era Guillermo de San Pablo y falleció en el
Hospital Provincial en el año 1635. Este anacoreta era muy conocido y querido
no sólo por los habitantes de Valldemossa sino por casi todos los fieles de la
ciudad que acudieron cuando falleció a venerar su cadáver durante tres días. Su
cráneo se guarda en la Ermita de Trinidad como si de una reliquia se tratara.
El cercado de este
eremitorio tiene 20 metros de largo por 17 de ancho, luego se encuentra otro
cercado más reducido con restos de lo que fue la diminuta capilla y al final la
entrada a la cueva que se conserva perfectamente como reclamo turístico.
La vista panorámica que
se divisa es maravillosa.
Ermita de Ternelles (Pollença).
Hay dos Ermitas que se
puede decir que una es hija de la otra. El predio de Ternelles hoy es de
propiedad privada pero su puede acceder con permiso de los propietarios.
Junto al camino que
conduce a la cima del “Castell des Rei” se ven los restos de lo que fue “La
Cel·la” primitiva, denominada después
“Vella” situada en medio de un umbrío y no muy extenso bosque. Existen aún
algunos bancales y parte de un pequeño aljibe. La época de su construcción ha
de ser remotísima, ya que en 1372 moraba por estos contornos el noble anacoreta
Nicolás Torrella.
Se sabe también que en
1395 la ocupaba el Ermitaño Juan, natural de Vizcaya y que con el transcurso de
los años se le fue haciendo difícil al buen anacoreta al tener que bajar al
pueblo para asistir a los Santos Oficios. Por eso pensó en edificar otra Ermita
que fuera asimismo solitaria pero algo más cercana a la villa. Esta segunda
Ermita fue construida a unos 500 metros de la finca de Ternelles llamándola
también “La Cel·la” y fue habitada durante muchos años por varios Ermitaños.
En el año 1528 se
construyó una nueva capilla que presidia una imagen de Nuestra Señora de la
Misericordia y en 1657 fue restaurada toda la Ermita por orden del Obispo
Escolano.
A mediados del siglo XIX
los señores de Ternelles quisieron que los Ermitaños dependieran de su
autoridad cosa que no aceptaron. En 1880 fue cedida a unos recién fundados
Hermanos Terciarios de San Francisco pero en 1900 se extinguió la comunidad y
desde entonces se halla abandonada.
Ermita del Calvari (Felanitx).
En la parte sureste de
Felanitx se alza este Oratorio en un promontorio a 218 metros de altura sobre
el nivel de mar.
Por ser de época
reciente apenas tiene historia. Hacia la
mitad del siglo XIX el rector de Felanitx Mn. Sebastián Serra, natural de
Pollença, quiso edificar un Santuario al
igual que su pueblo a la pasión de Jesús. Para ello adquirió unos terrenos en
la cima del denominado “Puig des Call”.
En el año 1852 se empezó
el camino y luego unas estaciones del vía crucis hechas de azulejos, de las
cuales aún podemos ver algunas. Luego, en 1856 se termino la capilla y a
finales del mismo siglo se construyó la escalinata que parte de la calle Call y
llega hasta la cima.
La capilla se halla bien
conservada y en un rincón se puede ver un depósito que servía para recoger el
aceite que los peregrinos ofrecían para la lámpara.
Está a cargo de un
“donat”.
Ermita del Calvari (Pollença).
El Rey conquistador donó
este monte a la Orden del los Templarios, llamándolo desde entonces “Puig del
Temple”. En este pintoresco lugar se levantó la funesta horca para las
ejecuciones.
Después que la Orden
fuera disuelta en 1314 pasó a la Orden de San Juan de Malta llamándose a la
colina “Puig de Sant Joan”. Luego el Estado se apoderó de él y fue llamado
monte comunal.
La antiquísima pieza de
piedra gótica representando al Santo Cristo con la Dolorosa al pie de la Cruz
está tallada en piedra y se la supone del siglo XIII. Al principio no se
edificó capilla alguna hasta que el 7 de Enero de 1795 se decidió construir un
templo para cobijar tan apreciada imagen (Clicar).
En 1860 el Puig del
Calvario fue adquirido por D.Guillermo Cerdá, el cual cedió los terrenos
necesarios para construir un camino donde se instalaron las estaciones de un
vía crucis. Se sube por este camino o por las monumentales escaleras que
ascienden en línea recta desde la falda del monte.
El Viernes Santo se
celebra la procesión del Santo Entierro que parte desde el Calvario y baja por
estas escaleras llevando los penitentes unas luces “faies enceses” espiga de carrizo encendido en forma de
antorchas.
Ermita del Cor de María (Génova).
En la cumbre de la
montaña llamada “Na Burguesa” junto al caserío de Génova, se edificó en 1958 un
pequeño Oratorio dedicado al Corazón de María.
Un monumental monumento
con la imagen de la Virgen erigido junto al mismo, vigila toda la ciudad de
Palma en un balcón extraordinario.
El promotor del mismo
fue el párroco de Génova Mn.Francisco Vives quien después de muchas
dificultades pudo ver terminado el camino que conduce hasta la cima.
Ermita del Sant Cristo (LLubí).
A poco más de un
kilómetro se levanta esta Ermita llamada del “Sant Crist del Remei i de la
Salut”. No es muy antigua, data de finales del siglo pasado.
Fue construida por
iniciativa del P.Antonio Cladera, religioso de la Misión, en los terrenos de su
propiedad llamada “Xabel·lí”. El titular es una imagen de Jesús Crucificado
obra del famoso escultor Luis Galmés.
Los Ermitaños Hermanos
Terciarios de San Francisco la ocuparon durante algún tiempo.
En el año 1955 se
ensanchó el camino que va a la Ermita, se restauró la capilla y se convirtió en
espacioso camarín para el Santo Cristo, lo que era la Sacristía.
Uno de los Ermitaños que
la habitaron, León Ramón Borrás, natural de Santa María, que pasó desde aquí a
Valencia, fue fusilado por los rojos en 1936.
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