Los bailes típicos mallorquines, denominados “ball de bot”, vienen del siglo XVIII y principios del XIX cuando desplazaron a las “contradanzas” que se bailaban por entonces. A su vez, éstos fueron también desplazados en el XIX por la llegada desde Europa de los llamados “bailes de salón”, quedando entonces reducido el “ball de bot” a las zonas rurales.
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Son cuatro los principales bailes del folklore mallorquín. Se bailan de forma general en pareja o en grupo y se diferencian unos de otros por la forma de realizar los pasos, la velocidad en su ejecución y su intensidad.
El BOLERO: Es el baile más lento de todos y se caracteriza por las vueltas que realizan los bailarines al compás de la música dividiendo el tercer compás en dos.
LA JOTA: Es mucho más rápida que el bolero cuya característica principal en la antigüedad era que se dividía en dos fragmentos, uno instrumental y otro cantado, aunque ahora esto a veces ya no se cumple y simplemente se diferencian los fragmentos del ritmo.
EL FANDANGO: Es un baile más lento que la Jota y se baila diferente según la zona de la isla, quedando muy pocas piezas tradicionales de este género.
LA MATEIXA I EL COPEO: Son bailes rápidos también como la Jota pero sin dar tantos saltos. Se caracteriza por sus pasos laterales muy rápidos.
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