Antigua sede del Banco de Crédito Balear en la C/Palau Reial |
Fue en Diciembre de 1934 cuando el Banco de Crédito Balear se declaró en suspensión de pagos. En el Informe que los Interventores Judiciales realizaron el 22 de Febrero de 1935, se pone de manifiesto los principales motivos que llevaron al Banco de referencia de las Islas Baleares a solicitar la citada suspensión de pagos.
Como se trata de un hecho histórico que causó un amplio revuelo por aquél entonces en la sociedad mallorquina y con total seguridad habrá estudiosos que les interese el tema, vamos a ir desgranando determinados pasajes del citado Informe que explican muy bien lo que verdaderamente ocurrió. Pero antes comenzaremos por repasar un poco la historia.
El "Crédito Balear" se fundó mediante escritura que autorizó el Notario de Palma Don Cayetano Socias y Bas (nº 68 de protocolo), el 9 de febrero de 1872. Era una Sociedad Anónima, con domicilio provisional en Palma, C/ de Sant Domènec, hasta que se su sede Central se trasladó a la calle de Palau Reial.
Su objeto social era: "Suscribir o contratar empréstitos con el Gobierno, Corporaciones Municipales o provinciales, adquirir fondos públicos, acciones y obligaciones de toda clase de empresas industriales o de crédito, crear toda clase de empresas de obras que se hayan de construir en esta provincia, así públicas como particulares, puertos, caminos de hierro, canales, etc.etc.". Su duración: 50 años prorrogables. El capital social de 5.000.000’- de Pesetas, estaba dividido en 10.000 acciones de 500 pesetas cada una.
Pero ¿cómo surgió la idea de fundar el banco?. Sabemos que cuando finalizó la guerra colonial española en 1829 y Francia ocupó Argelia al año siguiente anulando el peligro Corsario que azotaba el mediterráneo, se produjo el inicio de una etapa de gran auge del comercio exterior mallorquín, con la aparición de una demanda nueva de servicios especializados de intermediación financiera. Dicen los historiadores que los empresarios mallorquines de los sectores más dinámicos (comerciantes, armadores e industriales) se vieron impulsados, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, a promover la creación de sociedades bancarias de nuevo cuño, ya que las antiguas firmas como "Can Canut", "Martínez y Planas" y "Sans y Serra" se vieron desbordadas en pocos años.
Como promotores del Banco figuraban una serie de navieros, comerciantes, terratenientes y profesionales. La escritura de fundación está firmada por Gregorio Oliver Cañellas, Antonio Cánoves Moll, Jorge de San Simón Marques de Reguer, José Rosich Más, Pablo Sorá Gazá, Andrés Barceló Bestard, Ramón Servera Santander, Miguel Salvá Saguñolas, Ignacio Fuster Forteza, José de Cáceres y Aguirre, entre otros.
Tres meses después, exactamente el 23 de Mayo de 1872 se reformó la constitución de la Sociedad (nº 228) ante el mismo Notario. El 27 de Abril de 1875 se modificó el artº. 11 de los Estatutos referente a la emisión de series y el 31 de Mayo de 1884 se reformaron los Estatutos elevando el capital social a 20.000 acciones de 500’- Pesetas c/u, ambas escrituras autorizadas por el mismo Notario, Sr. Socias y Bas.
Uno de los bancos ya existentes que le dieron soporte para su creación, fue el "Banco Balear" (que se había creado en 1864), hasta el punto que 10 años más tarde se proyectó la fusión de las dos entidades, aunque dicho proyecto no llegó nunca a fructificar.
El banco iba creciendo y el 27 de Abril de 1885 absorbió al Banco Mallorquín (que se había constituido en 1881) mediante escritura autorizada por D.Cayetano Socías y Bas en la fecha indicada. Más adelante, el 19 de Septiembre de 1884, el Banco Mallorquín hizo entrega al Crédito Balear de toda su cartera, mediante otra escritura autorizada por el mismo Notario (nº 546), compareciendo como amigables componedores, Pedro Ripoll y Palou, Bernardo Canet Ferrer y Miguel Cerdá Pieras.
Antes, en 1876, el Banco participó en la creación del Banco Hispano-Colonial de Barcelona, promotor de los intereses españoles en Cuba y, en 1882, superó con suma facilidad la crisis financiera provocada por la caída de las cotizaciones de las bolsas de Paris, Madrid y Barcelona.
En 1881 el Banco había fundado ya sus cinco primeras sucursales en la Isla de Mallorca (Sóller, Felanitx, Inca, Manacor y LLlucmajor), e iba creciendo realizando operaciones financieras de envergadura como la suscripción de una emisión de Obligaciones de la Compañía de Ferrocarriles de Mallorca; la financiación del ramal ferroviario de Felanitx; las obras del puerto de Ibiza y se adjudicó la representación en Baleares de la Compañía Arrendataria de Tabacos.
Juan March Ordinas, que según dicen los que le conocieron deseaba formar parte de todas las empresas mallorquinas que generaran negocio, fue Vocal del Banco entre 1914 y 1918, unos años antes de fundar su propio banco (1926), lo que provocó que el terrateniente y vocal del Crédito Balear, Don Manuel Salas Sureda, dimitiera como tal por discrepancias en la concesión de un crédito a March.
Si los 20 años siguientes a su constitución fueron de un auge continuo que propició la expansión del Banco en todos los sentidos, durante el primer tercio del siglo XX su evolución no fue demasiado próspera. No obstante, continuó financiando el Ferrocarril de Mallorca (ramal de Artá) y comenzó a realizar operaciones con el extranjero. Durante los años 30, demostró tener una visión certera sobre lo que iba a suponer el turismo en la Isla y adquirió, en 1932, "Viajes Baleares, S.A." (Delegación en Baleares de Viajes Catalonia), pasando a llamarse "Viajes Iberia, S.A.".
Además, compró la finca de Santa Ponça, que por aquél entonces era prácticamente un cenagal llena de moscas y mosquitos, para convertirla años después en una de las mejores urbanizaciones de la Isla.
Pero en el contexto de la crisis mundial de 1929, agravada por la realización de algunas inversiones de alto riesgo, su situación se fue haciendo cada vez más difícil, hasta tener que declararse en suspensión de pagos en Diciembre de 1934, lo que provocó un gran impacto en la Isla porque buena parte del ahorro de los mallorquines estaban allí depositados.
En el Boletín número 4 de la "Memoria Civil de Baleares" de 1935, se puede leer:
"Hoy han sido colocados en el Banco de Crédito Balear unos carteles declarando unos que el banco hacía suspensión provisional de pagos, y los otros, que los poseedores de resguardos de valores en custodia podían pasar a las horas de oficina que se señalaban, a retirarlos.
Conocida la importancia que en la vida industrial y mercantil de la isla tiene el "Crédito", en cuyas cajas guardan también sus ahorros muchas familias, aquellas noticias se han divulgado rápidamente provocándose, como es consiguiente, un estado de verdadera alarma, siendo muchas las personas que se han estacionado frente a las oficinas de la expresada entidad, comentándose las determinaciones adoptadas por el Consejo de la misma.
Ante la masiva presencia de público estacionado ente las oficinas, antes de que abriera sus ventanillas a la hora de costumbre, el Crédito Balear ha creído oportuno constituirse en estado legal de suspensión de pagos, hasta cuando pueda ordenadamente resolver su situación, que continúa con toda normalidad en lo que afecta al descuento de letras, pago de cupones, moneda extranjera y demás operaciones bancarias.
Lamentamos mucho semejante estado de cosas y confiamos en una pronta y favorable solución. Es preciso que se provoque la reacción favorable para el Crédito balear, nuestra primera casa de banca que tanto ha hecho por el resurgimiento de la industria mallorquina
."
Por su parte, "La Vanguardia" del 27 de Diciembre de 1934, publicó la siguiente reseña:
"La Comisión del Crédito Balear que salió para Madrid para gestionar el conflicto planteado en aquella entidad y que le obligó a la suspensión de pagos, sigue efectuando gestiones para ver de normalizar la situación de aquél Banco; y según noticias, dicen que probablemente se encontrará una solución favorable. En los Bancos locales las operaciones se efectúan con total normalidad como en los días anteriores".
No cabe ninguna duda que aquella noticia convulsionó a toda Mallorca. El Jefe de oficinas del Banco, José María Madico Pí (que había sido Presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Palma de Mallorca en 1921) se fugó de la isla y se refugió en Paris. Después se supo que se había suicidado en la Capital francesa...
Pero ¿por qué se produjo esta situación en un Banco que había sido el referente de la banca Balear?. Veamos lo que se dice en el Informe que realizaron los Interventores Judiciales designados por el Juzgado de 1ª Instancia del Dist. de la Lonja de Palma, D.Gregorio Crespo Herrero y Don Pedro Antonio Bernat Salom (Profesores Mercantiles) y D.Ramón Ferragut Esbert (Abogado, en representación este último de la Entidad acreedora denominada "Caja de Ahorros y Monte de Piedad de las Islas Baleares").
Dado lo extenso del Informe (27 folios), nos limitaremos a reseñar escuetamente, como hemos dicho, determinados pasajes que son totalmente esclarecedores de aquella problemática.
Comienzan los Interventores por hacer un breve resumen de la historia del Banco de Crédito Balear (cuando se constituyó, su capital social, la modificación de sus Estatutos, etc.etc.). Continúan:
"La administración de la Sociedad corre a cargo de la Junta de Gobierno integrada por quince vocales, los cuales eligen de su seno al Presidente y dos vicepresidentes, debiendo reunirse conforme el artº. 35 de los Estatutos, una vez a la semana en sesión ordinaria, más las extraordinarias que precisen, pero la dirección y verdadera administración del Banco corre a cargo de la Comisión Administrativa, formada por cinco de los Vocales de la de Gobierno, y dos adjuntos, turnándose por semanas para la firma de documentos los cinco vocales, teniendo voz y voto, empero sin firma los dos adjuntos pertenecientes, como los Vocales, a la Junta de Gobierno [...] por consiguiente la verdadera gestión compete a la Junta Administrativa dando cuenta a la Junta de Gobierno de los asuntos al reunirse los lunes de cada semana. El apartado cuarto del artº. 42 dice que el Jefe de oficinas por delegación de la Comisión Administrativa podrá autorizar las operaciones expresadas en los párrafos, 7º, 8º y 9º del artº. 7º, señalándose a continuación que si la experiencia lo aconsejase podrá nombrarse un Delegado para llevar la firma social.
Hemos reseñado los expresados artículos de los Estatutos para que se conociese el modo de ser administrada la Sociedad, y si bien no se hizo uso de conceder la firma al Jefe de oficinas, de hecho la persona que desempeñaba este cargo absorbía en totalidad la dirección del Banco y más principalmente durante la época que lo ejercitó D.José Mª. Madico Pí, fallecido en Febrero de 1934, dándose el caso peregrino de quien daba las órdenes o lo disponía todo no autorizaba documento alguno ya que se lo vedaban los Estatutos al no hacerse uno de dicha autorización, y como es natural los vocales de turno, al no ejercer de hecho las funciones de dirección firmaban los documentos sin estar enterados de los antecedentes, cosa que han comprobado hasta la saciedad los informantes; lo que conduce al absurdo, pues lo natural es que la función del mando lleva aparejada la de la correlativa responsabilidad, caso que no se daba en el CREDITO BALEAR S.A., dado que al indagar los Interventores respecto a los motivos que obligaron o aconsejaron al Banco a realizar algunas operaciones que han sido un desastre para éste, se ha contestado que lo dispuso o lo acordó el Jefe de oficinas, pero la firma autorizando el hecho figura estampada por el Vocal de turno correspondiente que desconocía la mayoría de las veces los fundamentos de haberse tomado la desgraciada determinación, que una tras otra, han llegado a situar al CREDITO BALEAR S.A. en la lamentable situación en que se encuentra actualmente; y como el Sr. Madico que desempeñaba de hecho la gerencia el establecimiento en la época que se registraron los hechos ha fallecido, solamente por conjeturas han podido los que suscriben deducir los motivos en que pudo fundarse para tomar tales acuerdos.
Han observado que faltaba en la Administración una verdadera cohesión entre las diferentes secciones del banco, actuando cada una de estas con una independencia tan grande que forzosamente debía llegarse al desbarajuste que imperaba en las oficinas, ya que a veces se realizaban por una sección algunas operaciones que no se daban a conocer a las otras, como tendrá ocasión de tratarse más adelante, habiéndose dado el caso de que convenios efectuados hace años los desconocía la sección de contabilidad lo que hacía que figurasen como vigentes saldos ya finiquitados, como ha resultado al girar la inspección los abajo firmantes.
Conforme ya indicaron a este Juzgado unos días después de la fecha de solicitud de suspensión, tenía el Banco en circulación gran número de letras de cambio que iban venciendo cada día y que por hallarse los librados y los libradores en íntima y constante relación con el Crédito Balear no podía éste desentenderse y limitarse a seguir los procedimientos judiciales contra dichos clientes, sino que en defensa de los intereses del Banco procedía a renovar los efectos a sus respectivos vencimientos ya que de no hacerse así se habrían paralizado gran número de industrias [...].
Antes de iniciar los procedimientos ejecutivos, que han sido los menos posible, han sido requeridos muchísimos deudores para que explicasen los medios para cancelar las deudas y los motivos por los cuales percibieron el dinero del Banco, habiéndose vistos sorprendidos en algunos casos que debido a la desorganización que imperaba entre las secciones, algunos clientes han negado que tuviesen descubierto alguno [...].
Han aparecido en los libros cuentas que tenían cargadas sumas percibidas por personas cuyo cobro por estas no acaba de expresarse concretamente, habiendo sido objeto de especial cuidado por parte de los Interventores, de lo que se tratará en la parte correspondiente, a las irregularidades contables [...].
Antes de proceder a detallar el balance quieren advertir los Interventores que suscriben que para la formación del mismo han tenido en cuenta lo que dispone literalmente el extremo 1º del artº. 8º de la ley de 26 de Julio de 1922, pero que no obstante las cifras que figuran en el balance, debe entenderse que forman parte integrante del mismo las apreciaciones de valoración formuladas por los infrascritos en cada una de las cuentas el activo y la exigibilidad de las del pasivo [...].
ESTADO DE LA CONTABILIDAD DEL SUSPENSO E INFORMALIDADES ANOTADAS CON ARREGLO A LA LEY.-(nº 2º del artº. 8º de la Ley de 21 de julio de 1922) [...].
Llamó la atención de los infrascritos la multiciplidad de cuentas corrientes abiertas a nombre de un mismo titular, dándose el caso insólito de que una misma persona por operaciones análogas tenga abiertas tres o cuatro cuentas, cuando todas ellas podían o, mejor dicho, debían haberse reducido a una sola [...] pero es innegable que tal sistema no se adoptó con miras a la claridad y para facilitar en un momento dado el conocimiento de la situación de un cliente deudor o acreedor con el Banco; más bien parece que se siguió dicho procedimiento para dificultar, ya que con tan gran número de cuentas era y es difícil, en una rápida ojeada, determinar el descubierto de un cliente por la facilidad con que puedan pasar desapercibidos los saldos [...].
Quieren hacer constar los informantes que se han visto sorprendidos al examinar las cuentas corrientes garantidas, principalmente las de valores locales que, no obstante el título que pregona la existencia de la garantía, ha resultado que alguna de ellas no la tenían ni la habían tenido nunca [...].
Otra irregularidad grave, esta por su trascendencia, es la de no cuidarse de recoger las conformidades de los saldos de los deudores y acreedores [...].
Ha sido descubierta otra grave irregularidad, y más grave por aparecer haberla efectuado el propio Jefe de Contabilidad del Banco, D. Alberto Elvira Urech en las fechas en que se formularon los asientos. Este, según los apuntes insertos en los folios 14 y 21 del libro auxiliar de cuentas de orden a cancelar nº 6-A, dispuso de diferentes sumas indebidamente, valiéndose (según resulta de los antecedentes consultados por los Interventores y explicaciones obrantes en los expresados folios) precisamente de su cargo en el Banco, haciendo jugar en los apuntes nombres supuestos de clientes y creando artificiosamente unos adeudos que como compensación produjeron distintos abonos en las cuentas de otras personas, cuyos abonos dieron lugar posteriormente a retiradas de sumas en efectivo mediante talones expedidos contra la expresada cuenta garantida y contra la de las indicadas personas, cuyos talones aparecen firmados por autorización del propio Sr. Elvira [...]. Así resulta de la contabilidad, pero sin que puedan afirmar los informantes, porque no les ha sido posible ponerse en contacto con el desaparecido ex-jefe de contabilidad, si dichos asientos se formularon por propia iniciativa del Sr. Elvira y exclusivamente por él, o si se practicaron en cumplimiento de orden o mandato de quien por su autoridad o cargo en el CREDITO BALEAR podía ordenárselo, limitándose los interventores a relatar los hechos contables tal como resulta de los libros de contabilidad, desconociendo, por tanto, la inversión que hayan podido tener las sumas retiradas en la forma señaladas [...].
Otra anomalía contable es la efectuada por orden verbal (según han declarado a los Interventores los empleados del Banco) del fallecido Jefe de oficinas D.José Mª. Madico, que consiste en ordenar la admisión en firme en cartera extranjera con fecha 20 de Diciembre de 1933, de 28 letras por un valor nominal de 473.000 francos franceses, cuyo primer vencimiento fue el 31 de octubre de 1934 y el ´ultimo serás el 31 de Marzo de 1941. No obstante un vencimiento tan diferido, conforme ya se ha dicho, se ordenó se tomasen en firme [...] Estas órdenes dadas por la tarde por el Sr. Madico a un empleado que no era precisamente el Jefe de la Sección, entrañan, según todos los antecedentes del caso, una disposición punible en moneda extranjera en beneficio del Sr. Madico y en perjuicio del Crédito Balear [...]
Destaca notablemente dentro de las irregularidades reseñadas el extravío de varios libros de "Deudores moneda extranjera por ajustes" [...].
CERTEZA O ENEXACTITUD DE LAS CAUSAS QUE SEGUN LA MEMORIA PRESENTADA HAYAN ORIGINADO LA SUSPENSIÓN (Párrafo 3º del arte. 8º de la ley de 26 de julio 1922).
Las causas que se señalan en la memoria presentada por el Crédito Balear al solicitar se le declarase en estado legal de suspensión de pagos, en algunos extremos son verídicas, pero se silencia el verdadero origen de la lamentable situación en que se halla el Banco actualmente.
Basta dar una ojeada a los deudores del Crédito Balear para ver enseguida la orgía que imperaba en la concesión de créditos; se entregaba el dinero con una facilidad extraordinaria, sobre todo a ciertas personas, dándose casos realmente escandalosos de apertura de créditos de una cuantía importantísima, desproporcionada a la solvencia y capacidad económica de los beneficiarios sin que presidiese la más elemental previsión, ni se tomasen las debidas garantías para asegurarse de que el dinero en poder del Banco, fruto de la ilimitada confianza que a sus acreedores antes inspiraba, fraguada por las cuantiosas sumas que figuran en el pasivo del Balance adjunto, fuese invertido en negocios que permitiesen a los deudores cumplir sus compromisos de pago de intereses concertados y reintegro de capitales percibidos. La concesión de créditos en desmesurada cuantía, no se concedió sólo a entidades industriales o mercantiles y comerciantes, sino también a particulares, cuya actividad mercantil s desconocida, incluso a personas ligadas íntimamente con el Crédito Balear por ejercer o prestar en el cargos o servicios.
Además, debido a las anomalías apuntadas en las irregularidades contables, posibles a consecuencia de la falta de control en la administración del Banco, fueron también posibles las disposiciones clandestinas de fondos, con abuso de confianza y del cargo por parte de las personas que los realizaban. Estas en vez de haber dado ejemplo de sobriedad y circunspección en su vida privada, se dieron a la ostentación y lujo que pregonaban por doquier unos gastos superiores a las retribuciones que por sus servicios pudieran percibir, destacando sobre todas ellas en que fue jefe de oficinas Sr. Madico (cosa que lamentan los Interventores Judiciales tener que hacer constar por tratarse de una persona fallecida, pero que no pueden silenciar en honor a la verdad y respondiendo a la confianza que les concedió este Juzgado al honrarles con el cargo que se les confirió), cuya vida de ostentación era conocida y comentada por el público. Dichas circunstancias juntamente con las inmovilizaciones que con no comprensible ni explicable imprevisión se comprometieron en distintas industrias cuya actividad y solvencia mercantil era precaria, y en vez de ir reduciendo las interesencias en las mismas se fue comprometiendo en ellas el Banco de un modo alarmante; y como estas inversiones no pudieron pasar desapercibidas para el público, se fue creando una atmósfera en contra del Crédito Balear que produjo alarma entre los imponentes, iniciándose la retirada de fondos depositada, la cual fue aumentando de día en día hasta colocar al Banco en la lamentable y apurada situación en que actualmente se encuentra; pero quiere hacer constar la Intervención Judicial que esta retirada no fue la causa de la suspensión sin los efectos de los hechos anteriormente reseñados.
Además, debido a la falta de disponibilidades del Crédito Balear, desde mediados de 1933 principalmente, se vio obligado este a solicitar el redescuento en la Sucursal del Banco de España en esta plaza de los efectos que los clientes presentaban para su negociación en la entidad suspensa, y esto constituyó una prueba palpable de la anómala situación que atravesaba el Crédito Balear y una causa más que se sumó a las ya existentes para acentuar la alarma fundada, y la tendenciosa que de un modo sigiloso iban sembrando ciertas personas que veían con morbo agrado el quebrantamiento de la primera institución de crédito de la provincia [...].
Con todo lo expuesto, creen los interventores que suscriben haber dado cumplimiento a lo dispuesto en el artº. 8º de la ley de suspensiones de pago de 26 de julio de 1922, dando fin al presente dictamen en el que han expuesto los extremos necesarios para dar a conocer los hechos más sobresalientes [...].
Palma de Mallorca a 22 de Febrero de 1935".
La intervención el Banco de España y la creación de un grupo auxiliador integrado por bancos de Madrid y de Barcelona, permitió que se levantase la suspensión de pagos en Mayo de 1935. Con todo ello, los pequeños ahorradores fueron los más perjudicados, cuestión que fue aprovechada por la propaganda de izquierdas, hasta el punto que los comunistas reclamaron las expropiaciones de los bienes de los causantes de la citada suspensión.
En la Vanguardia del 7 de Abril de 1935, se puede leer la siguiente reseña:
"Ha quedado definitivamente normalizada la situación económica en la sociedad "Crédito Balear", que como se sabe, durante varios meses estuvo en suspensión de pagos, habiendo salido de esta situación gracias al apoyo de diferentes sociedades bancarias del continente (Banco Hispano Colonial, Banco Central, Banco Urquijo Catalán y Banco Mercantil e Industrial). El convenio ha consistido en la aportación de determinado capital de estas entidades bancarias y satisfacer, de momento, a los acreedores el veinte por ciento de su capital. Las entidades bancarias han designado director del Crédito Balear a Don Matías López. Se ha nombrado nueva Junta, en la que figuran representantes de las sociedades bancarias y representantes de los acreedores. Ha sido nombrado Presidente de dicha Junta nuestro paisano Don Miguel Rosselló y Alemany que representa al Banco de España. Esta mañana se ha comenzado el pago del 20 por ciento a los acreedores, habiendo acudido bastantes de éstos".
Durante la Guerra Civil, el Crédito Balear intervino en importantes sectores de la economía isleña, como el de la exportación de almendra. La postguerra supuso su recuperación, sobre todo a través de diversas empresas filiales, como IMISA, que promocionaron la primera fase la Urbanización de Santa Ponça.
En 1947 absorbió al Banco Comercial de Ciutadella y adquirió una parte importante de las acciones del banco Agrícola de Pollença.
Sobre los años 50, se produjo una paulatina y profunda mutación en la composición del accionariado, que pasó de una excesiva atomización a una mayor concentración, iniciada por el financiero mallorquín Joan Nigorra Reinés, conseller y gestor del banco desde 1953. Durante los años 60, una vez finalizada la tutela del Banco de España, experimentó un importante empuje, caracterizado por un aumento de los negocios con el extranjero y la dependencia del grupo del Banco Popular Español. También en esta época, en 1967, adoptó el nombre actual. Desde 1970 es presidente Miguel Nigorra Oliver y director general desde 1984 Joaquín Duarte Marco.
El edificio de la primera sede (1874) en la calle de Palau Reial de Palma (actualmente sede de la Consellería de Economía y hacienda del Gobierno Balear desde 1982), forma parte de un grupo de obras anónimas ligadas al historicismo neogriego del último tercio del siglo XIX. El estilo solamente está presente en la ornamentación de la fachada.
En 1974, se inauguró su nueva sede central en la Plaça d'Espanya, obra de los arquitectos Rafael Pomar i Guillem Moragues.
Menuda entrada ¡Magnifica! Mis felicitaciones.
ResponderEliminarLorenzo
Hi!
ResponderEliminarThanks a lot for the article.
Parlo Italiano, non ho capito tutto.
Sai se il Banco Santander era presenta in Sant Antonio negli anni 1930-1940?
Ho letto che il Banco Santander si e´ espanso nel 1934, e mi domando da quando il banco e´ presente a Sant Antonio.
Puoi aiutarmi?
I speak Italian, I would like to know since when the Banco Santander is present in Sant Antonio.
Can you help me?
Can you please answer, if you have time/desire to this e-mail, please? ntzoke@hotmail.com
Thank you!
Ellisa